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Conquista salvaje
Автор:
Gasulla Luis
Серия: 
2
Дата добавления:
2013-09-28
Язык книги:
Espanol
Кол-во страниц:
70

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El unico indicio del vasto incendio que asolaba los bosques milenarios lo ofrecia el sangriento resplandor que flotaba detras de las montanas, coronandolas con una singular claridad. El reflejo, vivo y radiante sobre el cielo inmediato, se amortiguaba luego diluyendose de nube en nube. Sobre las pampas centrales semejaba todavia un prolongado crepusculo bermejo. Mas alla el fuego se denunciaba apenas en un leve centelleo, igual al indeciso crecer del dia. Desde las costas del golfo Grande, podia vislumbrarse el horizonte cortado por los cerros desiguales, en el que resplandecia un aura palidamente rosada diluida por el gris violento del humo que ascendia pesadamente al cielo. Pero pasando las mesetas del Senguerr las senales del desastre se multiplicaban; lenguas de fuego sobrepasaban las...

Аннотация к книге 

Conquista salvaje :
El unico indicio del vasto incendio que asolaba los bosques milenarios lo ofrecia el sangriento resplandor que flotaba detras de las montanas, coronandolas con una singular claridad. El reflejo, vivo y radiante sobre el cielo inmediato, se amortiguaba luego diluyendose de nube en nube. Sobre las pampas centrales semejaba todavia un prolongado crepusculo bermejo. Mas alla el fuego se denunciaba apenas en un leve centelleo, igual al indeciso crecer del dia. Desde las costas del golfo Grande, podia vislumbrarse el horizonte cortado por los cerros desiguales, en el que resplandecia un aura palidamente rosada diluida por el gris violento del humo que ascendia pesadamente al cielo. Pero pasando las mesetas del Senguerr las senales del desastre se multiplicaban; lenguas de fuego sobrepasaban las alturas que guardaban el gran lago Escondido y el humo formaba un techo sombrio sobre la region de las pampas, donde el sol, perdido en un cielo de cenizas, fatigaba su curso. Grandes bandadas de avutardas huian al sur y al este, aumentando con sus gritos discordantes el desconcierto del exodo. Gallardas bandurrias volando sumamente bajo, casi rozando las anchas hojas de la nalca1, las seguian, y en un plano mas elevado los solitarios cisnes se unian en el vuelo. Garzas rosadas en inseparables parejas batian con ritmo sus alas incansables. Igual a un guerrero altivo y desdenoso que desafiara la hecatombe, un aguila blanca, deidad sagrada de los indios, planeaba en cenidos circulos sobre el dilatado incendio, manteniendose a una gran altura como una atalaya del cielo.
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Жушман Дмитрий
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