Miguel Ruiz
La Maestria Del Amor: Una guia practica Para el arte de las relaciones
Los toltecas
Hace miles de anos los toltecas eran conocidos en todo el sur de Mexico como «mujeres y hombres de conocimiento». Los antropologos los han definido como una nacion o una raza, pero de hecho, fueron cientificos y artistas que crearon una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las practicas de sus antepasados. Establecieron una comunidad de maestros (
A lo largo de los milenios los
Por fortuna, el conocimiento esoterico tolteca se conservo y transmitio de generacion en generacion por distintos linajes de
El conocimiento tolteca surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones esotericas sagradas del mundo. Aunque no es una religion, respeta a todos los maestros espirituales que han ensenado en la tierra, y si bien abarca el espiritu, resulta mas preciso describirlo como una manera de vivir que se caracteriza por facilitar el acceso a la felicidad y el amor.
Un tolteca es un artista del amor,
un artista del espiritu,
alguien que, en cada momento,
en cada segundo, crea el mas bello arte:
el arte de sonar.
La vida no es mas que un sueno,
y si somos artistas,
crearemos nuestra vida con amor
y nuestro sueno se convertira
en una obra maestra de arte.
Introduccion. El maestro
Erase una vez un maestro que hablaba a un grupo de gente y su mensaje resultaba tan maravilloso que todas las personas que estaban alli reunidas se sintieron conmovidas por sus palabras de amor. En medio de esa multitud, se encontraba un hombre que habia escuchado todas las palabras que el maestro habia pronunciado. Era un hombre muy humilde y de gran corazon, que se sintio tan conmovido por las palabras del maestro que sintio la necesidad de invitarlo a su hogar.
Asi pues, cuando el maestro acabo de hablar, el hombre se abrio paso entre la multitud, se acerco a el y, mirandole a los ojos, le dijo: «Se que esta muy ocupado y que todos requieren su atencion. Tambien se que casi no dispone de tiempo ni para escuchar mis palabras, pero mi corazon se siente tan libre y es tanto el amor que siento por usted que me mueve la necesidad de invitarle a mi hogar. Quiero prepararle la mejor de las comidas. No espero que acepte, pero queria que lo supiera».
El maestro le miro a los ojos, y con la mas bella de las sonrisas, le contesto: «Preparalo todo. Ire». Entonces, el maestro se alejo.
Al oir estas palabras el corazon del hombre se sintio lleno de jubilo. A duras penas podia esperar a que llegase el momento de servir al maestro y expresarle el amor que sentia por el. Seria el dia mas importante de su vida: el maestro estaria con el. Compro la mejor comida y el mejor vino y busco las ropas mas preciosas para ofrecerselas como regalo. Despues corrio hacia su casa a fin de llevar a cabo todos los preparativos para recibir al maestro. Lo limpio todo, preparo una comida deliciosa y decoro bellamente la mesa. Su corazon estaba rebosante de alegria porque el maestro pronto estaria alli.
El hombre esperaba ansioso cuando alguien llamo a la puerta. La abrio con afan pero, en lugar del maestro, se encontro con una anciana. Esta le miro a los ojos y le dijo: «Estoy hambrienta. ?Podrias darme un trozo de pan?».
El se sintio un poco decepcionado al ver que no se trataba del maestro. Miro a la mujer y le dijo: «Por favor, entre en mi casa». La sento en el lugar que habia preparado para el maestro y le ofrecio la comida que habia cocinado para el. Pero estaba ansioso y esperaba que la mujer se diese prisa en acabar de comer. La anciana se sintio conmovida por la generosidad de este hombre. Le dio las gracias y se marcho.
Apenas hubo acabado de preparar de nuevo la mesa para el maestro cuando alguien volvio a llamar a su puerta. Esta vez se trataba de un desconocido que habia viajado a traves del desierto. El forastero le miro y le dijo: «Estoy sediento. ?Podrias darme algo para beber?».
De nuevo se sintio un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero aun asi, invito al desconocido a entrar en su casa, hizo que se sentase en el lugar que habia preparado para el maestro y le sirvio el vino que queria ofrecerle a el. Cuando se marcho, volvio a preparar de nuevo todas las cosas.
Por tercera vez, alguien llamo a la puerta, y cuando la abrio, se encontro con un nino. Este elevo su mirada hacia el y le dijo: «Estoy congelado. ?Podria darme una manta para cubrir mi cuerpo?».
Estaba un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero miro al nino a los ojos y sintio amor en su corazon. Rapidamente cogio las ropas que habia comprado para el maestro y le cubrio con ellas. El nino le dio las gracias y se marcho.
Volvio a prepararlo todo de nuevo para el maestro y despues se dispuso a esperarle hasta que se hizo muy tarde. Cuando comprendio que no acudiria se sintio decepcionado, pero lo perdono de inmediato. Se dijo a si mismo: «Sabia que no podia esperar que el maestro viniese a esta humilde casa. Me dijo que lo haria, pero algun asunto de mayor importancia lo habra llevado a cualquier otra parte. No ha venido, pero al menos acepto la invitacion y eso es suficiente para que mi corazon se sienta feliz».
Entonces, guardo la comida y el vino y se acosto. Aquella noche sono que el maestro le hacia una visita. Al verlo, se sintio feliz sin saber que se trataba de un sueno. «?Ha venido maestro! Ha mantenido su palabra.»
El maestro le contesto: «Si, estoy aqui, pero estuve aqui antes. Estaba hambriento y me diste de comer. Estaba sediento y me ofreciste vino. Tenia frio y me cubriste con ropas. Todo lo que haces por los demas, lo haces por mi».