– Mi sueno. -susurro Mary. -Usted era la mujer de mi sueno.

Los brazos de Rhage la aplastaron cuando la coloco alrededor de su cuerpo, y luego la empujo apartandola.

– No, no fui a ella, Scribe Virgin. Lo juro, no lo hice…

– Descansa, guerrero. Se que mantuviste el acuerdo. -La pequena figura floto hacia ellos, no caminaba, solo se movia por la habitacion. -Y todo esta bien. Tu solo dejaste fuera un pequeno detalle sobre la situacion, algo que yo no sabia hasta que me acerque a ella.

– ?Que?

– No lograste decirme que ella no podia tener ninos.

Rhage miro a Mary. -No lo sabia.

Mary asintio y se abrazo a si misma. -Es verdad. Soy esteril. Por los tratamientos.

Las negras ropas se movieron. – Ven aqui mujer. Te tocare ahora.

Mary dio un paso hacia delante aturdida cuando la mano encendida aparecio entre la seda. La reunion de sus palmas causo una caliente electrificacion.

La voz de la mujer era baja y fuerte. -Lamento que tu capacidad reproductiva te haya sido quitada. La alegria de mi creacion me sostiene siempre y tomo el gran dolor de que nunca sostendras la carne de tu carne en tus brazos, al que no veras mirarte fijamente a la cara, que nunca mezclaras tu naturaleza esencial con la del hombre que amas. Lo que has perdido es un gran sacrificio. Quitarte al guerrero tambien…es demasiado. Como te dije, te doy la vida eterna hasta que decidas ir al Fade por tu propia voluntad. Y tengo el presentimiento de que esta opcion tomada cuando sea el turno de este guerrero de dejar la tierra.

La mano de Mary fue liberada. Y toda la alegria que habia sentido la agoto. Queria llorar.

– Oh, infiernos. -Dijo ella. -?Todavia estoy sonando verdad? Yo deberia haber sabido…

Baja, una risa femenina salio de entre las ropas. -Ve con tu guerrero, mujer. Siente el calor de su cuerpo y sepa que es verdadero.

Mary se dio la vuelta. Rhage miraba a la figura con incredulidad tambien.

Ella dio un paso hacia el, abrazandolo, escuchando el bombear de su corazon en su pecho.

La negra figura desaparecio y Rhage comenzo a hablar en la antigua lengua, palabras que salian tan rapidas de su boca que no las hubiera entendido aunque hubieran sido en ingles.

Rezos, penso ella…el estaba rezando.

Cuando finalmente termino, la miro. -Permiteme besarte, Mary.

– Espera, por favor ?dime lo que ha pasado? ?Y quien es ella?

– Mas tarde. No puedo…no pienso con claridad ahora mismo. En realidad, mas vale que me acueste durante un minuto. Me parece que voy a desmayarme y no quiero caer sobre ti.

Ella coloco su pesado brazo sobre sus hombros y lo agarro alrededor de la cintura. Cuando se inclino sobre ella, ella gruno por el peso.

En cuanto Rhage estuvo acostado, el se arranco las tiras blancas de su cuello y de sus munecas. Fue entonces que ella vio que algo brillante se habia mezclado con la sangre sobre sus espinillas. Ella miro la losa negra. Habia pedacitos sobre ello, como el cristal ?o diamantes? Dios, el habia estado arrodillado sobre ellos. No era nada de asombrar que se hubiera cortado con la materia prima.

– ?Que estabas haciendo? -Le pregunto ella.

– Luto.

– ?Por que?

– Despues. – La coloco encima de el y la abrazo con fuerza.

Sintiendo su cuerpo bajo el suyo, ella se pregunto si era posible que los milagros pasaran de verdad. Y no de esa clase de-acabo-de-tener-buena-suerte, pero la misticidad, era una variedad incomprensible. Penso en los doctores corriendo alrededor de sus analisis de sangre y sus tablas. Sintiendo el choque de electricidad a traves de su brazo y en su pecho cuando la negra figura la habia tocado.

Y penso en los rezos desesperados que habia lanzado al cielo.

Si, decidio Mary. Los Milagros pasaban realmente en el mundo.

Ella comenzo a reir y a llorar al mismo tiempo y tomo la reaccion calmada de Rhage ante el arrebato.

Un poco mas tarde ella le dijo. -Solo mi madre podia haber creido en esto.

– ?Creido que?

– Mi madre era una buena catolica. Tenia Fe en Dios, la salvacion y la vida eterna. -Lo beso en el cuello. - Entonces ella habria creido en todo esto al instante. Y habria estado convencida de que la madre de Dios habia estado bajo aquellas ropas negras en este momento.

– En realidad era la Scribe Virgin. Quien es muchas cosas, pero no la madre de Jesus. Al menos, no tal como funciona nuestro lexico.

Ella levanto su cabeza. -Sabes, mi madre siempre me decia que me salvaria tanto si creia en Dios o no. Estaba convencida de que no podia alejarme de la Gracia debido a como me llamo. Decia que siempre que alguien me llamara o escribiera mi nombre o pensara en mi, me protegeria.

– ?Tu nombre?

– Mary. Ella me llamo asi por la Virgen Maria.

La respiracion de Rhage se paro. Y luego rio suavemente.

– ?Que es tan gracioso?

Sus ojos verde azulados brillaban, relucian. -Es solo que V…bueno, V nunca se equivoca. Oh, Mary, mi hermosa virgen ?dejaras que te ame mientras viva? Cuando vaya al Fade ?vendras conmigo?

– Si.-Ella le acaricio la mejilla. -?Pero no te importa que no pueda tener a tus hijos?

– En lo mas minimo. Te tengo, eso es todo lo que importa.

– Sabes. -Murmuro ella -Siempre existe la adopcion. ?Los vampiros adoptan?

– Preguntale a Tohrment y a Wellsie. Ya puedes contra en que John es como un hijo propio. -Rhage sonrio. - Quieres un bebe, te conseguire uno. Sabes, yo podria ser un buen padre.

– Creo que seras mas que bueno.

Cuando ella se inclino para besarlo, el la detuvo. -Ah, hay otra cosa.

– ?Que?

– Bueno, estamos pegados a la bestia. Negocie con la Scribe Virgin…

Mary se aparto. -?Negociaste?

– Tenia que hacer algo para salvarte.

Ella lo miro fijamente, atontada y luego cerro los ojos. Puso los engranajes en movimiento, el la habia salvado.

– Mary, tenia que negociar con algo…

Ella lo beso con fuerza. -Oh, Dios, te amo. Ella respiro.

– ?Incluso si significa que vas a tener que vivir con la bestia? Por que la maldicion ahora es perpetua. Como una piedra. Para siempre.

– Te dije, que esta bien por mi. -Ella rio. -Significa, vamos. Es una cosa amable, del tipo Godzilla. Y lo vere como un dos por uno en el trato.

Lo ojos de Rhage destellaron blancos cuando la derribo y puso su boca sobre su cuello.

– Me alegro de que te guste. -Murmuro el, sus manos tirando de su camisa. -Por que los dos somos tuyos. Nos tendras por el tiempo que quieras.

– Esto sera para siempre. -Dijo ella cuando se dejo ir.

Y se deleito con todo el amor.

***
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