— ?No estoy robandole mucho tiempo? — pregunto Kruger cuando llegaron a la superficie —. Parece ser esta la epoca mas ajetreada en la vida de vuestra gente.

— No tengo nada mas que hacer — fue la respuesta —. Mi sucesor ha ocupado ya mi lugar.

— Pero ?no se queda esta vez en las Murallas de Hielo?

— No. Mi vida se ha acabado. Unos pocos de nosotros se quedaran para cerciorarse de que los cierres estan correctamente colocados, pero esa no es una de mis tareas. En cuanto deje de servir para algo, me ire.

— Pero pense que habian desmantelado todos los planeadores capaces de llevar a uno de ustedes.

— Es cierto, me ire a pie. No volvemos a las ciudades.

— Quiere decir… — Kruger dejo de hablar; sabia que Dar habia explicado a su gente muy poco sobre la radio, y no estaba seguro de lo que aquel ser sabria. Sin embargo, el profesor supo o se figuro lo que pensaba Kruger.

— No, no volvemos a las ciudades. No es la costumbre; dura ya tanto tiempo que no puedo darte detalles muy precisos sobre la causa. Sin embargo, es mejor que lleguemos al fin antes de que el calor sea muy fuerte, al menos no antes de que nuestros cuerpos sean destruidos por otros medios. Cuando ya no me necesiten… me ire a dar un paseo por el casquete polar.

Kruger se dio cuenta que no tenia nada que decir, excepto que aun necesitaba la compania del profesor. Invitado por el, el ser entro en el modulo, donde fue inspeccionado con gran interes por los biologos que habian ido con ellos. Uno hablaba lo suficiente de la lengua nativa para hacer innecesaria la presencia del chico y volvio a la plataforma de aterrizaje para buscar a Dar. Sin embargo, su pequeno amigo no aparecia y la actividad incansable que alli se desarrollaba mantuvo fija la atencion de Nils hasta que considero necesario ponerse a dormir.

Asi pasaba el tiempo. Gradualmente, iba disminuyendo el numero de planeadores, al cesar las llegadas y dirigirse al otro hemisferio los que alli estaban. La vista de la indiferencia con que estos seres empezaban sus ultimos vuelos resultaba deprimente, no solo para Kruger, sino tambien para los demas seres humanos que estaban contemplandolo.

— Supongo que dependera unicamente de la forma en que seas educado — senalo uno de los hombres —, pero si supiera que solo me quedaba una semana de vida tendria un aspecto mucho mas circunspecto.

— Creo que les quedan unas tres semanas — dijo Kruger —. Cierran este lugar con un ano de adelanto sobre el momento en que se espera el cambio atmosferico, para estar mas seguros.

— No seas tan sutil.

— No trataba de serlo. Saque la impresion de que Dar sentia lastima de nosotros por tener que vivir dia tras dia sin saber cuando sobrevendria nuestro fin. Supongo que le sera tambien a el dificil darse cuenta de que estamos habituados a ello, como lo es para nosotros comprender su actitud.

— Es cierto — una nueva voz respondio y Kruger se volvio para ver al comandante Burke de pie en la entrada al modulo —. Me hubiera gustado haber conocido mejor a tu amigo, senor Kruger, pero supongo que nunca llegamos a conocerle realmente, ni tu incluso.

— Puede ser que no, pero no puedo evitar pensar que si le conocia.

— Mejor para ti. ?No ha llegado casi el momento de cerrar las puertas? Varios hombres mas estaban emergiendo de la pequena nave.

— No he seguido la pista muy de cerca, senor, pero creo que sera algo asi. Casi todos los planeadores se han ido y… he visto salir a algunos Profesores de la plataforma y empezar a merodear por la montana — su voz temblo un poco al decir esto y el comandante asintio con gravedad.

— Si; el que le servia de guia se fue la ultima vez que se quedo dormido.

— ?Que? No lo sabia, senor.

— Sabia que lo ignoraba. Le aconseje que lo hiciera entonces. Crei que seria mejor asi — habia algo en el tono de voz del oficial que prohibia que se le formularan mas preguntas.

Algunos mas de los Profesores gigantes aparecieron entonces en la plataforma y los hombres dejaron su conversacion para observarlos. Uno se aproximo al grupo y hablo.

— Vamos ahora a comprobar el cierre de las puertas del exterior. Estan situadas a cierta distancia en el interior del tunel, ya que hemos encontrado conveniente dejar que el hielo penetre en las cavernas superiores en la ultima parte de la estacion caliente. ?Os importaria venir con nosotros para contemplar esta operacion.

— ?Espere un minuto! ?Dar Lang Ahn prometio verme antes de que se cerraran las puertas! ?Donde esta?

— Se dirige hacia aqui. Si vienes con nosotros lo encontraras en el tunel. Veo que su planeador le esta aguardando — el ser se volvio sin decir nada mas y los hombres le siguieron, fijandose Burke en el aturdido Kruger, que se veia la pena asomar en su rostro.

Las puertas estaban a unas trescientas yardas en el interior del tunel, y de acuerdo a la prediccion del profesor, Dar Lang Ahn les estaba esperando a su lado.

— ?Eh, Nils! — grito al aparecer a la vista el chico —. Siento haber tardado tanto. Habia mucho que hacer, creeme.

— ?Dar! No puedes haber terminado…, pero este Profesor dijo…

— Claro que acabe. Tenia que hacerlo. Vamos a la superficie, pues tengo que examinar mi planeador. ?O prefieres ver como cierran la puerta?

— ?Pero no pueden cerrarla! ?No puedes haberles dicho todo lo que aprendiste de nosotros. ?Tienes que quedarte y ser un Profesor para la proxima generacion! — el pequeno nativo estuvo en silencio un rato y luego hablo en voz suave.

— Ven conmigo, Nils. Tal vez haya hecho algo que no debiera, pero ya esta hecho.

Tratare de explicartelo — gesticulo a lo largo del tunel y el chico le obedecio en silencio, manteniendose al lado de su pequeno amigo. Dar empezo a hablar mientras andaban; el comandante les miro, moviendo la cabeza.

— Nils, no podia hacerlo. Pense en lo que acabas de mencionar, y cuando empece a aprender cosas de vosotros, en cierto modo, planee hacer lo que acabas de sugerir. No me agradaba, por supuesto, pero parecia ser mi deber. Entonces permaneci contigo y tu gente y… segui aprendiendo. Astronomia, geologia, biologia, arqueologia, matematicas y todas las otras especialidades representadas por la gente de tu grupo. Era demasiado para mi.

— ?Demasiado para que tu lo recordaras? — corto Kruger, sobreponiendo momentaneamente su sorpresa a su disgusto.

— No demasiado para recordar, no, pero si demasiado para digerir bien. Podia haberme quedado aqui abajo y dictar muchos y muchos libros sobre todo lo que habia visto hacer o oido decir, pero aunque entendiera una buena parte de ello mi gente no lo hubiera hecho.

Habia algo que necesitaban mas y poco a poco llegue a comprender lo que era.

«Es un metodo, Nils. Esa es la forma en que vosotros resolveis los problemas, mediante la conjuncion de la experimentacion y la imaginacion. Eso era lo que mi gente tenia que aprender y lo que yo tenia que mostrarles. Despues de todo, sus problemas son diferentes de los vuestros y tendran que solucionarselos ellos mismos. De acuerdo que los hechos son tambien importantes, pero no les ofreci demasiados. Solo muestras dispersas de informacion para que puedan comprobar sus respuestas de vez en cuando.

— Entonces… ?Entonces es por mi propia falta que estas haciendo esto!

Deliberadamente te hice llegar informacion de todos los campos que pude para que no tuvieras ninguna oportunidad de haberla registrado toda antes del momento de la muerte.

— ?No! No es falta tuya, si es que se le puede llamar asi. Me ensenaste, indirectamente lo admito, todo lo que necesitabamos aprender. Estaba buscando una excusa para no quedarme atrapado en las Murallas; si dices que me la proporcionaste tu, de acuerdo, y gracias — dejo de hablar; habian llegado a la plataforma y Dar empezo sin mas preambulos a asegurarse de que su planeador se hallaba dispuesto para el despegue.

— Pero… ?no puedes venir con nosotros? No tienes por que volver a Kwarr y… y… — Kruger no pudo acabar su frase. Dar dejo su tarea y le miro estrechamente. Durante un momento parecio dudar en tomar una decision; despues movio su cabeza haciendo el gesto negativo que habia aprendido de Kruger.

— Me temo que no. Creo sentir como te sientes, amigo Nils, y en cierto modo me da pena dejarte atras, pero… ?vendras tu conmigo? — casi hizo su equivalente a una sonrisa al preguntar esto. Kruger permanecia en silencio.

— Por supuesto que no…, no podrias. Esperas vivir aun mucho tiempo, aunque no sepas cuanto — apreto una

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