representar tu pequena actuacion. Despues de todo, no somos las unicas que hemos leido La amante del caballero vampiro.

– Si, y asegurate de que se te vean los colmillos. De esa manera, la gente creera que esta viendo realmente un vampiro. De lo contrario pensaran que solo eres una loca agitando una capa -anadio Julianne, claramente metida en la situacion. -?Como sabran que se trata de una mujer si lo unico que veran es una mascara, unos colmillos y una capa?

– Le he cosido los tirabuzones rubios de una vieja peluca de mi madre a la mascara -dijo Emily.

Sarah hizo una mueca y se llevo la mano al hueco de la espalda.

– Oh, como desearia estar alli-refunfuno.

– Asi podrias disuadirla de esta locura -dijo Carolyn.

– No, pero podria ayudarla -dijo Sarah. -Es mejor echarle una mano; esta claro que no va a cambiar de opinion. -Fruncio el ceno, luego esbozo una sonrisa. -La ventana de la salita de mi casa tiene una vista excelente del parque. Dime a que hora sera la funcion y me acercare a mirar. Como estoy segura de que Matthew estara cerca de mi, en cuanto me vea asomada en la ventana senalare hacia fuera y le dire que una figura envuelta en una capa acaba de cruzar el parque. No sabremos que lo que vi fue un vampiro hasta que oigamos los rumores, pero sera un testimonio mas.

– Excelente -dijo Emily, dirigiendole a su amiga una sonrisa de agradecimiento. -Es probable que la historia aparezca en el Times. Despues de varias apariciones…

– ?Varias apariciones? -pregunto Carolyn, con los ojos muy abiertos. -?Es que piensas hacerlo mas veces?

Emily asintio con la cabeza.

– Creo que tendre que hacerlo por lo menos dos veces mas. Quiza tres. Probablemente, dos sean mas que suficientes. Estoy segura de que despues de la segunda aparicion surgira un gran interes por las mujeres vampiro y por mi relato. Sin duda se vendera y ganare mucho dinero; salvare a mi familia de la ruina economica y no tendre que casarme con un hombre rico del que no este enamorada.

– Se reclino y sonrio. -?A que soy un genio?

Carolyn nego con la cabeza.

– Es evidente que no se te ha ocurrido pensar en lo peligroso que es que una mujer se pasee sola en la oscuridad. De verdad, no importa lo rapido que corras, te atraparan.

– Es peligroso para una mujer -convino Emily, -pero no para una mujer vampiro. ?Quien en su sano juicio perseguiria a un vampiro? La gente huye de ellos. No quieren que les muerda y les succione la sangre.

– Puede que tengas razon -dijo Julianne.

Carolyn clavo los ojos en Julianne.

– No puedo creer que le sigas la corriente.

– Admito que es arriesgado -dijo Julianne con suavidad, -pero todos hemos oido la expresion «quien no arriesga, no gana». Y tal y como se ha desarrollado mi vida, es cierto. Si el plan de Emily tiene exito, no cabe duda de que se resolveran sus problemas. Se salvara de un matrimonio sin amor.

– Se enfrento a la mirada de Sarah y Carolyn. -Dado que nosotras tres nos hemos casado con el hombre que amamos y que a su vez nos ama, no podemos querer menos para Emily, ?verdad?

– Bueno, no, pero… -comenzo Carolyn, pero Julianne la interrumpio.

– Nada de peros. Nuestra amiga se encuentra en una situacion desesperada, y eso exige medidas desesperadas.

– Cogio las manos de Emily. -En vista de mi situacion y de que no asistire a ninguna velada, no se que podria hacer para ayudarte, pero tienes todo mi apoyo. Como minimo puedo rezar por tu seguridad y por que tengas exito. Y te sugiero que lleves un frasquito con sangre de pollo para derramar en el suelo. Aunque no lo descubran hasta la manana siguiente, fomentara la creencia de que hay un vampiro suelto por los alrededores.

Emily se llevo la mano de Julianne a los labios y dio un pequeno beso en los dedos de su leal amiga.

– Es una idea excelente. Gracias.

– No es que no quiera verte feliz -dijo Carolyn con aire inquieto, -pero estoy preocupada. Hay tantas cosas que podrian salir mal…

– Pero tambien podrian salir bien -senalo Emily. -Y asi sera. No tengo intencion de fallar.

– ?Y si lo haces? -replico Carolyn. Emily alzo la barbilla.

– Entonces no tendre mas remedio que hacer lo que es mi deber, casarme con alguien para salvar a mi familia de la ruina. -Y lo haria si no tenia otra alternativa. Con veintiun anos era la unica de su familia que estaba en edad casadera. Kenneth, William y Percy tenian dieciseis, catorce y trece anos respectivamente; Mary, solo once; y el pequeno Arthur (que fue una autentica sorpresa), siete. Pensar en que su amada familia, incluida ella, se viera apartada de la sociedad, que sus hermanos no pudieran recibir la educacion adecuada y se vieran obligados a vivir en solo Dios sabe que tipo de condiciones deplorables, resultaba simplemente insoportable. -Sin embargo, rezare para que eso no ocurra.

El silencio se extendio entre ellas durante varios segundos.

– Hare lo que este en mi mano para ayudarte -dijo finalmente Carolyn. -Pero tienes que prometerme que seras muy cuidadosa.

– Y que correras muy rapido -anadio Sarah.

– Lo hare -prometio Emily, aliviada. -En el fondo se que esto es lo mejor que puedo hacer y que todo saldra bien. Ademas, entre mi cuidadosa planificacion y vuestra inestimable ayuda, ?que podria salir mal?

Una hora mas tarde, despues de haberse despedido de sus amigas en la puerta, Emily se volvio hacia Rupert.

– ?Donde estan mis padres? -le pregunto al mayordomo. Tenia que llevar el disfraz a casa de lord Teller y esconderlo en el jardin, pero antes tenia que saber donde estaban sus padres para poder evitarlos.

– Lady Fenstraw y los ninos salieron hace poco para Gunter's.

Excelente. Al haber salido con sus hermanos, su madre no podria abandonar la heladeria mas popular de Londres al menos en una hora.

– ?Y mi padre?

– Su senoria esta reunido en el estudio con ese caballero americano.

Emily se quedo helada; una extrana dicotomia teniendo en cuenta el calor que le recorrio el cuerpo.

– ?El caballero americano?

La larga y afilada nariz de Rupert se alzo un poco. -Si, ese tal senor Jennsen.

– Oh, ya veo -dijo Emily, sintiendose orgullosa del tono despectivo de su voz. -?Lleva aqui mucho tiempo? - Casi media hora, lady Emily.

La joven apreto los dientes. Santo Dios, habian regresado a Londres hacia menos de veinticuatro horas y el senor Jennsen ya estaba molestando a su padre por las deudas que tenian pendientes. La senora Waverly, el ama de llaves, entro en el vestibulo para consultar un asunto de la casa con Rupert, y Emily aprovecho la ocasion para escapar. Sin embargo, en vez de dirigirse a su dormitorio para recoger el disfraz, recorrio el pasillo hasta la biblioteca. Entro y cerro la puerta sin hacer ruido, moviendose de puntillas entre las mesitas de caoba, las sillas y los sofas acolchados, cruzando las alfombras Axminster que cubrian el suelo y deteniendose en la puerta con paneles de madera ubicada en la pared y que conducia a la habitacion contigua.

El estudio de su padre.

Se arrodillo y acerco el ojo al hueco de la cerradura. Solto un suspiro de impaciencia. Su padre tenia situado el escritorio de manera que lo unico que podia ver eran las licoreras de cristal junto a la ventana. Se levanto y pego la oreja a la hoja de la puerta. Le llego un murmullo de voces masculinas, pero ?porras!, no lograba entender nada de lo que decian.

Con una habilidad aprendida tras anos de jugar a los espias con sus hermanos, giro lentamente el pomo de laton sin hacer ruido y abrio la puerta solo una rendija.

Y oyo…

Nada.

Pego aun mas la oreja y escucho durante casi un minuto, pero al ver que no oia nada mas que un dilatado silencio, se trago un suspiro de fastidio. Menuda suerte la suya al haber abierto la puerta justo en una pausa de la conversacion. ?Por que los hombres no mantenian un dialogo continuo como las mujeres? Cielos, su padre era

Вы читаете Mascarada
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×