LOZANA.- Son locuras decir eso.

JODIO.- Mira por que lo digo, porque yo querria, si pudiese ser, que hoy en este dia fueseis rica.

LOZANA.- ?Es el culantro hervir, hervir?

JODIO.- ?Por vida de esa cara honrada, que mas valeis que pensais! Vamos a traer un ganapan que lleve todo esto.

RAMPIN.- Veis alli uno, llamadlo vos, que la casa yo se donde esta. Tres tanto pareceis mejor de esa manera. Id vos delante, buen judio, que nosotros nos iremos tras vos.

JODIO.- ?Y donde es esa casa que decis?

RAMPIN.- A la Aduana.

JODIO.- Bueno, asi gocen de vos; pues no tardeis, que yo la pagare. Y esta escoba para limpiarla con buena manderecha.

Mamotreto XVII

Informacion que interpone el autor para que se entienda lo que adelante ha de seguir

AUTOR.- «El que siembra alguna virtud coge fama; quien dice la verdad cobra odio». Por eso, notad: estando escribiendo el pasado capitulo, del dolor del pie deje este cuaderno sobre la tabla, y entro Rampin y dijo: «?Que testamento es este?» Pusolo a enjugar y dijo: «Yo venia a que fueseis a casa, y vereis mas de diez putas, y quien se quita las cejas y quien se pela lo suyo. Y como la Lozana no es estada buena jamas de su mal, el pelador no tenia harta atanquia, que todo era calcina. Hase quemado una bolonesa todo el pegujar, y pusimosle butiro y dimosle a entender que eran blanduras; alli dejo dos julios, aunque le peso. Veni, que reireis con la hornera que esta alli, y dice que trajo a su hija virgen a Roma, salvo que con el palo o cabo de la pala la desvirgo; y miente, que el sacristan con el cirio pascual se lo abrio».

AUTOR.- ?Como? ?Y su madre la trajo a Roma?

RAMPIN.- Senor, si, para ganar, que era pobre. Tambien la otra vuestra muy querida dice que ella os sanara. Mira que quieren hacer berenjenas en conserva, que aqui llevo clavos de gelofe, mas no a mis expensas, que tambien se yo hacer del necio, y despues todo se queda en casa. ?Quereis venir? Que todo el mal se os quitara si las veis.

AUTOR.- No quiero ir, que el tiempo me da pena; pero deci a la Lozana que un tiempo fue que no me hiciera ella esos arrumacos, que ya veo que os envia ella, y no quiero ir porque dicen despues que no hago sino mirar y notar lo que pasa, para escribir despues, y que saco dechados. ?Piensan que si quisiese decir todas las cosas que he visto, que no se mejor replicarlas que vos, que ha tantos anos que estais en su compania? Mas soyle yo servidor como ella sabe, y es de mi tierra o cerca de ella, y no la quiero enojar. ?Y a vos no os conoci yo en tiempo de Julio segundo en Plaza Nagona, cuando serviais al senor canonigo?

RAMPIN.- Verdad decis, mas estuve poco.

AUTOR.- Eso, poco: alli os vi moliendo no se que.

RAMPIN.- Si, si, verdad decis. ?Oh, buena casa y venturosa! Mas ganaba ella entonces alli, que ahora la meitad, porque pasaban ellas disimuladas, y se entraban alli, calla callando. ?Mal ano para la de los Rios, aunque fue muy famosa! Mira que le acontecio: no ha cuatro dias vino alli una mujer lombarda, que son bobas, y era ya de tiempo, y dijo que la remediase, que ella lo pagaria, y dijo: «Senora, un palafrenero que tiene mi amistad no viene a mi casa mas ha de un mes. Queria saber si se ha envuelto con otra». Cuando ella oyo esto, me llamo y dijo: «Dame aca aquel espejo de alinde». Y miro y respondiole: «Senora, aqui es menester otra cosa que palabra; si me traeis las cosas que fueren menester, sereis servida.» La lombarda dijo: «Senora, ved aqui cinco julios». La Lozana dijo: «Pues anda vos, Rampin». Yo tome mis dineros, y traigo un maravedi de plomo, y vengo y digo que no hay lena, sino carbon, y que costo mas, y ella dijo que no se curaba. Yo hice buen fuego, que teniamos de asar un ansaron para cenar, que venia alli una putilla con su amigo a cena, y asi la hizo desnudar, que era el mejor deporte del mundo, y le echo el plomo por debajo en tierra, y ella en cueros. Y mirando en el plomo, le dijo que no tenia otro mal sino que estaba detenido, pero que no se podia saber si era de mujer o de otra, que tornase otro dia y verialo de mas espacio. Dijo ella: «?Que mandais que traiga?» Lozana: «Una gallina negra y un gallo que sea de un ano, y siete huevos que sean todos nacidos aquel dia, y traeme una cosa suya». Dijo ella: «?Traere una agujeta o una cofia?» La Lozana: «Si, si». Y sorraba mi perrica. Y mas contenta viene otro dia cargada, y trajo otros dos julios, y metio ella la clara de un huevo en un orinal, y alli le demostro como el estaba abrazado con otra, que tenia una vestidura azul. E hicimosle matar la gallina y ligar el gallo con su estringa, y asi le dimos a entender que la otra presto moriria, y que el quedaba ligado con ella y no con la otra, y que presto vendria. Y asi se fue, y nosotros comimos una capirotada con mucho queso.

AUTOR.- A esa me quisiera yo hallar.

RAMPIN.- Veni a casa, que tambien habra para vos.

AUTOR.- ?Anda, puerco!

RAMPIN.- «?Tanto es Pedro de Dios…

AUTOR.-… que no te medre Dios!»

RAMPIN.- Veni vos y vereis el gallo, que para otro dia lo tenemos.

AUTOR.- Pues sea asi, que me llameis, y yo pagare el vino.

RAMPIN.- Si hare. Sana presto. ?No quereis vos hacer lo que hizo ella para su mal, que no cuesta sino dos ducados? Que por su fatiga no queria ella nada, que todo seria un par de calzas para esta invernada. Mira, ya ha sanado en Velitre a un espanol de lo suyo, y a cabo de ocho dias se lo quiso hacer, y era persona que no perdiera nada, y porque andaban entonces por desposarnos a mi y a ella, porque cesase la peste, no lo hizo.

AUTOR.- ?Anda, que eres bobo! Que ya se quien es y se lo hizo, y le dio un tabardo o caparela para que se desposase; ella misma nos lo conto.

RAMPIN.- ?Pues veis ahi por que lo sano?

AUTOR.- Eso pudo ser por gracia de Dios.

RAMPIN.- Senor, no, sino con su unguento. Son mas de cuatro que la ruegan, y porque no sea lo de Faustina, que la tomo por muerta y la sano y despues no la quiso pagar, dijo que un voto que hizo la sano, y diole el paga: ?nunca mas empacharse con romanescas!

AUTOR.- Ahora andad en buena hora y encomendamela, y a la otra desvirgaviejos, que soy todo suyo. ?Valgaos Dios!

RAMPIN.- No, que no cai.

AUTOR.- ?Teneos bien, que esta peligrosa esa escalera! ?Caiste? ?Valgate el diablo!

RAMPIN.- ?Ahora si que cai!

AUTOR.- ?Os hicisteis os mal? Poneos este pano de cabeza.

RAMPIN.- Asi me ire hasta casa que me ensalme.

AUTOR.- ?Que ensalme te dira?

RAMPIN.- El del mal francorum.

AUTOR.- ?Como dice?

RAMPIN.- «Eran tres cortesanas y tenian tres amigos, pajes de Franquilano: la una lo tiene publico, y la otra muy callado; a la otra le vuelta con el lunario. Quien esta oracion dijere tres veces a rimano, cuando nace sea sano, amen».

Mamotreto XVIII

Prosigue el autor, tornando al decimosexto mamotreto, que, viniendo de la judaica, dice Rampin

[RAMPIN.-] Si aquel jodio no se adelantara, esta celosia se vende, y fuera buena para una ventana. Y es gran reputacion tener celosia.

LOZANA.- ?Y en que veis que se vende?

RAMPIN.- Porque tiene aquel ramico verde puesto, que aqui a los caballos o a lo que quieren vender le ponen una hoja verde sobre las orejas.

LOZANA.- Para eso mejor sera poner el ramo sin la celosia y venderemos mejor.

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