– ?Te ha dicho la senora Baxter que Riley Whitefield esta de nuevo en la ciudad? -pregunto Vivian con una sonrisa en los labios.

– ?No tenias que estar en alguna parte?

Vivian se echo a reir y se marcho corriendo hacia las escaleras.

Gracie observo como su hermana se marchaba. Entonces, abrio el periodico y se preparo para una tranquila manana de sabado. Aquella tarde se iba a mudar a la casa que habia alquilado para las seis semanas que iba a estar alli, pero, hasta aquel momento, no tenia nada en lo que ocupar el tiempo mas que…

La puerta trasera se abrio de par en par.

– Estupendo. Estas levantada -dijo Alexis, que era tres anos mayor que Gracie-. ?Donde esta Vivian?

– Preparandose para irse a la ferreteria.

– Pense que ya se habria marchado -comento Alexis, frunciendo el ceno-. ?No empezaban las rebajas a las ocho?

– No tengo ni idea -admitio Gracie,

Llevaba solo dos dias en la casa y aun no habia conseguido situarse. Alexis y Vivian habian crecido en aquella casa, pero Gracie se habia marchado el verano en el que cumplio catorce anos y no habia regresado desde entonces.

Alexis se sirvio una taza de cafe y se sento al lado de Gracie.

– Tenemos que hablar -dijo Alexis en voz baja-, pero no se lo puedes decir a Vivian ni a mama. No quiero preocuparlas cuando tienen que ocuparse de todos los preparativos de la boda.

– Tu diras.

– Se trata de Zeke -susurro Alexis, apretando los labios-. Maldita sea, me jure que no lloraria.

Gracie se tenso. Zeke y Alexis llevaban cinco anos casados felizmente, segun creia todo el mundo. Alexis contuvo el aliento y lo dejo escapar.

– Creo que tiene una aventura.

– ?Como dices? Eso no es posible. Esta loco por ti.

– Eso tambien creia yo, pero… Se marcha todas las noches y no aparece hasta las tres o las cuatro de la manana. Cuando le pido que me cuente lo que esta pasando, me dice que esta trabajando hasta muy tarde en la campana, pero yo no lo creo.

– ?De que campana estas hablando? Yo creia que Zeke se dedicaba a vender seguros.

– Si, pero se esta ocupando de la campana de Riley Whitefield para la alcaldia. Creia que lo sabias.

– ?Desde cuando? -pregunto Gracie.

– Desde hace unas meses. Contrato a Zeke porque…

Se oyeron unos pasos en la escalera. Segundos despues, Vivian entro en la cocina.

– Eh, Alexis -dijo, mientras terminaba de hacerse una trenza-. ?Quieres ir a la tienda en mi lugar?

– No.

– No se pierde nada por preguntar -comento Vivian con una sonrisa-. Me voy a trabajar como una esclava para pagar mi vestido de bodas. No os divirtais demasiado, en mi ausencia.

Se marcho por la puerta trasera. Un minuto mas tarde, se escucho el motor de un coche. Alexis se levanto y se acerco a la ventana.

– Ya se ha marchado. ?Donde estabamos?

– Me estabas diciendo que tu marido ahora trabaja para Riley Whitefield. ?Como ha sido eso?

– Despues de la universidad, Zeke se paso dos anos trabajando para un senador de Arizona. Yo estaba en Arizona y el… Dios, de eso hace toda una vida -susurro Alexis, con una sonrisa-. No me puedo creer que el sea capaz de esto. Lo amo mucho y creia que el… ?Que voy a hacer?

Gracie tenia la extrana sensacion de estar atrapada en medio de una casa de espejos. Nada era lo que parecia y aun no habia sido capaz de encontrar la salida.

Alexis y Vivian eran sus hermanas. Su familia. Se parecian tanto que nadie pasaria por alto el vinculo que habia entre ellas. Cabello largo y rubio, grandes ojos azules y la misma constitucion. Sin embargo, Gracie llevaba media vida ejerciendo sus deberes de hermana desde la distancia. No sabia como intercambiar confidencias ni dar consejos sin un poco de calentamiento.

– No puedes estar completamente segura de que Zeke este haciendo algo. Tal vez sea por la campana…

– No lo se, pero tengo la intencion de descubrirlo.

– Se que voy a odiarme a mi misma por preguntar -dijo Gracie con una extrana sensacion en el estomago-, pero, ?como?

– Espiandolo. Se supone que esta noche tiene una reunion con Riley y yo voy a estar presente.

– No me parece que sea una buena idea. Confia en mi. Hablo por experiencia. Por experiencia con Riley.

– Voy a hacerlo -insistio Alexis con los ojos llenos de lagrimas-, y necesito tu ayuda.

– No, no, Alexis. No puedo hacerlo. Ni tu tampoco. Esto es una locura.

Las lagrimas comenzaron a rodar por las mejillas de su hermana. El dolor le oscurecia los ojos. Alexis era en aquellos momentos la personificacion de la agonia y Gracie no sabia como enfrentarse a aquella sensacion.

– Eso solo puede conducir al desastre -insistio-. No pienso formar parte de algo asi.

– Yo… lo comprendo -musito Alexis con voz temblorosa.

– Bien, porque no pienso acompanarte.

Aquella noche, Gracie se encontro siguiendo a su hermana a lo largo de un seto que habia al este de una enorme casa. No se trataba de una casa cualquiera. Era la mansion de la familia Whitefield, hogar de muchas generaciones de acaudalados Whitefield y, en aquellos momentos el hogar de Riley.

– Esto es una locura -susurro Gracie mientras Alexis y ella se agachaban a poca distancia de una ventana-. Deje de espiar a Riley cuando tenia catorce anos. No me puedo creer que lo este haciendo otra vez.

– No estas espiando a Riley, sino a Zeke. Hay una gran diferencia.

– Dudo que Riley lo vea asi si nos descubren.

– No nos descubriran. ?Te has traido la camara?

Gracie saco su Polaroid y se la mostro a su hermana.

– Preparala -dijo Alexis-. La ventana de la biblioteca esta a la vuelta de la esquina. Desde alli, deberias poder tomar una buena foto.

– ?Y por que no eres tu la que toma la fotografia?

– Porque yo voy a quedarme aqui para ver si sale alguna mujer corriendo por la puerta trasera.

– ?No te parece que si Zeke estuviera teniendo una aventura se marcharia a un motel? -pregunto Gracie.

– No puede. Yo pago las facturas. Ademas, cuando estabamos saliendo, el le dejo a un amigo utilizar su apartamento para una cita. Estoy segura de que Riley esta haciendo lo mismo por Zeke. ?Quien celebra reuniones de campana hasta las dos de la manana?

En un cierto y alocado modo, parecia logico. Gracie se dirigio hacia el lugar que Alexis le habia indicado.

– Ni siquiera sabemos si estan en la biblioteca -musito.

– Zeke me ha dicho que siempre se reunen alli Si de verdad estan celebrando una reunion para la campana, es alli donde se deberia realizar.

– ?No te vale con que mire por la ventana y te diga lo que veo?

– Quiero pruebas.

Lo que Gracie queria era estar lejos, muy lejos de alli, pero reconocio la testaruda expresion que Alexis tenia en el rostro. Aunque hubiera estado dispuesta a darle la espalda a su hermana, no podia hacerlo. Era mucho mejor limitarse a tomar las fotografias que seguir alli discutiendo con ella.

– Preparate -le dijo Gracie, mientras seguia avanzando.

Los arbustos que habia alrededor del edificio eran mucho mas espesos de lo que parecian en un principio. Le aranaban los antebrazos desnudos y le tiraban de los pantalones. Lo peor era que la ventana de la biblioteca estaba mucho mas alta de lo que era ella, lo que significaba que tendria que sujetar la camara por encima de la cabeza y tomar la fotografia sin estar segura de lo que estaba pasando en su interior ni de quien habia dentro. Seria una mala suerte que ella tomara la fotografia justo cuando alguien se asomaba a la ventana.

– Alla vamos -musito mientras se ponia de puntillas y apretaba el boton rojo.

Una luz blanca y brillante ilumino la noche. Inmediatamente, Gracie se dejo caer de rodillas y lanzo una maldicion. ?El flash! ?Como se le habia podido olvidar el flash?

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