– ?Es lo mejor que se te ocurre? Habria sido mas ingenioso decir que tiene alergia. Tu eres el jugador de beisbol rico y famoso, ?no?

– Ex jugador de beisbol.

– Me da igual. Encarga flores para tu abuela. Muchas flores. Que las vayan entregando periodicamente. ?Me has oido? Anade algunos animales de peluche: osos, gatos, jirafas, lo que sea. Algo que le haga creer que a su familia le importa si vive o se muere. Si no lo haces, tendras que darme explicaciones y te aseguro que no va a gustarte.

A el le parecio que Lori se preocupaba por lo que no debia, pero respeto su entusiasmo.

– No me asustas.

– Todavia, pero ya le asustare.

Capitulo2

Lori instalo a Gloria, casi sin problemas, en el despacho que habian adaptado como dormitorio. Naturalmente, que la paciente estuviera casi inconsciente facilito las cosas. Deshizo la maleta de Gloria, confirmo la cita con el fisioterapeuta para la manana siguiente y eligio algo ligero para la cena. Si bien la anciana estaba recuperandose, habia perdido peso durante las ultimas semanas y queria que sus huesos recuperaran algo de la came que los rodeaba.

Iba a ver como estaba la paciente cuando llamaron a la puerta. Abrio y se encontro con dos repartidores con varios floreros llenos de flores. Uno de ellos, ademas, tenia una jirafa enorme debajo del brazo.

– Perfecto -Lori los hizo entrar para que dejaran los floreros en el suelo-. Agradezco la rapidez del servicio.

– El cliente que los encargo nos pidio que le preguntaramos si esta satisfecha.

– Digale que ni mucho menos -respondio ella con una sonrisa.

El hombre se encogio de hombros y se marcho con su companero.

Lori agarro dos de los floreros y fue al despacho. Acababa de colocarlos cuando Gloria abrio los ojos.

– ?Que estas haciendo? -pregunto con una voz sorprendentemente firme.

– Colocando las flores que han mandado tus nietos. Son preciosas, ?verdad?

– No. Detesto las flores y no veo ningun motivo para que mis nietos me manden nada. Son demasiado egoistas.

Lori estaba de acuerdo, pero siguio sonriendo con alegria.

– Me encanta como huelen. ?No te gusta?

– Claro que no. Las flores cortadas se mueren enseguida y eso me deprime. Llevatelas.

– Lo siento, pero no.

Impasible ante las quejas de Gloria, fue por la jirafa y volvio con ella. Gloria levanto ligeramente la cama y miro con furia al animal de peluche.

– ?Que es eso? Es espantoso.

Lori abrazo a la deliciosa criatura.

– Esta aqui para que sonrias. Me parece encantadora.

– Tienes el liston muy bajo.

– Creo que no -dejo la jirafa en un rincon-. Muy bien, ya esta todo. Te traere algo de comer. Estaras muriendote de hambre…

– No tengo nada de hambre. Largate.

Lori obedecio, pero fue a la cocina. Metio el plato en el microondas y repaso la bandeja. Todo estaba en su sitio. El microondas dio la senal, ella recogio la comida humeante y la llevo al despacho.

Gloria podria decir que no tenia hambre, pero habia levantado la cama para comer mejor. Una buena senal.

– Toma -dijo Lori mientras dejaba la bandeja en la mesa.

Gloria miro fijamente la bandeja y empujo la mesa. Como tenia ruedas, se alejo.

– Es repugnante. No voy a comermelo. Llevatelo. No tengo hambre.

Lori se puso en jarras. La mayoria de sus pacientes insoportables, al menos habian empezado siendo amables. El miedo y la rabia solian tardar un par de dias en aflorar. Tenia que admirar que Gloria empezara como pensaba seguir todo el tiempo.

– Estas demasiado delgada -le explico sin alterarse-. Hay dos formas de solucionarlo. Puedes comer y recuperar un par de kilos o podemos enchufarte a un tubo para alimentarle. Tengo que avisarte que, segun mi experiencia profesional, vas a preferir comer. El tubo es muy desagradable. No obstante, es una posibilidad. Al fin y al cabo, eres rica, ?no? Solo tendras lo mejor.

– Entonces, ?que haces aqui?

Lori parpadeo. La capacidad de razonar de Gloria estaba intacta.

– Soy la mejor y muy cara. Deberias tenerlo en cuenta.

Gloria la miro de arriba abajo y olisqueo.

– Eres pobre y miserable. Puedo oler tu pobreza.

– ?Lo dices por experiencia personal? Al fin y al cabo, saliste de la pobreza. Tu primer trabajo fue de doncella en un hotel, ?no?

– No voy a hablar contigo de mi pasado -replico Gloria con indignacion.

– ?Por que? La verdad es que me interesa saber como pasaste de aquello a esto. Dirigias un imperio cuando la mayoria de las mujeres tenia miedo de sonar algo parecido. Eres una precursora y lo admiro.

– ?Crees que me importa tu opinion? Lori lo penso un segundo y sonrio.

– Si. Hay poca gente que te admire, y ellos se lo pierden -Lori volvio a acercar la mesa con la bandeja-. Elegi la comida para los primeros dias, pero el servicio de comidas ha dejado un menu. Puedes revisarlo y elegir la comida o, si lo prefieres, contratar a una cocinera.

Gloria no se inmuto, pero a Lori le parecio captar un destello de algo que no supo que era.

– Te tomas muchas libertades con mi dinero -farfullo Gloria.

Lori se rio aunque sabia que su paciente no habia intentado ser graciosa.

– Es uno de los privilegios de mi profesion. ?Quieres que le corte el pollo?

Gloria la miro con los ojos entrecerrados.

– Solo si quieres que le clave el tenedor.

– Tengo muchos reflejos. Tendrias que ser muy rapida.

– Podria estar motivada.

Por fin algo parecido al humor. Otra buena senal.

– Muy bien. Te dejare comer en paz. ?Quieres ver la television? -le dejo el mando a distancia en la cama-. Llamame si quieres algo.

A las cuatro y media de esa tarde, Lori se sentia como si estuvieran jugando al raton y al gato. El progreso con Gloria habia quedado como un recuerdo lejano cuando la anciana no dejo de quejarse de que la cama era demasiado dura, de que las almohadas eran demasiado blandas, de que las sabanas olian de una forma muy rara y de que la television tenia un zumbido.

– Traere a un electricista lo antes posible.

Lori hizo todo lo posible por mantener la calma y no mirar el reloj. Habia sido la tarde mas larga de su vida y solo habia pasado media jornada con Gloria. No paraba de decirse que la anciana era infeliz por algun motivo y que todo iria a mejor.

Poco despues de las cinco, fue a la cocina y se encontro con una mujer alta, guapa y con grandes pechos que estaba vaciando una bolsa. Su uniforme la identificaba como una enfermera y su fisico le dijo claramente quien la habia contratado.

– Hola -saludo la mujer con una sonrisa-. Me llamo Sandy Larson, la enfermera del crepusculo. Normalmente, soy la enfermera de noche. «De servicio en la oscuridad». Vaya, parece al titulo de un libro o de una pelicula porno -Sandy sonrio-. No se en cual de los dos preferiria estar. En un buen dia…

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