– Para darle una oportunidad. El higado nuevo deberia haberle salvado la vida.

– Pero no se la salvo -Reid noto la rabia de la impotencia-. No consegui nada. Si hubiera dejado las cosas como estaban, habria vivido otro ano. ?Sabes lo que habria significado otro ano para ella, y para Lori y su madre?

– No lo se -contesto Gloria-, pero estas llevando demasiado lejos tu desproporcionado sentido de ser imprescindible. Intenta ser logico. Madeline queria un trasplante de higado. Tu no la obligaste. Lori y su madre tambien lo querian. Para ellas, hiciste un milagro.

– No puedes saberlo.

– Tengo una idea muy aproximada. Ademas, segun lo que me contaste, Madeline no habria sobrevivido a ninguna operacion un poco complicada. Nadie sabia el estado de su corazon. Independientemente de quien encontrara el donante, no lo habria superado.

– Pero no habria muerto ese dia. Quiza, con el tiempo, habria podido tener alguna oportunidad.

– O no. Hiciste todo lo que pudiste. Reid, te expusiste al ridiculo en publico para salvar la vida de alguien. Hiciste lo que hiciste con la mejor intencion. Nadie te lo reprocha: ni siquiera Lori.

– Eso no lo sabes.

– Claro que lo se. ?No se te ha ocurrido pensar que lo que hace Lori podria no tener nada que ver contigo? ?No has pensado que su hermana y ella estuvieron muy unidas durante anos y que su perdida la ha destrozado? ?No has pensado que te ha alejado para poder rumiar su dolor? A lo mejor piensa que no la quieres tanto como para aguantar su sufrimiento. ?Has hablado con ella?

– No hay nada que decir.

– No me acuerdo de que fueras tan necio antes -ella fue inflexible-. Si no vas a decirle cuanto la amas, le borro de mi testamento.

– No necesito tu dinero, Gloria -Reid estuvo a punto de sonreir-. Tengo mas que suficiente.

– Muy bien. Entonces te expulsare de mi casa.

– Ya me he ido.

– Dejare de quererte -lo amenazo ella con los ojos entrecerrados.

Eso le impresiono y se puso muy recto.

– No sabia que me quisieras.

– Claro que te quiero -ella miro hacia otro lado-. Eres mi nieto. Te he visto crecer y convertirte, hasta este momento, en un hombre relativamente integro.

– No lo habias dicho nunca.

Ella suspiro y volvio a mirarlo.

– De acuerdo. Te quiero. ?Contento?

El se quedo boquiabierto, pero, efectivamente, contento. Se levanto rodeo la mesa y la abrazo.

– Yo tambien te quiero.

– Ya lo se. Deja de decirmelo a mi y diselo a quien tienes que decirselo.

Lori lamento haber empezado a llorar el dia del entierro de Madeline. Habia pasado casi una semana y no podia parar. No podia comer ni dormir. Vivia sumida en un mundo de desconsuelo y anoraba a su hermana como nunca se imagino que seria posible. El desconsuelo era mayor por la perdida de Reid. Sabia que lo unico sensato era dejar que se marchara. No podia querer quedarse con ella entre tanto sufrimiento y cuando el quiso irse, ella lo dejo. Sin embargo, habia sido su unica agarradera en un mundo aterrador y sin control, por eso, en ese momento, se sentia sola y aterrada. Su madre habia vuelto a la caravana. Todas sus amigas la acompanaban y parecia estar bien. Ella, en cambio, no tenia compania.

– Soy lamentable -se dijo Lori mientras iba a la cocina para prepararse un te-. Tengo que serenarme.

Tenia un trabajo. Aunque habia hablado varias veces con Gloria, todavia tenia que decidir volver. Pero tambien sabia que Gloria estaba bastante recuperada y podia sobrevivir sin ella. Eso significaba que tendria que buscarse otro trabajo. Sin embargo, la idea de empezar con otra familia y en otra casa era superior a sus fuerzas.

Puso el te en la tetera y espero a que el agua empezara a hervir. Cuando fue por la taza, estuvo a punto de preguntarle a Madeline si queria te, pero se acordo de que ya no estaba alli. Sintio una oleada de dolor muy punzante. La atraveso y la dejo sin fuerzas, como si fuera a caerse al suelo. Sin embargo, en vez de caerse se encontro entre unos brazos muy fuertes. Se dio la vuelta y vio a Reid. La gratitud reemplazo al dolor y se arrojo en sus brazos.

– Has vuelto.

– Tenia que volver -Reid tenia los ojos nublados por la emocion-. Para decirte que lo siento. Se que todo es culpa mia: que ella murio por mi culpa.

Se oyo el silbido del agua hirviendo. Lori se solto y fue a apagar el fogon.

?Culpa de el? ?Por que pensaba eso?

– Tu no tienes nada que ver con la muerte de Madeline.

– Yo encontre el donante e insisti en la operacion. Ella no estaba preparada. Lo dejo muy claro. Si yo no me hubiera empenado, habria vivido otro ano.

Lori se imagino que lo apropiado seria una respuesta delicada y amable, pero estaba muy cansada y se cruzo de brazos.

– Siempre habia sospechado que te creias el ombligo del mundo, pero nunca me habia esperado esto. Madeline se murio porque el corazon dejo de latirle. Ya esta. A menos que tengas linea directa con Dios y le pidieras que acabara con la vida de mi hermana, tu no tuviste nada que ver.

– Pero yo…

– Basta -lo interrumpio ella-. Ya esta bien. Madeline iba a morir por su enfermedad. Por un motivo u otro, estaba desahuciada. ?Sabes lo que es vivir dia tras dia con la certeza de que el final se acerca? Claro, todos vamos a morir antes o despues, pero todos llegamos a convencernos de que todavia queda mucho tiempo. Vivimos vidas normales. Sin embargo, eso no pasaba con ella. Cada dia estaba mas enferma. El higado depura el cuerpo por dentro. Ella se envenenaba mas a medida que pasaba el tiempo. El torso se le cubriria de moratones. Su propio cuerpo la envenenaria hasta matarla.

Lori dejo caer los brazos a los costados del cuerpo, pero no lo toco. Queria que la escuchara y que nada lo distrajera.

– Reid, le ofreciste lo que nadie habia podido ofrecerle. Le diste esperanza. Es mas, nos la diste a todos. Nunca le quites el valor que tiene. La esperanza lo es todo. La esperanza es un milagro.

– Entonces, si no me culpas, ?por que me dijiste que me marchara?

– ?Como? Yo no hice tal cosa -replico ella-. Pense que querias marcharte. Se que estaba absorta por el sufrimiento y me parecio que querias estar en otro lado.

– ?Lori! -Reid la miro con rabia-. ?Por que haces siempre lo mismo? ?Por que das por supuesto que estoy aqui porque me siento obligado? ?Por que crees que desaparecere en cuanto surja la primera complicacion?

El arrebato de furia de Reid la sorprendio, pero su reaccion la sorprendio casi mas. Estaba mas que dispuesta a discutir.

– Porque tienes un historial bastante largo de escurrir el bulto. Ya hemos hablado de eso. Nunca te quedas cuando las cosas se complican.

– Hablas de mi pasado -le rebatio el-. ?Cuando he escurrido el bulto estando contigo?

– No has tenido ocasion…

– Fantastico. ?Estas esperando a que meta la pata? Es lo que suelo hacer, ?no?

– No. No quiero decir eso -al menos, no exactamente eso.

– Entonces, ?que quieres decir? ?Me has rechazado antes de que te rechace yo?

– No -contesto ella-. Estoy llorando la perdida.

– Una excusa muy oportuna.

– Lo sabras muy bien… Eres un especialista.

– Hablas de mi -Reid sacudio la cabeza-. Es verdad que me he pasado la vida escurriendo el bulto, pero tu te la has pasado sin atreverte a nada. Yo, al menos, he dado la cara.

Lo injusto y certero de la declaracion la dejaron cortada.

– ?No sabes nada de mi! -exclamo ella-. No sabes lo que es vivir a la sombra de alguien.

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