haberla enterrado. El alego que no estaba ordenado, pero no le hicieron caso; ya habian cumplido con las formalidades meses atras. La ceremonia que ellos querian era una boda del corazon.

Aquella tarde, una puesta de sol multicolor enmarcaba la playa. Unos sencillos cubos galvanizados rebosaban de ramos de pies de golondrina, lirios y guisantes de olor atados con cintas que flotaban en la calida brisa. Aunque Georgie le habia prohibido a Poppy que preparara un enramado nupcial o pintara corazoncitos en la arena, se olvido de mencionarle lo de construir castillos de arena, asi que una replica de la mansion Scofield de un metro y medio de alto y adornada con flores y conchas marinas se erigia junto a los novios.

Georgie llevaba un sencillo vestido amarillo de algodon y su pelo negro estaba salpicado de flores. Bram iba descalzo. Los votos que habian redactado hablaban de lo que sabian, de lo que habian aprendido y de lo que se prometian. Cuando la ceremonia termino, se sentaron alrededor de una hoguera para darse un festin de cangrejo rematado con las magdalenas de chocolate rellenas de crema de Chaz. Paul y Laura no podian apartar los ojos el uno del otro. Mientras el fuego crujia, Laura dejo solo a Paul unos instantes y se acerco a Georgie.

– ?Te importa lo que hay entre tu padre y yo? Se que va muy deprisa. Se que…

– Vuestra relacion no podria hacerme mas feliz.

Georgie la abrazo, mientras Chaz y Aaron se alejaban juntos por la playa.

Bram contemplo la bonita cara de su mujer brillando al resplandor de la hoguera y se dio cuenta de que el panico que habia sido su silencioso companero desde que tenia memoria, habia desaparecido. Si una mujer tan sensata como Georgie podia aceptarlo con sus fallos, entonces ya era hora de que el tambien se aceptara a si mismo.

Aquella criatura maravillosa, carinosa, exquisita e inteligente era suya. Quiza deberia tener miedo de fallarle, pero no lo tenia. En todas las cosas importantes de la vida el siempre estaria alli para ella.

Mientras oscurecia, Georgie vio que un bote neumatico se acercaba a la orilla desde un yate anclado mar adentro.

– ?Que es eso?

– Mi sorpresa -le susurro Bram junto al pelo-. Queria que pasaramos la noche de bodas en un yate. Para compensarte por la primera vez.

Ella sonrio.

– Eso fue hace mucho tiempo.

Sus invitados los despidieron con una lluvia de arroz integral de cultivo biologico aportado por Meg. Mientras se dirigian al yate, Bram estrecho amorosamente a su esposa. Queria que la noche de bodas fuera perfecta. Lance la habia sorprendido con un carruaje y seis caballos blancos y Bram no queria ser menos.

Cuando estuvieron a bordo, Bram la condujo por la silenciosa embarcacion hasta el camarote principal.

– Bienvenida a tu luna de miel, amor mio.

– ?Oh, Bram…!

Todo estaba como el lo habia organizado. Unas velas blancas situadas dentro de unos farolillos iluminaban las calidas paredes de madera y las lujosas alfombras.

– ?Es precioso! -exclamo Georgie con tanto enfasis que convencio a Bram de que no se acordaba ni del carruaje ni de los caballos-. Me encanta. Te quiero. -Miro mas alla de Bram, hacia la cama, y se echo a reir-. ?Lo que veo son petalos de rosa esparcidos por las sabanas?

El sonrio junto a la mejilla de su esposa.

– ?Te parece excesivo?

– Sin duda. -Lo rodeo con los brazos-. ?Y me encanta!

Bram la desnudo poco a poco, besando todas las partes que descubria: la curva de su hombro, la ondulacion de sus pechos… Entonces se arrodillo y la beso en la barriga, los muslos… sabiendo que era el hombre mas afortunado de la Tierra. Ella lo desnudo a el con la misma lentitud y, cuando Bram ya no pudo soportarlo mas, la condujo a la cama y a las sabanas de petalos de rosa, lo que, en su momento, le parecio una buena idea, pero…

Bram se quito un petalo de la boca.

– ?Esta porqueria esta en todas partes!

– Lo mismo digo. Incluso aqui. -Georgie separo las piernas-. ?Quieres hacer algo al respecto?

En fin, quiza, despues de todo, lo de los petalos de rosa no era tan mala idea.

El yate se balanceo debajo de ellos. Georgie y Bram hicieron el amor una y otra vez, arropados en su mundo privado y sensual, prometiendo con sus cuerpos todo lo que se habian prometido con palabras.

A la manana siguiente, Bram fue el primero en despertarse y se quedo tumbado, con su mujer entre los brazos, respirando su aroma, dando gracias… y pensando en Skip Scofield.

«Tendras que ayudarme, tio. Yo no tengo tanta practica en ser sensible como tu.»

«Podrias empezar dejando de lado tu sarcasmo», respondio Skip.

«Georgie no me reconoceria.»

«Al menos, utilizalo solo en momentos puntuales.»

Esto si que podia hacerlo. Georgie se acurruco mas contra el, que curvo la mano sobre su cadera.

«Por fin te llevo una, Skipper. Ahi estas tu, estancado para siempre con la pequena Scooter Brown. Y aqui estoy yo… -Beso el suave pelo de su mujer-. Aqui estoy yo con Georgie York.»

Ella por fin desperto, pero no permitio que Bram la besara hasta que se lavo los dientes. Cuando salio desnuda del lavabo, el se fijo en que un olvidado petalo de rosa colgaba de su pezon y alargo la mano.

– Ven aqui, esposa mia -dijo con ternura-. Voy a dejarte embarazada.

Ella le sorprendio dandole largas.

– Mas tarde.

El se incorporo en la cama y la observo con recelo mientras sacaba la camara de video de una de las maletas que les habian llevado al yate.

– Chaz ya me advirtio contra eso -dijo Bram.

Georgie sonrio y se sento a los pies de la cama, de cara a su marido. La luz del sol se colaba por los ojos de buey reflejandose en el pelo oscuro de Georgie. Bram se reclino en las almohadas y vio que ella levantaba la camara.

– Empieza por el principio -indico Georgie-. Describeme todo lo que amas de tu mujer.

Bram comprendio que ella se estaba burlando, pero no pensaba seguirle el juego, asi que le cogio el pie con la mano e hizo exactamente lo que ella le habia pedido.

Epilogo

Iris York Shepard era tan infeliz como podia serlo una nina de cuatro anos. Estaba en medio del jardin de su casa, con los brazos cruzados sobre su liso pecho, tamborileando amenazadoramente con su piececito en la hierba, con el ceno fruncido y una mueca en su adorable carita. A Iris no le gustaba que la atencion de los demas se desplazara demasiado lejos de su persona y, en aquel momento, incluso sus amantisimos abuelos se habian ido a hablar con el tio Trev.

Bram vio a su hija desde el porche y sonrio. Tenia una idea bastante exacta de lo que se avecinaba. Y lo mismo podia decirse de Georgie, que se habia dado cuenta de la frustrada expresion de Iris desde el otro lado del jardin, donde perseguia a su hijo de dos anos.

– ?Haz algo! -grito Georgie por encima de las cabezas de los invitados.

Bram reflexiono acerca de las alternativas. Podia tomar a Iris en brazos y hacerle cosquillas, o balancearla cabeza abajo cogiendola de los tobillos, algo que a la nina le encantaba, o incluso mantener una pequena charla con ella, algo en lo que se estaba volviendo sorprendentemente bueno, pero no hizo nada de eso. Era mas divertido dejar que los sucesos siguieran su curso natural.

Veinticinco amigos de Bram y Georgie habian sido invitados a su fiesta anual de aniversario de boda. Aquel dia hacia cinco anos que se habian casado en la playa. ?Habian ocurrido tantas cosas en aquellos cinco anos! La casa del arbol habia tenido un exito moderado de audiencia y un exito impresionante con la

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