sensibilidad de Monty lo que le hace ser un magnifico poeta. Y es el motivo por el que lo atacas. Porque estas celosa de su creatividad.

Sally empezaba a poner a Dean de los nervios, asi que no se sintio sorprendido cuando Castora se giro hacia ella y le dijo:

– Si vuelves a abrir la boca, te tragas la lengua. ?Entendido? Esto es entre Monty y yo.

Sally abrio la boca, pero algo en la expresion de Castora debio de hacerla reflexionar porque se detuvo y la cerro otra vez. Lastima. Le hubiera gustado ver como Castora la ponia en su sitio. Aunque Sally parecia estar en buena forma para hacerle frente.

– Se que estas molesta -dijo Monty-, pero llegara el dia en que te alegres por mi.

Ese tio se habia graduado con honores en estupidez. Dean observo como Castora se intentaba remangar las patorras.

– ?Alegrarme?

– No quiero discutir contigo -dijo Monty con rapidez-. Siempre quieres discutirlo todo.

Sally asintio.

– Eso es lo que haces, Blue.

– ?Y tienes razon! -Sin mas advertencia, Castora se arrojo sobre Monty que cayo con un ruido sordo.

– ?Que haces? ?Basta! ?Apartate de mi!

Ese tio gritaba como una chica, y Sally se acerco para ayudarlo.

– ?Dejalo en paz!

Dean se apoyo contra el Vanquish para disfrutar del espectaculo.

– ?Mis gafas! -chillo Monty-. ?Cuidado con mis gafas!

Se hizo un ovillo para protegerse cuando Castora le arreo un mamporro en la cabeza.

– ?Fui yo quien pago esas gafas!

– ?Para! ?Dejalo! -Sally cogio la cola de Castora y tiro de ella con todas sus fuerzas.

Monty se debatia entre proteger su bien mas preciado o sus preciosas gafas.

– ?Te has vuelto loca!

– ?Todo se pega! -Castora intento darle otro sopapo, pero no acerto. Demasiada pata.

Sally tenia buenos biceps y lo demostro cuando tiro de nuevo de la cola con todas sus fuerzas, pero Castora habia tomado ventaja, y no pensaba retirarse hasta ver correr la sangre. Dean no habia visto una pelea tan divertida desde los ultimos treinta segundos del partido contra los Giants la pasada temporada.

– ?Me has roto las gafas! -lloriqueo Monty, apretandose la cara con las manos.

– Pues preparate. ?Ahora toca tu cabeza! -Castora volvio a la carga.

Dean hizo una mueca de dolor, pero al final, Monty recordo que tenia un cromosoma Y en alguna parte y con ayuda de Sally se las arreglo para empujar a Castora a un lado y ponerse en pie.

– ?Voy a denunciarte! -grito como un llorica-. Voy a conseguir que te arresten.

Dean no pudo soportarlo mas y se acerco. Con los anos, habia visto suficientes grabaciones de si mismo como para saber la impresion que causaba su caminar pausado, asi que se irguio cuan alto era, exhibiendo su larga y ominosa figura, con el sol arrancandole destellos a su pelo dorado. Hasta los veintiocho anos habia llevado pendientes de diamantes en la oreja porque le gustaba chulearse, pero aquella etapa ya habia pasado y ahora se conformaba con llevar solo un reloj.

Incluso con las gafas rotas, Monty lo vio y se quedo palido.

– Tu has sido testigo -lloriqueo el poetucho-. Has visto lo que me ha hecho.

– Lo unico que he visto -dijo Dean con acento arrastrado-, fue otra razon mas para que no te invitemos a nuestra boda. – Se situo al lado de Castora y, pasandole un brazo por los hombros, miro carinosamente esos sorprendidos ojos violetas-. Voy a tener que pedirte perdon, carino. Deberia haberte creido cuando me dijiste que este William Shakespeare de pacotilla no merecia que le dieras explicaciones. Pero no, tuve que convencerte para venir a hablar a este pobre hijo de perra. La proxima vez, recuerdame que confie en ti. Sin embargo, estaras de acuerdo conmigo en que deberias haberte cambiado de ropa antes de venir, tal y como te sugeri. No creo que nuestra extravagante vida sexual sea de la incumbencia de nadie.

Castora no parecia el tipo de mujer a la que se podia sorprender con facilidad, pero al parecer el lo habia logrado, y para ser un hombre que se ganaba la vida con las palabras, la verborrea de Monty parecia haber caido en dique seco. Sally apenas pudo emitir un graznido.

– ?Vas a casarte con Blue?

– Nadie esta mas sorprendido que yo -dijo Dean encogiendose de hombros con modestia-. ?Quien podia imaginar que me aceptaria?

?Y que podian replicar ellos a eso?

Cuando Monty finalmente recupero el habla, comenzo a lloriquearle a Blue sobre el CD de Bob Dylan, que Dean suponia que seria una mas que probable copia pirata. Monty parecio venirse abajo tras oir eso, pero Dean no pudo resistirse a hurgar en la herida. Cuando el poetucho y Sally se subieron al coche, se giro hacia Castora y le dijo en un tono lo suficientemente alto como para que oyeran sus palabras:

– Vamos, cielito. Vayamos a la ciudad para comprar ese diamante de dos quilates que demostrara a todo el mundo que eres la duena de mi corazon.

Hubiera jurado que oyo gemir a Monty.

El triunfo de Castora fue efimero. El Focus ni siquiera habia abandonado el camino de entrada cuando la puerta de la casa se abrio de repente y salio al porche una corpulenta mujer con el pelo tenido de negro, las cejas pintadas y la cara muy maquillada.

– ?Que esta pasando?

Castora miro la nube de polvo del camino y dejocaerlos hombros.

– Cosas nuestras.

La mujer cruzo los brazos sobre su amplio pecho.

– Supe en cuanto te vi que causarias problemas. No deberia haber permitido que te quedaras. -Mientras le soltaba el rollo a Castora, Dean pudo captar lo suficiente para reconstruir los hechos. Al parecer, Monty habia vivido en la casa de huespedes hasta diez dias antes, cuando se habia largado con Sally. Castora habia llegado justo un dia despues, habia encontrado la carta donde le daba planton y habia optado por quedarse alli hasta decidir que hacer.

Unas gotas de sudor perlaban la frente de la propietaria de la casa de huespedes.

– No te quiero en mi casa.

Castora parecio recobrar su espiritu combativo.

– Me largare a primera hora de la manana.

– Sera mejor que me pagues antes los ochenta y dos dolares que me debes.

– Por supuesto. -Castora irguio la cabeza con rapidez. Jurando entre dientes, paso junto a la mujer y entro en la casa.

La mujer centro la atencion en Dean y luego en el coche. Por lo general, todos

Вы читаете Nacida Para Seducir
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×