– ?Has dormido bien? -le pregunto Ty.

– ?Por que lo dices, tengo mala cara?

Como respuesta, Ty la estudio en silencio durante unos segundos.

– No, estas preciosa.

Parecia tan sincero que Phinn se puso colorada hasta la raiz del pelo.

Pero se recupero enseguida y, pensando que solo lo habia dicho porque Ash estaba delante, contesto:

– De todas formas, no pienso ir.

Una vez de vuelta en su habitacion despues de desayunar, se miro al espejo. Queria estar preciosa para Ty, si. Queria que el pensara que lo era. ?Pero una nariz recta, unos ojos de color azul delphinnium, unas cejas de un tono mas oscuro que su pelo rubio, una barbilla simpatica y una piel que algunas personas habian descrito como «de porcelana» la acreditaban como «preciosa»?

El sonido de su movil interrumpio tales pensamientos.

Era su madre.

– ?Como va todo, carino? ?Y como esta Ruby?

– Yo estoy bien y Ruby va mejorando.

Era estupendo hablar con su madre otra vez y charlaron durante largo rato.

– ?Cuando vamos a verte, hija?

Despues de prometer que iria a verla pronto, Phinn colgo, pensando que su madre tenia ahora una vida muy diferente a la que habia tenido en Honeysuckle.

Habia dejado de llover cuando, en vaqueros y camiseta, Phinn saco a Ruby del corral para llevarla de vuelta al establo. Pero antes de que pudiera ponerse a trabajar aparecio Ty.

Estaba loca por el, penso, con el corazon acelerado. Pero Ty no debia saberlo nunca.

– Ahora que ha dejado de llover podreis ir a pasear -le dijo.

– ?Has llamado a Peverill? -fue la respuesta airada de Ty.

?Que habia sido del «estas preciosa» de unas horas antes?

– ?Desde que hable ayer con el por telefono? No, ?por que lo preguntas?

– Cuando pase por delante de tu habitacion estabas hablando por el movil.

Oh, que orejas tan grandes tenia Ty Allardyce. Por un momento, Phinn casi penso que estaba celoso. Bueno, estar enamorada hacia que una viera cosas que no existian, penso entonces.

– Estaba hablando con mi madre. Hacia siglos que no hablaba con ella.

Ty dejo escapar un suspiro.

– Ya he vuelto a portarme como un bruto, ?verdad?

– No lo puedes evitar, esta en tu naturaleza -bromeo ella.

Pero no lo creia ni por un momento. Lo que estaba en su naturaleza era cuidar de su hermano, evidentemente.

Ty no se ofendio por el comentario; al contrario, parecio divertirlo.

– Por cierto, en la casa hay varios coches. Puedes usar cualquiera de ellos para visitar a tu madre -dijo entonces-. O si lo prefieres, puedo llevarte yo.

– No, muchas gracias.

– ?Por que no la invitas a cenar un dia de estos? Asi podria ver…

Phinn lo interrumpio entonces:

– ?Sabes una cosa, Ty? Cuando olvidas que eres un bruto, a veces puedes ser incluso encantador.

– Espero que te des cuenta de que si sigues por ahi corres peligro de que vuelva a besarte.

Oh, como podia hacer que su corazon se acelerase. Y, aunque estaba deseando que la besara, para que iba a negarlo, sabia que era un peligro.

– Un beso en veinticuatro horas es mas que suficiente para una chica de pueblo como yo -intento bromear.

– Nunca vas a dejar que olvide ese comentario, ?verdad?

– No, nunca -rio Phinn-. Pero si quieres echarme una mano, creo que hay otra pala por ahi.

– Desde luego, sabes como deshacerte de un hombre -rio Ty, diciendole adios con la mano.

Despues de eso, el tiempo paso volando. Ty y Ash volvieron de su paseo y Ty comento que le parecia muy bien la sugerencia de Sam Turner de mantener saneado el bosque. Y, despues de comer, dijo que iba a visitar la granja Yew Tree.

– ?Alguien quiere ir conmigo?

– Ve con Phinn -sugirio Ash-. Si Phinn me presta su cana, yo voy a intentar pescar algo otra vez.

– Pero yo no… -empezo a decir ella.

– Muy bien, entonces te veo en la puerta en veinte minutos -la interrumpio Ty.

Phinn abrio la boca para protestar, pero Ty la miraba con expresion seria y, probablemente porque estaba deseando ir con el, volvio a cerrarla sin decir nada. Si Ty queria que Ash pensara que habia algo entre ellos, ?para que iba a discutir?

– ?Ruby se encuentra bien? -le pregunto el veinte minutos despues, mientras cerraba la puerta del coche.

– Hoy parece un poco mas alegre.

– ?No lo esta siempre?

– Pobrecita mia, no. A veces esta bien durante semanas y luego, de repente… ultimamente ha tenido mas dias malos que buenos.

– ?Y por eso viene tanto el veterinario por aqui?

– Si, claro. Kit es muy amable.

– Si, seguro -murmuro Ty-. Bueno, hablame de ti.

– ?De mi? Pero si ya lo sabes practicamente todo.

– Lo dudo mucho.

– ?Que quieres saber?

– Podrias empezar por decirme que significa Phinn.

?Y que se riera de ella? No, de eso nada.

– Es mi nombre.

– Pero Phinn no empieza por D -dijo el entonces. Y Phinn se pregunto como demonios sabia que su nombre empezaba por esa letra-. Las iniciales de tu padre eran E.H y las otras iniciales que habia grabadas en la mesa son: D.H.

– ?Lo miraste?

– Vi las iniciales grabadas cuando la compre, evidentemente. Y como fui yo quien la subio a tu habitacion…

– Por cierto, aun no te he dado las gracias por eso -lo interrumpio Phinn-. Fue un detalle precioso.

– Bueno, ?vas a decirme que significa la D? -insistio Ty.

– Hablemos de mi -suspiro Phinn-. Naci en la granja Honeysuckle y era adorada por mis padres y mis abuelos -empezo a decir, para cambiar de tema-. Mi madre sufrio mucho durante el parto, de modo que mi padre tuvo que cuidar de mi. Y no dejo de hacerlo cuando mi madre se puso bien.

– Tu padre te adoraba y tu lo adorabas a el -dijo Ty.

– Exactamente. Era un hombre maravilloso, un pianista estupendo y…

– ?Fue el quien te enseno a tocar?

– Si, claro. Como me enseno tantas otras cosas. Pero no creo que eso te interese.

– No te habria preguntado de no estar interesado -sonrio el-. ?Que mas cosas te enseno tu padre?

– ?Aparte de entrar en fincas que no eran mias? -bromeo Phinn.

– Eso te lo enseno muy bien, desde luego.

– Tambien me enseno a respetar la propiedad de los demas, a no pescar cuando no era temporada de pesca, donde nadar y donde no nadar.

– ?Y tambien te dio clases de socorrismo?

– Si, eso tambien se lo debemos a el.

– Ah, entonces le perdono cualquier cosa que hubiera hecho mal -sonrio Ty-. Pero el valor que tuviste para hacerlo… eso es cosa tuya.

Вы читаете Profundo amor
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×