folios mecanografiados con espacios en blanco para incluir los datos. El funcionario omitio los nombres de los padres de Hitler y la fecha de su matrimonio, probablemente para ahorrarse tiempo en una ceremonia que debia parecerle ridicula en aquel bunker que se estremecia bajo las granadas sovieticas y de cuyo techo se desprendian continuamente trocitos de yeso; por otro lado, seguramente dudaba de que el Fuhrer pudiera tener alli los papeles probatorios, de modo que se evitaron situaciones embarazosas y, para cubrir el tramite, escribio «conocido personalmente». Luego pregunto: «Por favor, Mein Fuhrer, la fecha de su nacimiento.»

LOS HITLER

«Naci en Braunau am Inn el 20 de abril de 1889, hijo del funcionario de aduanas Alois Hitler. Mi ensenanza consistio en cinco cursos en la Volksschule y cuatro en la Unterreaschule…» Asi comenzaba Hitler su autobiografia en una carta escrita el 29 de noviembre de 1921, que seguia:

«… la ambicion de mi juventud fue llegar a ser arquitecto y creo que si no me hubiera acaparado la politica, no hubiera practicado ninguna otra profesion. Como probablemente sabra, perdi a mis padres antes de cumplir los diecisiete anos y, como no tenia recursos y solo poseia ochenta coronas cuando llegue a Viena, me vi obligado a ganarme el pan como cualquier obrero. Aun no tenia dieciocho anos cuando trabajaba como peon en la industria le la construccion y en el curso de dos anos ejerci casi todos los trabajos de un jornalero. Mientras tanto, estudiaba, en la medida de mis posibilidades, las historias del Arte, de las Civilizaciones y de la Arquitectura, ocupandome por entonces solo incidentalmente de problemas politicos…»

Aunque en estas lineas autobiograficas Hitler apenas si entra en sus antecedentes familiares es seguro, sin embargo, que le preocuparon muchos anos despues, tanto que ordeno, cuando ya estaba en el poder, que se realizara una investigacion. Nacio Hitler al noroeste de Viena, entre el Danubio y la frontera de Bohemia-Moravia. En esa region austriaca se detecta el apellido Hitler ya en el siglo XV y, aunque con diferentes grafias, se le rastrea hasta el siglo XX: Hiedler, Hietler, Huedler, Hytler. El problema para Adolf Hitler, que dicto las leyes antisemitas mas crueles de la historia de la Humanidad, es que su padre Alois era hijo ilegitimo y recibio inicialmente el apellido de su madre, Schicklgruber, y el de Hitler lo obtuvo gracias a su padre adoptivo, Johann Nepomuk Hiedler. Esta falta de datos seguros sobre el abuelo de Hitler facilito a sus enemigos la sospecha de que tenia antecedentes judios, que probablemente nunca existieron. Fue el informe entregado por Hans Frank - companero de Hitler desde los primeros tiempos y, durante la Segunda Guerra Mundial, gobernador y «verdugo de Polonia»- a los aliados, quiza tratando de ganarse su benevolencia, lo que dio cierta consistencia a tal posibilidad, que hizo correr rios de tinta en el pasado.

Hoy parece demostrado, segun el especialista en Hitler, Werner Maser, que Alois fue realmente hijo de su padre adoptivo, Johann Nepomuk Hiedler, hombre casado que no se atrevio a reconocerle oficialmente. Cuando Alois contaba ya treinta y nueve anos, su padre adoptivo urdio la siguiente argucia para darle su apellido: acompanado por tres testigos acudio al registro civil, donde testimonio que Alois era realmente hijo de su hermano mayor Johann Georg Hiedler, casado con Maria Anna Schicklgruber cuando Alois tenia ya cinco anos. En el registro civil aceptaron la version, que nadie podia contradecir porque para entonces tanto Johann Georg Hiedler como Maria Anna Schicklgruber habian fallecido. El cambio de Hiedler por Hitler parece deberse a un error del registrador. Si esta version fuera la autentica, tendriamos que los padres de Adolf Hitler fueron tio y sobrina.

La madre de Hitler fue Klara Polzl, nieta de Johann Nepomuk Hiedler, una mujer alta, de grandes ojos azules y pelo castano, tranquila, callada, muy religiosa y veintitres anos mas joven que su marido, que cuando contrajo este matrimonio habia enviudado ya dos veces y aportaba a la nueva familia dos hijos, Alois y Angela.

Aquella boda tuvo lugar el 7 de enero de 1885, a las 6 de la manana, pues Alois entraba en su trabajo a las 7. La unica celebracion fue una cena de bodas, a la que asistieron unos pocos familiares de los recien casados y algunos amigos; no debio ser un agape esplendido, pues lo unico que alguno de los asistentes recordaba del acto, treinta anos despues, era el mucho calor que hacia en la estancia.

La vida familiar de Alois (1837-1903) y Klara (1860-1907) fue la normal en un matrimonio austriaco de clase media de la epoca. El fue un funcionario trabajador e inteligente al que le estaban vedados los puestos altos de la administracion de aduanas por su falta de estudios superiores, pero alcanzo el maximo rango a que podia aspirar un funcionario de su formacion. Klara era una mujer campesina de escasa cultura, suplida por su inteligencia natural y por una gran prudencia. La vida matrimonial discurrio tranquila, pues Alois, famoso mujeriego en sus anos jovenes, sento la cabeza junto a Klara. Las mayores amarguras las padecieron los Hitler a causa de la muerte de cuatro de sus seis hijos; tres de ellos, Gustav, Ida y Otto, nacidos en los tres primeros anos de matrimonio, fallecieron antes de cumplir los dos anos de edad. Luego tuvieron tres hijos mas: Adolf, Edmund -que tambien murio siendo nino- y Paula, ultima de la saga de los Hitler, muerta sin descendencia en 1960.

Adolf, en cuyo certificado de bautismo figura el nombre de Adolfus, nacio el 20 de abril de 1889, por la tarde. Su infancia estuvo regida por dos coordenadas: los extraordinarios cuidados y los mimos de su madre, que despues de haber perdido tres hijos vivia permanentemente angustiada por la salud del nino; y el temor a su padre, exigente, autoritario, distante y al que siempre vio como a un viejo -les separaban cincuenta y un anos- temible por su adustez, su intransigencia y su gran corpulencia fisica, realzada por sus enormes mostachos.

Otra de las circunstancias que influirian poderosamente en la vida de Hitler fueron los traslados de su padre que, ascendido en 1892, hubo de ocupar su nuevo puesto en la ciudad alemana de Passau, gran burgo medieval que, a finales del siglo XIX, aun conservaba su viejo esplendor economico y artistico. A Passau llego Adolf con tres anos y salio de la vieja ciudad obispal con seis; esos tres anos le dejarian marcas indelebles: el acento bavaro que conservaria hasta su muerte, el amor por Alemania, superior al que sentia por Austria, y su dependencia materna. Su padre, Alois, fue destinado a Linz en 1894 con un nuevo ascenso y Klara, que acababa de dar a luz a Edmund, se quedo con los ninos en Passau durante mas de un ano.

UN CAMBIO REPENTINO

Cuando la familia estaba planeando su traslado a Linz para seguir a Alois, este tomo una decision trascendental: jubilarse. Contaba cincuenta y ocho anos y llevaba cuarenta de servicio activo en el cuerpo de aduanas, por lo que tenia derecho al retiro y a una buena pension; por otro lado, se sentia con fuerzas e ilusiones para reanudar su vida campesina, abandonada de nino para labrarse un futuro en la Administracion. Compro una granja en la aldea de Hafeld en 1895, ano crucial para el pequeno Adolf, que pasaba de la vida urbana a la campestre, que comenzaba su asistencia a la escuela y que descubria la presencia de su padre, al que en los ultimos tiempos habia visto muy poco y al que ahora tendria en casa las veinticuatro horas del dia.

De sus primeros anos de escuela recordo siempre con anoranza las largas caminatas para asistir a clase, acompanado por su medio hermana Angela -seis anos mayor que el y a la que siempre estaria unido por un gran afecto-. Sus condiscipulos, cuya memoria fue muy solicitada cuando Hitler se convirtio en el dueno de Alemania, le describieron como un chico espabilado, travieso y siempre actuando como cabecilla.

Los Hitler solo permanecieron dos anos en Hafeld. La tierra era poco fertil, los inviernos muy duros, la escuela de los chicos estaba lejos y la educacion que alli se impartia era poco satisfactoria para Alois, que en esta epoca podia seguir minuciosamente los trabajos escolares de sus hijos. Asi la familia, ampliada por el nacimiento de la ultima hija, Paula, y disminuida por la emancipacion del hijo mayor, Alois, que por entonces contaba dieciseis anos, se traslado en 1897 a la antigua ciudad provinciana de Lambach. Habia alli un monasterio benedictino, con una escuela adjunta en la que fue matriculado Adolf, ya con ocho anos. En el monasterio -segun narra uno de los mas prestigiosos biografos de Hitler, Robert Payne- probablemente descubrio Hitler la cruz gamada, que un cuarto de siglo mas tarde se convertiria en el simbolo del partido nazi: la cruz gamada, muy conocida en culturas orientales desde antiguo, habia sido incorporada por el abad Teodorich von Hagen a su escudo de armas y se repetia en diversos lugares del monasterio; Hitler pudo observarla como signo misterioso, aunque no amenazador, durante dos anos, pues en 1899 la familia se traslado al pueblo de Leonding, muy cerca de la ciudad de Linz.

De esa epoca quedan pocos recuerdos de Hitler y son escasamente significativos. Era un alumno despierto que progresaba con rapidez, un nino travieso que traia en jaque a sus padres y maestros y que, seducido por el boato y la importancia de las ceremonias religiosas de los benedictinos, dijo alguna vez que querria ser abad, no porque sintiera vocacion religiosa alguna, sino por la preeminencia que aquel gozaba en el monasterio y en la

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