por las lamas de las persianas. Maj-Britt contemplaba el reflejo rayado en la pared de enfrente. De pronto, respiro hondo, como para hacer acopio de valor y formular la pregunta que queria hacer.

– ?Tienes miedo a la muerte?

– No. -Vanja no dudo al responder.

– ?Y tu?

Maj-Britt bajo la mirada y se miro las manos antes de asentir despacio.

– Yo suelo pensar, ?por que habria de ser mas terrible morir que no haber nacido? Pues, en realidad, es lo mismo, solo que nuestros cuerpos no habrian existido en la tierra. Morir no es mas que volver a lo que eramos antes.

Maj-Britt sintio el empuje de las lagrimas, que luchaban por aflorar a sus ojos. Deseaba muchisimo hallar consuelo en las palabras de Vanja, pero le era imposible. Ella debia tener tiempo de corresponder, era su unica posibilidad. Y de repente, recordo que habia ido a hacer alli. Y para impedir que la duda se apoderase de ella, empezo a hablar. Sin embellecer ni omitir nada, cifro en palabras su miserable verdad. Como sucedio. Lo que hizo.

Vanja la escucho en silencio. Dejo que Maj-Britt confesara sin interrupciones. Tan solo una cosa no se atrevio a admitir, el plan que tenia pensado poner en practica, la deuda que estaba pagando.

Para tener valor.

Vanja estaba sumida en su cavilar cuando Maj-Britt termino. El sol se habia retirado, disipado ya el reflejo de la pared. Maj-Britt oia latir su corazon. A cada minuto que pasaba, el silencio de Vanja le resultaba mas amenazador. La asustaba lo que diria Vanja, cual seria su reaccion. Si ella tambien la condenaba y no aceptaba sus disculpas. No eran solo las mentiras. Ahora que Maj-Britt comprendia la envergadura de la perdida de Vanja, su opcion de vida se le antojaba una pura humillacion. Y comprendio con horror que era responsable de una culpa mas.

– ?Sabes, Majsan? Yo creo que tu nunca llegaste a comprender lo importante que fuiste para mi todos aquellos anos, cuanto significaba para mi contar contigo.

Maj-Britt contuvo la respiracion. Aquel golpe la dejo boquiabierta.

– Me entristecio mucho que dejaras de llamarme y que no me dijeras donde estabas. Primero pense que tal vez te hubiese molestado de alguna manera, pero no se me ocurria como. Les escribi una carta a tus padres preguntandoles donde estabas, pero nunca recibi respuesta. Y luego transcurrio el tiempo y…, bueno, todo paso como ya sabemos.

Lo que Vanja acababa de decir era tan asombroso que Maj-Britt no hallaba palabras. Que ella fue importante para Vanja. Si era justamente al contrario. Vanja era la fuerte de las dos, la necesaria. Maj-Britt era la necesitada. Asi fue siempre.

Vanja le sonrio.

– Pero nunca deje de pensar en ti. Seguramente por eso tuve aquel sueno tan vivido.

Se quedaron mirandose en silencio. Despues de tanto tiempo, lo poco que habian cambiado las cosas, en realidad.

– ?No podriamos hacer algo juntas cuando salga de aqui?

Maj-Britt se sobresalto al oirla, pero Vanja continuo.

– Tu eres la unica persona que conozco ahi fuera.

Fue una pregunta tan inesperada, y la sola idea tan desconcertante, que le costo asimilarla. Lo que Vanja acababa de decir implicaba muchas cosas mas, y destrozaba la imagen bien definida que Maj-Britt se habia forjado de como era todo y de como seguiria siendo hasta el final. El hecho de que Vanja quisiera relacionarse con ella siquiera, que casi la necesitara, que por iniciativa propia le hubiese propuesto hacer algo juntas el dia que fuese posible…

Pero no era posible. Jamas lo seria. El dia en que Vanja pudiese hacer algo, Maj-Britt habria dejado ya de existir. Asi lo habia decidido.

– Me queda un ano que pasar aqui dentro y creo que tengo algo importante que hacer durante ese ano.

Hacer algo juntas. Se abria una minima y molesta posibilidad, pero ella tenia que terminar aquello. Como quiera que fuese, todo se le antojaba un completo sinsentido. Intentaba liberarse de su modo de razonar y escuchar lo que le decia Vanja, pero las ideas iban y venian y se adentraban por pequenos desvios antes ignorados e inexistentes. Se colaban sin permiso por nuevos senderos, poniendo a prueba su resistencia.

?Vanja y ella?

Un intento de recuperar parte de lo que habian perdido.

Dejar de estar sola.

– Aun no se que sera, pero espero comprenderlo cuando se presente.

Maj-Britt intentaba concentrarse en lo que Vanja le decia.

– Perdona, estaba distraida, ?que decias que ibas a hacer?

– Pues eso, que no lo se. Solo se que sera importante. Puede que se trate de alguien que me necesita.

Maj-Britt comprendio que debia de haberse perdido algo de lo que Vanja le habia dicho.

– ?Como puedes saber tal cosa?

Vanja sonrio, pero no dijo una palabra. Maj-Britt reconocio su gesto, el mismo gesto tan familiar de cuando eran jovenes y que llenaba a Maj-Britt de curiosidad.

– Bueno, no tiene ningun sentido que te lo cuente. De todos modos, no me crees.

Maj-Britt no hizo mas preguntas, pero se dio cuenta de por donde iba su amiga. No queria oir hablar de mas suenos premonitorios, ya le parecia todo bastante desconcertante.

Se oyeron unos golpearos en la puerta. El hombre que habia llevado a Vanja a la sala asomo la cabeza.

– Os quedan cinco minutos.

Vanja asintio sin volverse a mirar y la puerta se cerro de nuevo. Entonces, extendio la mano y la poso sobre la de Maj-Britt.

– Quedate con ese dios tuyo tan severo, si es lo que quieres, aunque te tiene aterrorizada. Un dia, te contare un secreto, te contare lo que ocurrio el dia que quise morir y que casi muero entre las llamas. Pero si no eres capaz de creer ni en un simple sueno premonitorio, me temo que aun no estas preparada.

Vanja sonrio, pero Maj-Britt no fue capaz de corresponderle y tal vez por eso Vanja intuyo su angustia. Le acaricio la mano y le advirtio:

– No tienes nada que temer, pues no habia alli nada que deba asustarte.

Y entonces volvio a sonreir con aquella sonrisa que Maj-Britt tan bien conocia y que, segun comprendia ahora, tanto habia echado de menos. Su querida Vanja, que siempre lograba animarla, que con su valor le ayudo a superar la infancia y a ver las cosas desde otro punto de vista. Si se le concediera una sola oportunidad de hacer las cosas de otro modo, de hacerlas de un modo totalmente distinto. ?Como pudo permitir que Vanja desapareciera de su vida? ?Como pudo abandonarla?

«No tienes nada que temer, pues no habia alli nada que deba asustarte.»

Nada deseaba mas en el mundo que compartir la certeza de Vanja. Dejar atras todos los miedos y, de una vez por todas, atreverse a elegir la vida.

– ?No sabes como me gustaria creer eso que dices!

Y Vanja sonrio mas aun.

– ?No puedes contentarte con un simple «quiza»?

Cuando llego a casa, Saba la esperaba al otro lado de la puerta. Maj-Britt se fue derecha al telefono y marco el numero de Monika Lundvall.

Dejo resonar la senal una y otra vez en el vacio, hasta que comprendio que nadie responderia a su llamada.

Epilogo

Habia nevado durante la noche. El mundo yacia oculto bajo una fina capa blanca. Al menos, aquella parte del mundo que ella aun podia ver. Habia retirado la nieve de un banco en el que ahora estaba sentada, contemplando

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