No dieron mas alla de una docena de pasos. Los suficientes para salir del circulo de los curiosos, que miraban hechizados el cuerpo roto del camello.

Sentian su derrota, aunque no los cuatro.

Los ojos de Cinta brillaban.

Pero ya no por miedo o a causa del impacto por lo sucedido.

– ?Que hacemos? -rompio el silencio Maximo.

– Yo voy al hospital -dijo Eloy.

Ya no necesitaba correr, ni huir de nada, ni perseguir ninguna utopia. Solo volver.

– Vamos todos -dijo Cinta.

Notaron su tono, y, al mirarla, se dieron cuenta de su sonrisa de esperanza. No la entendieron, hasta que ella extendio su mano derecha, abierta, mostrandoles algo.

– Debio de caersele al correr -fue su unico comentario.

En la palma de la mano habia una pastilla blanca, con una media luna en relieve impresa en su superficie.

95

(Epilogo: Blancas ganan partida, Negras pierden partida)

Al salir del tunel, a medida que se reencontraba con el dolor, pero tambien con la luz, Luciana abrio los ojos.

Una vez.

Parpadeo.

Dos veces.

Se encontro con su hermana Norma, que la miraba de cerca, boquiabierta.

Luciana esbozo una timida sonrisa.

Y la acentuo ante la reaccion impulsiva y excitada de Norma.

– ?Papa! ?Mama!

Cerro los ojos por ultima vez, solo para ver como la reina negra se alejaba vencida por un recodo del camino llevandose a su derrotado rey, y convencerse a si misma de que habia vuelto. Y de que habia ganado. Despues los abrio, dispuesta a mantenerlos asi.

Vio a sus padres y a su hermana, rodeandola.

Estaba viva.

«Toda esa gente solitaria, ?de donde ha salido? Toda esa gente solitaria, ?adonde pertenece?»

Eleanor Rigby

Paul McCartney

Agradecimientos

En noviembre de 1995 una muchacha britanica de dieciocho anos, Leah Betts, murio despues de cinco dias de permanecer en coma por haber tomado una pastilla de extasis el dia de su cumpleanos. Sus padres autorizaron a que la dramatica fotografia de su hija en coma fuera publicada por la prensa, y sirviera de aviso a todos aquellos que cada fin de semana tomaban pastillas. La imagen de Leah dio la vuelta al mundo. Sus padres donaron posteriormente los organos de su hija muerta; el higado de Leah fue trasplantado a una muchacha espanola.

Cada ano mueren en el mundo decenas de adolescentes por el consumo de las llamadas «drogas de diseno», aparente y falsamente inofensivas. Muchos mas sufren comas, alteraciones de personalidad, locuras, esquizofrenias, depresiones y un sinnumero de enfermedades psiquicas y fisicas. Y es solo el comienzo. Nadie sabe a ciencia cierta que pasara dentro de unos anos, cuando los adictos de hoy lleguen a sus puntos criticos y los del manana sigan alimentando sus cuerpos con las nuevas quimicas.

Quiero agradecer la ayuda prestada para la elaboracion de este libro a Jaume Comas, Enrique y Laia Esteva, la Generalitat de Catalunya a traves de la Conselleria de Sanitat, los archivos de El Periodico y La Vanguardia, asi como a todos los que, de una forma u otra, han aportado sus testimonios al respecto, algunos de ellos actuales «pastilleros» sin remedio, y otros en fase de recuperacion de sus adicciones.

Otra muchacha, Helen Cousins, que logro despertar despues de dos meses en coma, dijo una frase que resume toda esta historia: «No baileis con la muerte».

Este libro fue escrito en Isla Margarita (Venezuela) y Vallirana (Barcelona), entre los meses de mayo y junio de 1996.

Jordi Sierra i Fabra

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