– Gracias a ti -musito Joa deteniendose sin abrirla-por salvarnos.

– Lo hicimos juntas.

– No. Fuiste tu. Hiciste que me rebelara y reaccionara. Fue tu energia, y el uso de tus poderes arrastrando los mios, lo que impidio que murieramos aplastados y consiguieramos salir de ese agujero.

– Tu tambien me salvaste a mi cuando empezo a desmoronarse la cueva y no quisiste dejarme perdida en mi trance. Hubiera muerto, porque mis impulsos se disparan si soy consciente del peligro, no antes. Ojala tuviera tus presentimientos. Aquella pared que se me cayo encima en la galeria donde me encontrasteis me pillo desprevenida.

– Lo importante es que estamos aqui.

– Si -concedio Amina.

Joa abrio la puerta.

– Buenas noches.

– Hasta manana -le deseo la chica.

62

David se levanto al verla aparecer por la puerta que comunicaba las dos habitaciones.

– ?Como esta? -quiso saber.

– Mejor, mas tranquila. Y alucinada.

– ?Por que?

– ?Tiene cien canales en el televisor!

David esbozo una sonrisa. Luego la atrapo antes de que llegara al cuarto de bano y la hizo girar sobre si misma para que quedara de cara a el.

– Hola -la envolvio en un suspiro.

– Hola -agradecio el contacto ella.

Se besaron una sola vez, de forma suave.

– Ha sido un dia especialmente duro, ?verdad?

– Si -reconocio Joa-, aunque hayamos perdido la puerta…

– Fuera lo que fuera llevaba siglos sin funcionar. La luz, la vibracion… Por lo menos conseguiste hablar con tus padres. ?Como estaban?

Era una pregunta curiosa.

– Me han parecido felices. Mi padre me ha dicho que tenia las estrellas a su alcance, que disfrutaba de todos los conocimientos del universo. Un sueno.

– ?No te has sentido mal?

– Ya no. Entiendo lo que paso, y tambien que el, aquella noche en Chichen Itza, echara a correr para meterse en la nave. Ademas me han prometido que volveran.

– Entonces hemos de salvar el mundo para que este bien cuando lo hagan.

– No bromees -temblo Joa.

– No bromeo. Si alguien puede hacerlo sois Amina y tu.

– Es una buena chica.

– Peligrosa -quiso dejarlo claro-. Y tambien imprevisible, malcriada, irascible, un poco loca… pero si, es una buena chica. Y benditos sean sus poderes.

– Espero que siga utilizandolos bien.

– ?Por que habria de cambiar?

Joa no respondio. No quiso hablarle de instintos ni presagios. Necesitaban unas horas de paz antes de arreglar el tema del pasaporte de Amina y salir de Egipto rumbo a la India. Y esas horas de paz empezaban por dormir toda una noche abrazados, sintiendose el uno con el otro.

Indira, los cristales, Stonehenge… Todo eso era el futuro.

En el presente solo estaban ellos.

– Abrazame -le pidio Joa. Y David lo hizo.

Jordi Sierra i Fabra

***
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