CAPITULO PRIMERO

MOSEN ALBERTO fue uno de los primeros en darse cuenta de que estaban en guerra los cinco continentes. En una de sus 'Alabanzas al Creador' trascribio la alocucion del emperador del Japon a su pueblo: 'Nos, Emperador del Japon por la gracia del Cielo, elevado al trono que pertenece a una dinastia ininterrumpida desde edades inmemoriales y eternas, hacemos saber a vosotros, nuestros leales y fieles subditos, que declaramos la guerra a los Estados Unidos de America y al Imperio britanico'.

Nadie sabia nada del Japon, excepto el hermano del padre Forteza, misionero en Nagasaki. Los ciudadanos gerundenses habian oido hablar de las gheisas, de los samurai y de que la formula de suicidio mas frecuente en el pais era el harakiri. Cual era su autentico potencial, aparte los aproximadamente ochenta millones de subditos? Disponian de una flota maritima capaz de afrontar el conflicto en el que se habian metido? Buenos guerreros si lo eran. Con un estoicismo casi desesperante para los enemigos, que atavicamente solian ser China y Corea. Y jamas habian perdido una batalla, motivo por el cual cada jefe dinastico era considerado Dios. En algun momento critico, y como si efectivamente el cielo bendijera sus acciones, los maremotos habian acudido en su ayuda. Otro dato a registrar: era de suponer que los generales que aconsejaron al emperador no eran tontos y que habian hecho sus calculos matematicos antes de lanzarse a la accion.

De los Estados Unidos se sabia mucho mas, puesto que la civilizacion era mas afin -templos cristianos en vez de pagodas-, y ademas estaba el cine. Quien mas, quien menos, se habia tragado un par de decenas de peliculas producidas en Hollywood. Y puesto que el sentido autocritico de los americanos no podia discutirse, por regla general tales peliculas reflejaban la vida exacta de su inmenso territorio. Peliculas del Oeste, de la guerra de Secesion, seres capaces de lo mejor y de lo peor a condicion de tener un vaso de whisky en la mano. Tambien era de suponer que Roosevelt habia hecho la senal de la cruz -o algun signo masonico-, antes de firmar su alianza con el Imperio britanico.

Los gerundenses habian asistido al despliegue de declaraciones oficiales, empezando por la del gobernador, este pendiente de ceder el mando a su sucesor, del que unicamente se sabia que se llamaba Jesus Montaraz y que procedia del Gobierno Civil de Albacete. El resumen era francamente satisfactorio para los militantes como Marta o Miguel Rossello, o como el propio doctor Chaos, ferviente defensor de los Estados totalitarios. Alemania e Italia -ayudados ahora por el Japon, que cubria el flanco del Pacifico-, podian con todo lo que les echaran y mas aun. Cierto que les caerian encima toneladas de plomo mortifero, ya que a partir de ese momento los aliados arrastrarian consigo no solo a la Commonwealth, con sus inmensas colonias, sino, de rebote, a muchas naciones latinoamericanas. Sin embargo, el factor sorpresa era determinante. Y aquello habia sido una sorpresa: pacto tripartito. Amanecer publico: 'Los tres generales con que Inglaterra contaba para derrotar el Eje: Invierno, Tiempo y Espacio, han sido batidos'. Por supuesto, el invierno no habia sido batido aun, pues el calendario senalaba el mes de diciembre; pero, por las trazas, las carreteras heladas servirian para que Hitler entrara mas pronto todavia en Moscu. Asi las cosas, era posible que la guerra fuera corta, como lo habia sido hasta el momento y quedara resuelto de golpe el rompecabezas. Ahora bien, en el caso de que se alargara, por circunstancias de imposible prevision, nadie podia dudar de que las reservas del Eje eran tambien ingentes y que la moral del III Reich habia alcanzado su climax.

Dos personas, en Gerona, se abstuvieron de manifestar publicamente su opinion. El doctor Andujar, quien siempre habia dicho que 'las guerras largas las ganaba quien dominaba el mar', y el general Sanchez Bravo. De hecho, se esperaba que este, en su calidad de jefe castrense, dejase filtrar algun comentario: nada que hacer. Encerrado en su despacho, con un mapamundi lleno de banderitas, no cesaba de pasarse la mano por la mejilla derecha, al tiempo que le pedia a su asistente, a Nebulosa, que guardara silencio. El general era germanofilo por conviccion y porque Franco tambien lo era. 'Es evidente que en mis calculos yo puedo fallar -le decia a su unico interlocutor, su hijo, el capitan Sanchez Bravo-, pero el Caudillo no falla jamas'. Y ahi estaba la postura de Franco ante la revolucionaria situacion que los japoneses habian creado: Espana confirmo su posicion de 'no beligerante', que no era lo mismo que 'neutral', dado que se hallaba en guerra con Rusia, en virtud del envio de la Division Azul.

– Franco, con su habitual prudencia, no disimula sus simpatias por el Eje, pero no creo que lo haga de un modo oficial… Los Sanchez Bravo, en Gerona, debemos hacer lo mismo.

El capitan, que le habia pedido a Nebulosa una copa de conac, respondio:

– A mi me parece que el Caudillo se ha comprometido ya. Anteayer declaro, si no me equivoco, que Inglaterra habia planteado mal la guerra y que, por tanto, la habia perdido… Que mas quieres?

– No se trata de querer o no querer. Simplemente, estoy seguro de que a partir de ahora se guardara siempre una baza en la mano izquierda…

– Ah, la mano izquierda del Caudillo! Segun tu, es infalible.

– En efecto. Algo que alegar?

– Solo una cosa. La opinion de quienes afirman que en la guerra de Espana cometio errores garrafales, como el de bifurcar hacia Toledo cuando podia entrar en Madrid… Tu le crees un genio; pues bien, a mi entender, a lo largo de un siglo los genios son muy escasos. Tal vez Mussolini lo sea. Es… humano. No hay mas que ver su estampa; Hitler, con todos los respetos, me pilla un poco mas lejos. Y sabras como yo que muchos de sus generales han emprendido con desgana la campana contra Rusia, que significa emparedarse entre dos frentes…

El general se sulfuro. Siempre le ocurria lo mismo con su hijo. Un ano antes, tuvo que arrestarle porque se habia metido en negocios incompatibles con la milicia; ahora ponia en duda la genialidad de Franco y de Hitler. Arremetio contra la tesis de la bifurcacion hacia Toledo, considerandolo 'un acto humanitario hacia los defensores del Alcazar'. Franco, en la guerra civil, creo de la nada un verdadero ejercito, sin olvidar que al propio tiempo debia tener guardadas las espaldas en la retaguardia. 'No me saques de mis casillas obligandome a alinear argumentos. Y quien te ha dicho que Hitler es inferior a Mussolini? Hasta el momento, los combatientes italianos no han hecho mas que atascarse en todas partes. Lo de Grecia ya lo sabes; y ahora, habra que ver su definitivo comportamiento en Africa… Cuantas veces preferiria que no fueras mi hijo, para poder pegarte un tremendo bofeton!'.

El capitan Sanchez Bravo no dio su brazo a torcer.

– De una vez para siempre, dime si he de estar de acuerdo contigo en todo lo que piensas, o si soy mayorcito de edad y puedo ya cavilar por mi cuenta…

– Piensa lo que quieras, pero vete cuanto antes. Apestas a conac.

El capitan se marcho, y poco despues entro en el despacho dona Cecilia.

– Apuesto a que, como siempre, andabais a la grena…

– Que quieres! Tu hijo es un zoquete, que ni siquiera sabe donde esta el Japon.

Dona Cecilia, que se estaba comiendo un bombon, comento:

– A ver si por fin vemos a algun japones por aqui! Aunque, segun el doctor Chaos, visto uno, vistos todos…

* * *

El nuevo gobernador… Se llamaba, en efecto, Jesus Montaraz y acababa de cumplir los cincuenta anos. Nacido en Albacete y casado con Maria Fernanda de Bustamante, de la buena sociedad madrilena. Tenian un unico hijo, arquitecto, que se llamaba Angel. Jesus y Angel eran nombres que en cierto modo comprometian a la familia con el Nuevo Testamento; y sin embargo, los tres se mostraban mas bien indiferentes en materia religiosa, aunque cada uno por motivos distintos.

Al camarada Montaraz le fastidiaba lo que empezaba a conocerse como nacional-catolicismo. Camisa vieja, antes de la guerra habia conocido a Jose Antonio y a Garcia Lorca, y ninguno de los dos le pidio nunca que se vendara los ojos y creyera en la Santisima Trinidad. Tampoco su padre, que tenia una tienda de muebles en Albacete, le empujo nunca en esa direccion. 'Deberia adorar al carpintero Jose -decia el hombre-, porque me paso el dia tocando madera; pero no me dio por ahi. Me interesan mas las pinturas rupestres que tenemos en la provincia, en Alpera y Minateda, que no el Apocalipsis'.

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