como la misma mona, pero me saca del apuro y…

– Ya me amargaste el dia, y no alcance a tomar ni dos mates. Me pego una ducha y salgo.

Le da un beso en la frente y pone esa expresion de tipo agobiado que sabe que a ella le hace crecer una culpa instantanea.

– ?Me alcanzas una toalla? ?Ah! Y ya que estas, los calzoncillos.

Elena le tiene el ajuar pronto sobre la cama. Desde el primer dia lo hizo y, aunque el nunca le dio las gracias, ella sabe que en el balance general este pequeno gesto cuenta en su haber de buena esposa. El sale del bano y deja atras un reguero de talco en el piso y dentro del bide. Se viste sin cuestionar el atuendo, seguro de que todo ya ha sido pensado; se mira en el espejo.

– ?Que tal?

– Estas precioso.

– ?Precioso? No estare hecho un payaso, ?no?

– Para nada. ?Y a que se debe tanta pinta?

– ?Como a que? Me estas tomando el pelo, supongo.

– No tengo ni la menor idea de…

– Pero, Elena, no puede ser que no te acuerdes. Te lo comente la semana pasada, lo de la multinacional, la cuenta nueva…

– Ah, si, me habia olvidado.

– Eso es porque no me escuchas cuando te hablo. Estas perdida en vaya a saber Dios que disparates, y uno gasta saliva al santisimo boton. Despues se quejan de que los hombres se aburren. ?Por favor!

– No se de que te asustas, justamente tu que ni te enteras de mis cosas, que cuando te hablo miras la tele y me respondes con ruidos incomprensibles. La verdad es que no creo que seas la persona mas indicada para hacer reproches, Daniel.

– Problemas de comunicacion, ?que le vamos a hacer!

– ??Que le vamos a hacer?! Lo decis con la misma angustia que te produciria un electrodomestico roto.

– ?Por que no hablamos un poco de ti? ?Crees que no estoy cansado de tus caras largas y esa tristeza que no se te saca con nada? ?Estas aburrida? Deja el trabajo, que no es necesario y te dedicas a algo que te de mas placer. ?Que te gusta? ?Pintar? ?Gimnasia? No se, no se que te viene bien, Elena; francamente, me despistas. Cuando te conoci eras una persona diferente.

– ?Es que soy una persona diferente! No quiero acostumbrarme a vivir asi, Daniel.

– De verdad, no te soporto cuando te pones en victima. Elena, estoy pasando por un momento buenisimo, no se cuanto va a durar ni si se dara otra vez, tengo que aprovecharlo al maximo. La reunion de hoy puede significar un cambio grande para nosotros. Ya se, ya se que lo material no es todo, pero no voy a tirar por la borda tantos anos de sacrificio. Me he hecho un nombre, y todo ha salido de aca, ?lo ves?, de estas espaldas, nadie me ha regalado nada. Elena, te necesito a mi lado. Tengo que poner toda mi energia en este proyecto, no puedo distraerme con asuntos sin pies ni cabeza. Tu has sido fuerte y has superado crisis mucho mas graves que esta. Y yo te tengo fe, Elena.

Ella lo mira en silencio, lo ha estado escuchando y no ha podido impedir que se le humedecieran los ojos, pero contiene las lagrimas.

– Estas muy buen mozo, los vas a fascinar.

– ?Te parece? Mientras los fascine la propuesta…

– Va a salir bien, no tengo dudas.

– ?Te dejo dinero?

– No, hay algo. Daniel, antes de que te vayas quisiera hablarte de Luisito, me tiene preocupada. Volvio a las cinco de la madrugada y me parece que habia tomado. Se metio en el bano a vomitar, despues salio palido y se acosto con ropa y todo. Hay que hablar con el, Daniel, tengo miedo de que ande metido en algo raro.

Daniel se acomoda el nudo de la corbata y finge una sonrisa forzada frente al espejo para controlar que sus dientes esten en orden.

– ?Y por que no le hablas? Si es tu mimado.

– Como si no lo hubiera intentado. Cuando ve que voy a hablarle, sube la musica o se encierra en su cuarto. No creas que es facil, ademas no sigas diciendo que es mi nino mimado, a Ana le dan celos…

– Como quieras, pero es tu mimado. Yo no le daria tanta importancia, son cosas de la edad. Ademas, una borrachera no es la muerte, por Dios, no exageres, hay que dejarlo que crezca. No pretenderas tenerlo toda la vida prendido de tus bombachas.

– No exageres tu.

– Es la pura verdad. El chico necesita un poco de aire, nada mas.

– No quiero que sufra.

– Eso no se puede evitar. Ademas, te reprochara el no haberlo dejado crecer como los demas. Estas demasiado tensa, Ele. Te prometo que el sabado, si no tengo que reunirme con estos plomos, claro, nos vamos por ahi a tomar algo, al cine, donde quieras, ?estamos? Y no limpies tanto, por favor, la casa esta bien asi. Debe ser eso que te tiene estresada.

– Seguramente, claro.

– Beso y me voy.

– Que tengas suerte.

– Gracias, voy a necesitarla toda. Hoy vuelvo tarde casi seguro. Ya sabes como son estos gringos, quieren que los lleves a cenar… Te llamo, ?si?

– Dale.

Se va, la toalla mojada sobre la cama, y cierra la puerta con un '?Me vooooy!' que atraviesa la casa. Lo que para el es un saludo calido, a ella le pega en alguna parte como una patada de burro.

* * *

Elena se pone el vaquero gastado y una remera gris. Estos minutos son instantes preciosos, sobre todo porque en la casa se oye solo el silencio. A Elena siempre le ha gustado este sonido que le permite escuchar su ruido interior. Hoy, particularmente, hay mucho alboroto adentro. Quisiera tanto poder contarle a el de los mundos secretos que la habitan; abismos tan profundos que sondea hasta que la angustia se lo permite; laberintos de ideas y emociones; todo eso es ella.

Esdrujulo, el perro que encontraron en el jardin del edificio cuando apenas era un montoncito de miseria sobre cuatro patas flacas, que alimentaron y cuidaron 'y despues lo damos' pero que, finalmente, resulto ser tan buen escuchador de penas que gano su derecho a hueso y casa, ya esta rascando la puerta. Elena le coloca la correa y, como todos los dias, siente pena por los dos. En la calle el perro la guia; ella solo tira de la correa para cruzar cuando, mas adelante, ve a un posible candidato a la guarangada. Ya los tiene bien conocidos. Si el hombre esta solo, ella estudia rapidamente su acritud y decide, casi sin aflojar el paso, si continuar o cruzar. Si hay dos, entonces cruza siempre porque, en su estadistica sin numeros, sabe que rara vez un hombre pierde la oportunidad de hacerse el macho frente a un igual. Si son varios, sigue por la misma vereda en caso de que con ellos haya una mujer, antidoto probable contra cualquier groseria que la enfurece hasta los limites de un feminismo extremo. Esa injusticia, ese tener que andar por la calle esquivando gente, cruzando de aca para alla, caminando cuadras de mas, calibrando el largo de la falda o la altura de los tacos, eso tambien le da ganas de haber nacido varon. Pero solamente sucede muy de vez en cuando; el resto del tiempo esta comoda en su cuerpo pequeno. Esdrujulo ha escogido un muro para despacharse a gusto y Elena, que siempre se ha sentido ridicula mientras espera que el perro termine con lo suyo, se fija en el horizonte tachonado de nubes de plomo.

'Hoy llueve', piensa.

Daniel:

Ya sabes que siempre me ha sido mas facil explicarme por escrito. Lo lamento.

Ya sabes que siempre me ha sido mas facil expresarme por escrito. Lo lamento, no me he comunicado mucho en estos ultimos tiempos. Asumo mi parte de responsabilidad cuando me pregunto como pudo abrirse esta brecha que no nos deja encontrarnos. Voy a evocar buenos momentos vividos contigo, para que esta carta no sea escrita desde el rencor. No seria justo.

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