acababa de experimentar. Se apoyo en el firme brazo del corpulento detective, pues conocia muy bien los peligros que acechaban en los bajos fondos londinenses, y agradecio para sus adentros la fuerte e intimidatoria presencia del hombre. Emily jamas se habria aventurado sola en esa parte de la ciudad y todas las veces que visitaba esas areas tan marginadas se aseguraba de hacerlo convenientemente protegida. El detective Atwater le hacia sentir segura en un lugar que, sin duda alguna, era muy peligroso.
Y a pesar de ello, la visita que habia hecho ese dia la habia sobrecogido de una manera que jamas habia experimentado antes. Doblaron la esquina y se sintio aliviada al ver el carruaje de alquiler. Mientras se acercaban al vehiculo, Emily se dio cuenta de que otro carruaje se habia detenido detras. Un coche precioso, lacado en negro con intricados adornos dorados en el borde que estaba completamente fuera de lugar en un sitio como aquel. La joven fruncio el ceno. Ese carruaje le resultaba familiar…
Emily se detuvo en seco cuando se abrio la puerta y Logan bajo del vehiculo. El habia extendido una mano para coger su sombrero cuando la vio. Se quedo paralizado con el brazo en alto y, durante unos segundos, se limitaron a mirarse fijamente el uno al otro. Luego, los ojos de Logan se desviaron al senor Atwater. Apreto los labios en una linea tensa y se puso el sombrero en la cabeza… con un poco mas de fuerza de la necesaria. Con largas y energicas zancadas acorto la distancia que habia entre ellos. No se detuvo hasta que solo los separaron cincuenta centimetros.
– ?Que demonios estas haciendo aqui? -Pregunto el, apretando los dientes. -?Tienes idea de lo peligroso que es este sitio?
Emily se irrito ante la prepotencia del hombre, pero antes de que tuviera oportunidad de replicar, el se giro hacia el senor Atwater.
– Sera mejor que tenga una buena excusa para que lady Emily este en Whitechapel, Atwater, aunque no creo que exista ninguna explicacion posible.
Emily apreto el brazo del detective para impedir que hablara.
– El senor Atwater me ha acompanado para garantizar mi seguridad mientras hacia una visita.
Logan arqueo las cejas y luego fruncio el ceno.
– ?Una visita? ?A quien conoces en esta parte de Londres?
– Creo que tu y yo hemos venido a ver a las mismas personas -le dijo ella, sosteniendole la mirada. -A Velma Whitaker y a su hija Lara.
El ceno fruncido de Logan se convirtio en una mirada de confusion.
– Pero ?como…? ?Por que…? -El sacudio la cabeza, luego se volvio hacia el senor Atwater. -Necesito hablar un momento a solas con lady Emily.
El senor Atwater dirigio la vista al carruaje de Logan.
– Estare vigilando fuera.
Despues de agradecerle al detective la deferencia con una breve inclinacion de cabeza, Logan la tomo del brazo y la condujo a su carruaje, ayudandola a entrar. Cerro la puerta confinandolos en un intimo y lujoso capullo muy diferente a la pobreza que los rodeaba.
El se sento frente a ella en los mullidos asientos de terciopelo y la miro con calma.
– Por favor, explicame que estas haciendo aqui-le dijo con voz queda.
Emily se humedecio los labios, un gesto que atrajo la mirada de Logan a su boca. Sus ojos se oscurecieron, y a ella la recorrio una oleada de calor. Resuelta a que no supiera cuanto la afectaba su cercania, alzo la barbilla y se aclaro la garganta.
– Despues de la conversacion que mantuvimos ayer en el parque, no podia dejar de pensar en la senora Whitaker y en su hija, en las adversidades que tendra que afrentar sola ahora que no esta el senor Whitaker para mantenerlas y protegerlas. Asi que ayer por la tarde le envie una nota a Gideon preguntandole si podia averiguar donde vivian y acompanarme a visitarlas. Me respondio que ya tenia otro compromiso y que no podia venir conmigo, pero que enviaria en su lugar al senor Atwater; es el quien me dio la direccion de la senora Whitaker y quien me ha acompanado esta manana.
– Asi que has venido a verlas -dijo Logan suavemente.
Emily asintio con la cabeza.
– Les he traido algunas cosas.
– ?Que cosas?
– Mas que nada ropa. Algunos articulos de uso domestico: velas, sabanas, jabon. Varios libros y una muneca que encontre en el atico. Y algunas cestas de comida. Tambien les envie una nota a Sarah y a Carolyn, quienes donaron diversos articulos. Igual que Julianne, a pesar de sus limitados recursos.
El no dijo nada durante varios segundos. Luego alargo el brazo y le cogio la mano. Envolvio sus dedos entre los suyos, y Emily sintio la calidez de su piel a pesar de los guantes.
– Ha sido muy amable por tu parte.
Para consternacion de Emily, se le llenaron los ojos de lagrimas. Para ocultarlas se giro y miro por la ventanilla, pero lo unico que vio fueron los ladrillos desconchados y las ventanas sucias del edificio donde vivian la senora Whitaker y su hija. No es que no hubiera visto a gente en las mismas circunstancias, pero algo en ellas habia afectado a Emily profundamente.
– No me siento amable. Me siento… -Solto un largo suspiro. -En realidad, siento muchas cosas. Simpatia, piedad y una profunda compasion. Como cada vez que abandono los privilegios de Park Lane y vengo a sitios como este.
Noto que el se habia quedado inmovil.
– ?Cada vez? -Repitio el con suavidad. -?Quieres decir que no es la primera vez que vienes a Whitechapel?
Emily maldijo a su lengua traicionera. Parpadeando para hacer desaparecer las lagrimas, se volvio hacia el y asintio con la cabeza.
– Durante los ultimos tres anos he estado aqui varias veces. Y tambien en otras zonas de Londres que se encuentran en la pobreza. -Se rio sin humor. -No son dificiles de localizar.
– Pero ?por que…? -Logan se interrumpio y una inconfundible comprension aparecio en sus ojos. -Traes articulos que la gente pueda necesitar.
Emily asintio con la cabeza, sintiendose avergonzada de repente por haber hablado mas de la cuenta.
– No es nada en realidad. Solo ropa que ya no les sirve a los chicos y a Mary o que no voy a volver a ponerme.
– ?Lo haces a menudo?
– Normalmente una vez al mes. Hace tres anos descubri a una de nuestras doncellas llorando. Le pregunte que le pasaba y al principio no quiso decirme nada, pero finalmente me confio que habia recibido una carta de su hermana diciendole que se habia quedado viuda con tres ninos pequenos y otro en camino. Me senti mal por ella, y me pregunte que podia hacer para ayudarla. Asi que recogi alguna ropa y articulos de casa y… bueno, asi fue como empezo todo.
– Una causa muy noble.
– Si, pero hay mucha pobreza y sufrimiento. Siempre me siento como si hubiera puesto un pequeno vendaje a una herida profunda. Pero, sobre todo, me siento culpable. Solo es gracias a las circunstancias de mi nacimiento que mi vida este llena de comodidades, una vida que la senora Whitaker, Lara y otros como ella nunca han conocido. Me parece muy injusto que una persona tenga tanto mientras otras tienen tan poco.
Miro de nuevo por la ventanilla.
– Y aun asi, la senora Whitaker ha compartido todo lo que tiene conmigo. Hay algo en ella y en Lara que… simplemente me conmueve. Profundamente. Me invito a tomar el te y me ofrecio un plato de galletas; se comporto como si la mia fuera una visita de la realeza. Viven en una sola habitacion y nada mas. Estaba impoluta pero muy usada. Parecia tan cansada… Y derrotada. Y a pesar de ello es tan valiente… No creo que haya conocido a nadie tan valiente como ella. Y Lara, Santo Dios, esa nina me ha llegado al corazon. Me ha mirado con esos enormes ojos castanos y… -Se le quebro la voz y otra oleada de lagrimas le anego los ojos.
Emily sintio los dedos de Logan bajo la barbilla, instandola a mirarle, y giro la cabeza.
– ?Y que? -la apremio el.
– Y si bien estaba tratando de ayudarlas, me senti indigna de estar alli. En aquella habitacion tan pequena pero escrupulosamente limpia.
?Sabias que jamas he tenido que limpiar nada en mi vida? Ni una simple cacerola o un plato o una taza de te.
