Kelly penso que no le habia oido bien.

– ?Que?

– Es que llame a casa y Martha me dijo que habias venido aqui… -se explico el.

– Asi es, como hoy hacia tanto calor pense que seria una buena idea venir a buscar mi ropa de verano -ella se quedo pensativa-. Aunque tambien es cierto que necesitaba salir.

– Si, lo entiendo.

Quiza fuese asi, pero por la expresion de sus ojos, el mas bien parecia creer que ella le estaba haciendo algun reproche.

– Mac, me he dado cuenta de que me estaba comenzando a dar miedo salir de casa. Y queria demostrarme a mi misma que podia salir. Esa es la verdadera razon por la que he venido aqui hoy.

– Pero es que es normal que tengas miedo, es la segunda vez que tienes que afrontar este tipo de situacion en los ultimos meses.

– Bueno, admito que seria normal que me asustara meterme dentro de una multitud, pero para venir aqui solo tuve que dar un pequeno paseo en el coche… -su voz se apago. Penso que sobraban esas explicaciones cuando a ella le preocupaba una sola cosa-. Mac, ?pensabas que habia venido al apartamento para quedarme? ?Sin ti?

Abrio la boca para contestar, pero no lo hizo. En ese momento, Annie se echo a llorar. Seguramente porque se acercaba la hora de la merienda.

– La verdad es que no voy a hacer nada mas aqui -dijo Kelly con voz firme- Asi que podemos volver a casa. Pero despues de que acostemos a la nina tenemos que hablar de todo esto, Mac.

– Si, creo que es lo mejor.

Kelly paso las horas siguientes en un estado de extrema confusion. Se dio cuenta de que todos esos dias se habia estado culpando por lo del secuestro. Se culpaba de no haber cerrado el seguro de las puertas del coche hasta que tuviera a la nina en sus brazos y de haberse despistado. Pero si Mac tambien la culpaba por ello, no habia dicho ni una sola palabra. Asi que no veia cual era la razon por la que i podia haber pensado que ella iba a abandonarlo.

Asi que debia de ser otra cosa lo que marchaba mal. Kelly sintio miedo de que el secuestro hubiera hecho descubrir a Mac que su matrimonio no funcionaba. Que el no la queria realmente. Era cierto que las circunstancias les habian unido, pero quiza no hubiera verdadero amor entre ellos. Quiza el solo seguia adelante con el matrimonio por su sentido del honor.

Al llegar a casa, Kelly dio el biberon a Annie y despues mecieron a la nina por turnos. Mas tarde, cenaron, ella se dio una ducha y se cambio, mientras Mac cuidaba de la nina. Finalmente, Mac se fue a duchar, mientras Kelly se quedaba con la nina en la biblioteca.

Llego la hora de acostar a la nina, que se quedo inmediatamente dormida.

Kelly salio a buscar a Mac, que estaba en el patio, mirando pensativo hacia los bosques. El sol ya se habia puesto, aunque todavia se podia ver una franja rojiza sobre el horizonte.

– Mac, si quieres divorciarte, ya te puedes ir olvidando de ello. No me importan los papeles que firme. No te voy a abandonar -dijo ella en voz alta.

Kelly no queria discutir, pero queria darle que pensar.

El se volvio. Kelly pudo ver sus ojos oscuros aun en medio de la penumbra. Al principio, ella no habia sabido que esa mirada dura de autocontrol encerraba un corazon sensible y vulnerable. Pero en ese momento ya si que lo sabia. Y tambien sabia que el se preocupaba muchisimo por hacer siempre lo correcto. Kelly hubiera deseado acordarse de eso durante la ultima semana.

– ?Piensas que quiero el divorcio?

– He estado pensando en nuestra relacion. Tu te viste atrapado en un matrimonio con una mujer embarazada para protegerla. Si yo fuera una mujer con tu sentido del honor, se que ahora que ha pasado el peligro deberia dejarte marchar. Pero es que yo no soy tan honrada como tu…

Mac agito la cabeza confuso.

– Kel, no se que estas diciendo. Yo nunca…

Pero no iba a dejarle decir ni una sola palabra hasta que ella terminase de decir lo que queria.

– Olvidate del honor por un momento. Yo debia volverme loca para dejarte actuar como lo hiciste. Pero tambien de eso tienes tu la culpa. Te comportabas conmigo como un hombre que quiere a su mujer. Me ayudaste durante el embarazo, durante el parto y siempre que yo me asustaba. Hiciste que me sintiera en tu casa como si fuera mia. E incluso te acostaste conmigo… Hiciste todo eso por una mujer a la que tu no habias elegido.

– Eso no es cierto, pequena.

Ese «pequena» resono en su corazon como una campana. Si volvia a llamarla asi, no podria evitar bajar la guardia.

– Claro que si. Y me da la impresion de que tu sentido del honor incluso ha provocado que te sintieras responsable de lo del secuestro, ?no es asi?

Por el modo en que brillaron los ojos de el, Kelly supo que habia acertado.

– Te casaste conmigo para que te protegiera, Kelly. El hecho de estar embarazada de un miembro de la familia Fortune te puso en peligro y yo prometi protegerte. Ahora no puedo parar de pensar que te falle.

– ?Oh, Mac! ?Y por eso pensaste que te queria abandonar? Pues estas equivocado. Tu nunca me has fallado en nada.

Ella sintio unas ganas enormes de abrazarlo, para que ese gesto sombrio desapareciera de su rostro. 0 tambien me he pasado la semana entera echandome la culpa por lo del secuestro -dijo Kelly con voz tranquila-. Creo que ese ha sido nuestro error. Culparnos por algo que no se podia preveer. Nadie tiene la culpa de que ese desequilibrado estuviera en el aparcamiento cuando nosotras llegamos.

– Quiza no. Pero lo que si es seguro es que yo pense que el hecho de que te convirtieras en una Fortune podria protegerte. Ahora solo creo que te va a hacer correr nuevos peligros.

– Es cierto que tu y yo vamos a tener que correr con mas riesgos que la mayoria de los matrimonios. Tu apellido hace que asi sea. Pero eso no importa, tu me hiciste ver la solucion hace tiempo.

– ?Eso hice?

Ella asintio.

– Si, tu fuiste quien me dijo que nosotros teniamos la posibilidad de crear nuestras propias reglas para nuestra relacion. Asi que no quiero que seas tu solo el que me protege a mi. Esa preocupacion debe ser mutua. Cuando yo siento miedo me gusta saber que puedo contar contigo. Pero si tu tienes miedo, a mi me gustaria saber que me lo vas a decir. Y me gustaria que supieras que puedes contar conmigo.

Ella se quedo en silencio esperando a que el dijera algo.

– ?Kel? -su voz sono como una caricia.

– ?Que?

– Yo tenia miedo de que me abandonaras…

Dos segundos despues ella estaba en sus brazos. El la beso apasionadamente. Kelly penso que ese beso solo lo podia dar un hombre tan fuerte que no le importaba demostrar su vulnerabilidad. Le habia costado mucho que Mac la besara de ese modo y ella respondio a ese beso con igual pasion. Lo amaba tanto…

– Nunca te dejare -susurro ella-. Te quiero mas que a nada.

– Y yo tambien te quiero a ti -Mac comenzo a acariciarle las mejillas y el pelo. Luego la volvio a besar. Esta vez de un modo mas suave. La beso despacio, como si estuviera saboreando el futuro que les esperaba-. Pero hay dos cosas que todavia quiero preguntarte.

– ?Ahora?

– Ahora. No nos llevaran mucho tiempo. ?Quieres casarte conmigo Kelly Sinclair? ?Quieres que te prometa que voy a amarte, honrarte y respetarte?

– ?Dios mio, Mac! Vas a hacerme llorar -Kelly tenia los ojos cubiertos de lagrimas-. Ademas, juraria que eso me suena.

– Si, pero creo que deberiamos casarnos otra vez. Aunque esta vez, solo para nosotros. Pense en que la ceremonia podria ser la proxima Nochevieja, que es nuestro aniversario. Pero luego pense que…

– ?Que por que esperar? -termino Kelly la frase.

El la beso de nuevo. Kelly levanto la cabeza y vio en sus ojos esa expresion que hacia que la sangre le comenzara a hervir. Eso era la fuerza del amor. Luego, ella vio que su ropa desaparecia como por arte de magia.

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