sido definitivo. Patineau habia decidido moverse. Voila! Destacamento de fuerzas.

Me senti aliviada, pero tambien desairada. Habian asumido mi trabajo y me habian explotado. Cuando me dirigia a aquella reunion temia enfrentarme a la censura personal, no esperaba un tacito reconocimiento de la labor bien hecha. Sin embargo afirme la voz para disimular mi enojo.

– Asi, pues ?que nos recomienda Quantico que busquemos?

Ryan extrajo un legajo delgado del monton, lo abrio y leyo en voz alta:

– Varon blanco, francofono, probablemente no haya superado el nivel de secundaria y cuente con historial de DS…

– C'est quoi ca? -inquirio Bertrand.

– Delincuencia sexual: voyeurismo, llamadas telefonicas obscenas, exhibicionismo…

– Las habituales lindezas -comento Claudel.

– Como el hombre del maniqui -dijo Bertrand.

Claudel y Charbonneau resoplaron.

– ?Mierda! -dijo Claudel.

– Has mencionado a mi heroe -comento Charbonneau.

– ?Que diablos significa el hombre del maniqui?

El que hablaba era Ketterling, de St. Lambert.

– Un gusano que registra los apartamentos, hace un relleno con el camison del ama de casa y luego lo acuchilla. Ese canalla representa su papel desde hace unos cinco anos.

Ryan prosiguio escogiendo frases del informe.

– Planeador cuidadoso. Probablemente se vale de tretas para abordar a la victima. Es posible que intente el truco de la agencia inmobiliaria. Tambien es posible que este casado…

– Pourquoi? -se sorprendio Rousseau, de St. Lambert.

– Por el escondrijo. No podia llevar a las victimas a casa por causa de la esposa.

– O de la madre -intervino Claudel.

El hombre se centro de nuevo en el informe.

– Es probable que escoja y prepare previamente localizaciones aisladas.

– ?Como el sotano? -interrogo Ketterling, de St. Lambert.

– ?Diablos, Gilbert pulverizo todo aquel antro con Luminol! Si hubiese habido una gota de sangre, se hubiera iluminado como el Pais del Mas Alla -exclamo Charbonneau.

El informe proseguia: «El exceso de violencia y crueldad sugieren extrema ira. Posible busqueda de venganza. Posibles fantasias sadicas que implican dominio, humillacion y dolor. Posible influencia religiosa.»

– Pourquoi ca? -se asombro Rousseau.

– La estatua, los lugares donde enterro los cuerpos. Trottier se encontraba en un seminario, al igual que Damas.

Permanecimos en silencio unos momentos. El reloj de pared resonaba quedamente. En el pasillo se distinguio un taconeo femenino que se aproximaba y luego retrocedia. Claudel seguia trazando tensas y breves lineas con su boligrafo.

– Beaucoup de «posibles» y «probables» -dijo.

Me irritaba la continua resistencia de Claudel a la teoria de un solo asesino.

– Tambien es posible y probable que en breve nos encontremos con otro asesinato -replique.

El policia revistio su rostro con su habitual mascara de dureza que descargo en su bloc de notas. Las lineas de sus mejillas se tensaron, pero no dijo palabra.

El reloj seguia sonando.

– ?Ha hecho alguna prevision a largo plazo el doctor Dobzhansky? -pregunte mas tranquila.

– A corto plazo -repuso Ryan sombrio mientras retomaba el perfil-. Sugiere indicaciones de perdida de control, creciente audacia y acortamiento de los intervalos.

Cerro el legajo y lo tiro hacia el centro de la mesa.

– Volvera a matar.

Nuevo silencio.

Por fin Ryan consulto su reloj, lo que todos imitamos, como robots de una produccion en cadena.

– Bien, examinemos esos archivos. Anadamos todo cuanto creamos que aun no figura en ellos. Luc, Michel: Gautier era un caso del CUM por lo que acaso tengan mas informacion sobre ello.

Senales de asentimiento de Charbonneau y Claudel.

– Pitre recayo en la SQ. Yo la comprobare de nuevo. Los restantes son mas recientes, deben de estar muy completos.

Puesto que me hallaba muy familiarizada con los cinco casos recientes, comence con Pitre y Gautier. Los archivos se habian creado en los anos 88 y 89 respectivamente.

El cadaver semidesnudo y muy descompuesto de Constance Pitre fue descubierto en una casa abandonada de Khanawake, una reserva india rio arriba de Montreal. A Marie Claude Gautier la encontraron tras el metro de Vendome, una estacion de transbordo con los trenes de los suburbios de la parte oeste. Ambas habian sido brutalmente golpeadas y degolladas. Gautier tenia veintiocho anos; Pitre, treinta y dos. Las dos eran solteras y vivian solas. Se habia interrogado a los sospechosos habituales y se habian seguido las pistas existentes, que en ambos casos concluyeron en punto muerto.

Pase tres horas examinando los archivos que, comparados con los que habia revisado durante las ultimas seis semanas, eran relativamente escasos. Las dos habian sido prostitutas. ?Era aquella la razon de que las investigaciones fueran tan limitadas? ?Explotadas en vida y desdenadas en la muerte? ?Adios y viento fresco! Me negue a profundizar en ello.

Mire las fotos de las victimas. Sus rostros eran distintos pero a la vez inquietantemente similares: la extraordinaria palidez, el exagerado maquillaje, la mirada fria e indiferente. Sus expresiones me recordaron la noche pasada en el Main, cuando contemplaba la actividad callejera desde un asiento de primera fila con resignacion y desesperacion. Alli las habia visto vivir; aqui aparecian en instantaneas.

Extendi las fotos del escenario del crimen sabiendo de antemano la historia que expresarian. Pitre: el patio, el lecho, el cadaver. Gautier: la estacion, los matorrales, el cuerpo. A Pitre le habian cercenado casi por completo la cabeza; a Gautier tambien le habian cortado la garganta, y el ojo derecho habia sido apunalado y convertido en una masa pulposa. El extremo salvajismo de los ataques habia impulsado a incluirlas en nuestra investigacion.

Lei la autopsia y los informes policiales y de toxicologia, y analice minuciosamente cada entrevista del resumen del investigador. Extraje todos los detalles de las idas y venidas de las victimas, todos los pormenores de sus vidas y sus muertes, y los traslade a una sencilla hoja de calculo electronico. No era gran cosa.

Oia como los demas se movian alrededor de mi, arrastraban sus sillas y bromeaban, pero no les prestaba atencion. Cuando por fin cerre los archivos eran mas de las cinco. Solo quedaba Ryan. Al levantar la mirada descubri que me estaba observando.

– ?Quiere ir a ver a los Gitanos?

– ?Como?

– Tengo entendido que le gusta el jazz.

– Si, pero el festival ha terminado, Ryan.

?Quien se lo habia dicho? ?Como lo sabia? ?Era aquella una invitacion social?

– Cierto. Mas la ciudad sigue en marcha. Los Gitanos actuan en el antiguo puerto. Es un grupo estupendo.

– No lo creo, Ryan.

Si lo creia: habia pensado en ello. Por eso me negaba. En aquellos momentos no. No hasta que la investigacion hubiera concluido y hubieran cazado a aquel animal.

– De acuerdo. -Me miro con sus electrizantes ojos-. Pero tiene que comer.

Aquello era cierto. Otra cena sola y a base de congelados sin duda era poco atractiva. No, ni siquiera daria a Claudel la apariencia de algo impropio.

– Probablemente no es una…

– Mientras damos cuenta de una pizza podriamos cambiar impresiones sobre lo que opina sobre este

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