su lealtad. Ahora lo unico que desea es morir bien. Y sin duda sera asi.

– Claro, una muerte honrosa por sobre todo lo demas. Eres un autentico eco de nuestro primo Johnny, que tan fervientemente busco ese honor en Barnet. Y hablando de deshonor y afines, ?que respondio Somerset cuando le dijiste que se habia equivocado con Wenlock?

– ?A que te refieres? -pregunto Ricardo, frunciendo el ceno.

– Sabes muy bien a que me refiero. Toda oportunidad de una victoria para Lancaster murio con Wenlock, cuando sus hombres vieron que sus capitanes peleaban entre si y no contra York. Sin duda negaste su sospecha de que Wenlock estaba a sueldo de York. No… Te veo en la cara que no lo hiciste. -Jorge meneo la cabeza burlonamente-. Muy magnanimo, hermanito. Espero que tambien lo hayas felicitado por su comportamiento en el combate.

Ricardo puso cara de disgusto, pues eso era lo que sentia por Jorge. Will se percato e intercedio.

– De veras, Dickon, ?que queria?

Ricardo dejo de mirar a Jorge, le sonrio a Will con perplejidad.

– Por extrano que parezca, Will, queria que fuera piadoso con Ana Neville.

El duque de Norfolk entro en la sala; el presidiria, junto con Ricardo, el juicio de los lancasterianos. Ricardo le salio al encuentro. Asi paso por alto, una vez mas, el efecto que el nombre de Ana Neville surtia sobre su hermano.

Pero Will no lo paso por alto. Al principio no habia comprendido las tensiones que habian aflorado en Windsor, pero luego su astucia y algunas preguntas discretas a Eduardo habian resuelto el acertijo. Le sonrio a Jorge.

– ?Os puedo interesar en una apuesta, milord? -pregunto afablemente.

Jorge, conociendo a Hastings, recelo al instante.

– ?Que clase de apuesta?

– Apuesto a que la hija de Warwick aun esta tan prendada de vuestro hermano Gloucester como hace dos anos. ?Que opinais? ?Cuanto jugamos?

Jorge se trago un feroz juramento, fulmino a Will con una mirada que prometia una guerra abierta aunque no declarada.

– Cuidado, milord Hastings. Es peligroso hablar sin pensar, como tanto os place. Es el mejor modo de granjearse enemigos que uno preferiria no tener. Os lo aseguro.

Will no se ofendio. Un fulgor dorado aureolaba sus ojos.

– Ah -murmuro-, ?pero que importa un enemigo mas, milord, cuando vos ya teneis tantos?

La provocacion exaspero tanto a Jorge que por un momento olvido que tenian un publico atento. Pero los espectadores que esperaban una emocionante confrontacion quedaron defraudados, pues en ese momento el rey entro en el recinto, y ni siquiera Jorge de Clarence cometeria la imprudencia de armar un escandalo cuando el juicio estaba a punto de empezar.

Los lancasterianos fueron hallados culpables de traicion; el veredicto, pronunciado imparcialmente por Ricardo, duque de Gloucester, exigia la muerte. Esa tarde construyeron un patibulo en la plaza del mercado, donde la calle mayor se unia con Church Street. A las diez de la manana siguiente, se llamo a un sacerdote para absolver a los condenados, que luego fueron decapitados a la sombra de la alta cruz de piedra. Eduardo renuncio al derecho de destripamiento, y concedio a los muertos una sepultura honorable.

Ese mismo martes, el ejercito yorkista se marcho de Tewkesbury. Ni siquiera esta, la «victoria mas dulce», sofoco todas las rebeliones del reino. El Bastardo de Fauconberg, pariente de Warwick y por largo tiempo un incordio para Eduardo, habia zarpado de Calais y estaba en Kent, donde logro fomentar la oposicion a York. En el norte de Inglaterra tambien se rebelaban lancasterianos recalcitrantes que aun no sabian nada de la muerte del joven que habia alentado las esperanzas de Lancaster.

Eduardo juzgo que Londres, que estaba bajo la proteccion de su cunado Anthony Woodville, rechazaria a Fauconberg si este amenazaba la capital. Condujo a su ejercito al norte, para sofocar personal-mente el levantamiento de esa inestable region que por tanto tiempo habia sido hostil a la Casa de York. Pero en las cercanias de Coventry fue recibido por el conde de Northumberland, que se habia dignado abandonar sus fincas nortenas al enterarse del aplastante triunfo de Eduardo en Tewkesbury. Northumberland le traia la buena noticia de que el levantamiento del norte habia terminado casi antes de empezar una vez que se difundio el mensaje de que las unicas gotas restantes de la sangre real de Lancaster corrian en las venas de ese hombre fragil y trastornado que estaba en la Torre de Londres.

Eduardo se detuvo en Coventry para aguardar a nuevas tropas antes de regresar a Londres para lidiar con la ultima amenaza que pendia sobre su soberania, el Bastardo de Fauconberg. Y en Coventry aguardo tambien la llegada de Margarita de Anjou, capturada por sir William Stanley dos dias despues de la batalla de Tewkesbury.

Sharon Kay Penman

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