estado del mundo. Ese era su modo de ser. Buena persona. Lo ultimo que deseaba era herir los sentimientos de alguien». De la bondad de Styron pasasteis a hablar de la campana del PEN en apoyo de Liu Xiaobo. El 20 de enero se habia publicado una peticion firmada por escritores del mundo entero, y el PEN esta pensando en rendirle homenaje in absentia en su cena anual para recabar fondos, en abril. Tu estaras alli, desde luego, porque nunca dejas de asistir a esa cena, pero la situacion es poco prometedora, y tienes pocas esperanzas de que dar a Liu Xiaobo un premio en Nueva York tenga efecto alguno en su situacion en Pekin: detenido y sin duda pronto condenado. Segun Renzo, una joven que trabaja en el PEN vive en Brooklyn, en la misma casa donde se aloja el chico. El mundo es un panuelo, ?no? Si, Renzo, de verdad lo es.

7 de febrero. Has visto al chico otras dos veces desde que te encontraste con el el 26 de enero. La primera vez, fuisteis juntos a ver Dias felices (cortesia de Mary-Lee, que dejo dos entradas para ti en taquilla), visteis la obra en una especie de pasmado arrobamiento (Mary-Lee estuvo esplendida) y despues de la representacion fuisteis a su camerino, donde os asalto con unos besos freneticos, euforicos. El extasis de actuar ante un publico vivo, una sobreabundancia de adrenalina discurriendo por su organismo, sus ojos ardientes. El chico parecia sumamente contento, sobre todo cuando su madre y tu os abrazasteis. Mas tarde, te diste cuenta de que probablemente era la primera vez en su vida que veia algo asi. Es consciente de que la guerra ya ha terminado, de que los combatientes hace mucho que han depuesto las armas convirtiendo las espadas en rejas de arado de tanto entrechocarlas. Despues, cena con Korngold y lady Swann en un pequeno restaurante cerca de Union Square. El chico no hablo mucho, pero estuvo muy solicito. Algunas observaciones sagaces sobre la obra, analizando la primera frase del segundo acto, «Salve, sagrada luz», y por que Beckett habia decidido aludir a Milton en ese punto, la ironia de esas palabras en el contexto de un mundo de eterno dia, puesto que la luz solo puede ser sagrada como antidoto de la oscuridad. Su madre sin quitarle los ojos de encima mientras hablaba, brillantes de adoracion. Mary-Lee, la reina del exceso, la Madonna de los sentimientos viscerales, y sin embargo ahi estabas tu, observandola con una punzada de envidia: un tanto divertido, si, pero preguntandote tambien por que sigues conteniendote. Te sentiste mas a gusto en presencia del muchacho esa segunda vez. Como si te estuvieras habituando a el otra vez, quiza, pero aun sin estar dispuesto a mostrarle tu afecto. El siguiente encuentro fue mas intimo. Cena en Joe Junior's esta noche en recuerdo de los viejos tiempos, solos los dos, zampando grasientas hamburguesas y apelmazadas patatas fritas, y tu has hablado principalmente de beisbol, recordando las numerosas conversaciones que mantuviste con tu padre, sobre aquel tema apasionante pero enteramente neutral, terreno seguro por asi decir, pero entonces el saco a relucir la muerte de Herb Score y los tremendos deseos que tuvo de llamarte para hablar de el, del lanzador que vio su carrera frustrada por la misma clase de lesion que acabo con las aspiraciones de tu padre, el abuelo que no llego a conocer, pero entonces penso que una llamada interurbana no era lo mas adecuado, y que extrano que su primer contacto contigo acabara siendo de todas formas por telefono, las llamadas de Brooklyn a Exeter cuando estabas en el hospital y el miedo que tuvo de no volver a verte mas. Te lo llevaste a la calle Downing despues de cenar y fue alli, en el salon del antiguo piso, donde subitamente se derrumbo y rompio a llorar. Bobby y el se estaban peleando aquel dia, te confeso, en aquella sofocante carretera tantos anos atras, y justo antes de que pasara el coche dio un empellon a Bobby, de menor estatura que el, lo empujo tan fuerte que lo tiro al suelo, y por eso lo atropellaron y resulto muerto. Tu escuchabas en silencio. Ya no tenias palabras. Todos esos anos sin saber y ahora esto, esa abrumadora trivialidad, una disputa adolescente entre dos hermanastros, y todo el dano que ha causado ese empujon. Tantas cosas que se han aclarado con la confesion del chico. Su feroz repliegue sobre si mismo, la fuga de su propia vida, los duros trabajos manuales como forma de expiacion, mas de una decada en el infierno por un momento de ira. ?Se le puede perdonar? Esta noche no has conseguido que las palabras salieran de tus labios, pero al menos has tenido el sentido comun de abrazarlo y estrecharlo contra ti. Mas en concreto: ?hay algo que requiera perdon? Probablemente no. Y sin embargo, se le debe perdonar.

8 de febrero. La conversacion telefonica de los domingos con Willa. Esta preocupada por tu salud, se pregunta como te las apanas, piensa si no seria mejor que dejara el trabajo y volviera a casa para cuidarte. Te ries ante la idea de tu diligente y trabajadora esposa diciendo a la administracion de la universidad: «Hasta luego, tios, a mi marido le duele la tripa, tengo que largarme, y a proposito, que se jodan los estudiantes a quienes doy clase, que aprendan solos si les da la punetera gana». Willa rie tontamente cuando le describes la escena y es la primera vez que oyes su risa en bastante tiempo, su mejor risa en muchos meses. Le cuentas que anoche fuiste a cenar con el chico, pero ella no reacciona, no hace preguntas, un pequeno grunido para hacerte saber que esta escuchando pero nada mas, y a pesar de eso sigues adelante de todos modos, observando que al parecer el muchacho esta finalmente entrando en razon. Otro grunido. Ni que decir tiene, no mencionas el asunto de su confesion. Una pequena pausa y luego te dice que al fin se siente con fuerzas para volver a su libro, lo que en tu opinion es otra buena senal, y luego le dices que Renzo le manda recuerdos, que la quieres y que cubres de besos su cuerpo entero. Acaba la conversacion. No ha ido mal, en general, pero despues de colgar deambulas por el piso con la sensacion de que te encuentras perdido en medio de un paramo. El chico te ha hecho muchas preguntas sobre Willa, pero aun no te has armado de valor para decirle que ella lo ha arrancado de su corazon. Botellero se viste ahora con traje y corbata. Va a trabajar, paga las facturas y se ha convertido en un ciudadano modelico. Pero Botellero sigue tocado de la cabeza y por la noche, cuando el mundo se cierne sobre el, sigue poniendose a cuatro patas para aullar a la luna.

15 de marzo. Has visto al chico otras seis veces despues de la ultima entrada que le dedicaste el 7 de febrero. Una visita al Hospital de Objetos Rotos un sabado por la tarde, donde viste como enmarcaba cuadros y te preguntaste si no aspiraba mas que a eso, si se conformaria con pasar de un trabajillo a otro hasta que se hiciera viejo. No le insistes para que tome decisiones, sin embargo. Lo dejas en paz y esperas a ver lo que pasa, aunque personalmente confias en que en otono vuelva a la universidad y se saque el titulo, que es algo que menciona de cuando en cuando. Otra cena con Korngold y La Swann, los cuatro, el lunes, con el teatro cerrado. Una noche al cine, los dos, a ver un clasico, Un condenado a muerte se ha escapado, la obra maestra de Bresson. Almuerzo a mitad de semana, precedido de una visita a la oficina, por donde le diste una vuelta y le presentaste a tu pequena pandilla de incondicionales, y la loca idea que te asalto aquella tarde, al preguntarte si un muchacho de su inteligencia e interes por los libros no podria encontrar un hueco en una editorial, como empleado de Heller Books, por ejemplo, lo que le daria ocasion de prepararse para suceder a su padre, pero no hay que sonar demasiado, las ideas de esa clase pueden plantar semillas venenosas en la cabeza y es mejor abstenerse de escribir el futuro de otra persona, sobre todo si es tu hijo. Cena con Renzo cerca de su casa en Park Slope, el padrino de buen humor esta noche, embarcado en otra novela, y nada de charla sobre baches economicos ni depresiones ni amores extinguidos. Y luego la visita a la casa donde vive ahora, la oportunidad de ver en su salsa a los Cuatro de Sunset Park. Un sitio pequeno, triste y venido a menos, pero disfrutaste viendo a sus amigos, sobre todo a Bing, por supuesto, que tiene un aspecto estupendo, igual que las dos chicas, Alice, la que trabaja en el PEN, que hablo con gran vehemencia de la cuestion de Liu Xiaobo y luego te hizo una serie de perspicaces preguntas sobre la generacion de tus padres, los jovenes de la Segunda Guerra Mundial, y Ellen, tan bonita y sin pretensiones, que al final de la velada te enseno un cuaderno de dibujos lleno de los bocetos eroticos mas escabrosos que jamas habias visto, que te hicieron detenerte un momento y preguntarte -solo por un instante- si no podrias rescatar la editorial lanzando una nueva linea de libros artisticos de caracter pornografico. Ya les han entregado dos ordenes de desalojo, y les expresaste la preocupacion de que estuvieran abusando de su buena suerte y acabaran poniendose en una situacion peligrosa, pero Bing dio un punetazo en la mesa y afirmo que aguantarian hasta el final, y no seguiste con tu argumentacion porque no es asunto tuyo decirles lo que tienen que hacer, son personas adultas (mas o menos) y perfectamente capaces de tomar decisiones por si mismos, aunque se equivoquen. Seis veces mas, y poco a poco el chico y tu habeis creado cierta intimidad. Ahora se muestra mas abierto contigo y una de las noches que estuviste a solas con el, despues de la pelicula de Bresson, muy probablemente, te conto toda la historia sobre la chica, Pilar Sanchez, y por que tuvo que huir de Florida. Para ser franco, te quedaste pasmado cuando te dijo lo joven que es, pero tras pensarlo un momento, te diste cuenta de que era comprensible que se enamorase de alguien de esa edad, porque la vida del muchacho se habia truncado, su correcto y natural desarrollo estaba atrofiado, y aunque tenga aspecto de adulto, en su fuero interno se ha quedado en los dieciocho o diecinueve anos. En enero hubo un momento en que creyo que iba a perderla, te dijo, tuvieron un tremendo altercado, su primera discusion seria, y afirmo que en buena parte la culpa fue suya, enteramente suya, porque cuando se conocieron y aun no sabia lo importante que ella iba a ser en su vida, le mintio sobre su familia y le conto que sus padres habian muerto, que no tenia hermanos, que nunca los habia tenido, y ahora que habia

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