cruzar por un puesto fronterizo.

En aquel momento espero los comentarios.

– ?Y si fingimos un accidente en las principales autopistas y reducimos la circulacion a un solo carril, unos treinta kilometros antes de la frontera? -sugirio Mort.

– Yo no lo haria. Es lo mismo que poner una barrera, se formarian colas en dos minutos, y Siddons trataria de largarse por la primera salida que encontrara. Si lo hacemos, tendriamos que poner barreras de control en todas las salidas.

– Y si se siente atrapado… -dudo Mort Levy-. Siddons tiene un tornillo flojo, senor. Cally Hunter cree que su hermano es capaz de matar a Brian y de suicidarse antes que dejarse coger. Y creo que ella sabe de que habla.

– Si hubiese tenido el valor de avisarnos en cuanto Jimmy se marcho de su apartamento, ese canalla no habria salido de Manhattan.

Los dos hombres se volvieron. Jack Shore estaba en la puerta; su mirada paso de Mort Levy a Bud Folney.

– Hay una novedad, senor. Un policia de trafico, Chris McNally, compro una hamburguesa hace unos veinte minutos en un area de servicio que hay entre Syracuse, en la salida 39, y Weedsport, en la salida 40, de la Thruway.

No presto mucha atencion a la hora, pero la mujer que atiende el negocio, una tal Deidre Lenihan, le hablo sobre una medalla de San Cristobal que llevaba un nino.

– ?Donde esta esa mujer ahora? -pregunto Bud Folney.

– Ha terminado el turno a las once. Su madre nos ha dicho que el novio pasaria a recogerla. Ahora estan buscandolos. Pero si Cally Hunter nos hubiese avisado antes, nada de esto habria ocurrido, hubieramos estado vigilando todas las areas de servicio entre…

Bud Folney casi nunca levantaba la voz, pero su creciente frustracion ante las terribles dificultades de la persecucion de Jimmy Siddons le hizo alzar el tono.

– ?Callate ya, Jack! Eso en nada nos ayuda. Asi pues, haz algo util. Llama a todas las emisoras de radio locales de aquella zona para que pidan a Deidre Lenihan que llame a su madre. Que digan que la necesitan en casa o algo asi. Y, por todos los santos, que nadie relacione a esa chica con Siddons o con el nino. ?Entendido?

Desde una elevacion a un lado de la autopista, Chris McNally vigilaba a todos los coches que pasaban. Por fin habia dejado de nevar, pero el asfalto seguia helado. Por lo menos, la gente conducia con cuidado, penso, aunque seguro que lo hacian entre maldiciones por verse obligados a circular a menos de sesenta por hora.

Desde que habia comprado la hamburguesa, solo habia puesto una multa, a un idiota de un deportivo.

Pese a que tenia toda la atencion puesta en la circulacion de la autopista, no podia quitarse de la cabeza el informe sobre el nino desaparecido. Cuando se entero de que el asesino de un policia habia raptado a un nino con una medalla de San Cristobal, llamo al McDonald's en que acababa de estar y pregunto por Deidre Lenihan, la mujer que lo habia atendido. Aunque no le habia prestado atencion, recordo que Deidre le habia hablado de una medalla, y de un nino pequeno. Lamentaba no haber estado de humor para charlar mas tiempo con ella, sobre todo cuando le dijeron que se habia ido con el novio.

Aunque no era una pista muy solida, decidio ponerlo en conocimiento de su supervisor, quien, a su vez, lo comunico a la jefatura. Alli decidieron que valia la pena seguirla y pidieron a la emisora local que difundiera una llamada a Deidre para que esta se pusiera en contacto con su madre. Gracias a esta, consiguieron la descripcion del coche del novio, entonces buscaron el numero de matricula y alertaron a todas las unidades para que los buscaran.

No obstante, la madre de Deidre les habia dicho que pensaba que esa noche debia de ser muy especial para la joven porque el novio de su hija le habia comentado en secreto que el regalo de Navidad iba a ser un anillo de compromiso. Asi pues, era poco probable que estuvieran en la carretera, sino en un sitio algo mas romantico.

Pero incluso si Deidre escuchaba la radio y llamaba, ?que iba a decirles? ?Que habia visto a un nino con una medalla de San Cristobal? Eso ya lo sabian. ?Acaso se habia fijado en la marca o el modelo del coche? ?Habia visto el numero de la matricula? Por lo que Chris pensaba de Deidre, y por muy buena chica que fuera, no se la veia demasiado observadora, y solo se fijaba en algo que llamara la atencion. No, era bastante improbable que les diera alguna informacion significativa.

Y todo eso hizo que se sintiera mas frustrado aun.

'Hasta es posible que yo mismo haya estado cerca del nino -penso-. Tal vez estuviese en el McDonald's, detras de ellos. ?Por que no he notado algo raro?'

La idea de que quiza hubiese estado cerca del chico secuestrado lo perturbaba por completo. 'Ahora, mis hijos estan durmiendo, y ese nino tambien deberia hallarse entre su familia.' Pensando en su conversacion con Deidre, se dio cuenta de que el problema era que el coche con el nino podia haber estado alli pocos minutos antes, o una hora. Aun asi, era la unica pista que tenian, y por lo tanto debian tratarla con seriedad.

En aquel momento, la radio del coche sono.

– Chris -le aviso el operador-, el jefe quiere hablar contigo.

– Adelante.

– Chris -dijo el capitan con voz nerviosa-, la policia de Nueva York cree que tu pista es lo mas cercano que tienen para salvar la vida al nino.

Seguiremos removiendo cielo y tierra para encontrar a Lenihan; pero, mientras tanto, intenta recordar por todos los medios si ella te dijo algo mas, algo que nos sea util…

– Eso trato de hacer, senor. Ahora me encuentro en la Thruway. Si le parece bien, me gustaria ir hacia el oeste. Si el sujeto estaba en la cola del McDonald's mas o menos a la misma hora que yo, en este momento debe de hallarse a unos diez o quince minutos de aqui. Si asi empiezo a ganar tiempo, quiza me encuentre mas cerca de ellos cuando sepamos algo de Deidre. Y me gustaria estar alli cuando lo cojamos.

– De acuerdo, adelante. Y, Chris, por todos los santos, piensa. ?Estas seguro de que la chica no te dijo algo mas concreto sobre el nino con la medalla de San Cristobal o acerca del coche en que iba?

'?Acabo!'

La palabra acudio a su mente en ese instante. ?Era su imaginacion o Deidre habia dicho: 'acabo de ver a un nino con una medalla de San Cristobal'?

Sacudio la cabeza. No podia asegurarlo. Sabia que el coche que estaba delante del suyo en el McDonald's era un Toyota marron con matricula de Nueva York.

Pero en aquel coche no viajaba ningun nino, o por lo menos el no lo habia visto. De eso si que estaba seguro.

A pesar de todo… aunque Deidre hubiese dicho 'acabo', no significaba que se refiriera al Toyota. ?Que numero de matricula tenia el coche? No lo recordaba.

Pero sabia que habia visto algo especial en el. ?Que era?

– ?Chris? -La voz del supervisor era severa y lo arranco de su ensonacion.

– Lo siento, senor, trataba de recordar. Creo que Deidre dijo que 'acababa' de ver a un nino con una medalla. Si se referia en concreto al coche que yo tenia delante, entonces era un Toyota marron con matricula de Nueva York.

– ?Recuerdas el numero?

– No, se me ha quedado la mente en blanco. Debia de estar pensando en otra cosa.

– ?Y seguro que habia un nino en el coche?

– Yo no lo vi.

– Eso no nos sirve de mucho. Probablemente, uno de cada tres coches en la carretera sea un Toyota, y con una noche tan mala como esta, ni se distinguen los colores. Es posible que todos parezcan marrones.

– No, este era marron, de eso estoy seguro. Ojala recordara con exactitud las palabras de Deidre.

– Bueno, no te tortures. Ojala encontremos a la senorita Lenihan. Entretanto, otro coche patrulla cubrira tu puesto. Dirigete al oeste, y ya hablaremos mas tarde.

'Al menos siento que estoy haciendo algo', penso Chris mientras dejaba la radio, ponia el motor en marcha y apretaba el pedal del acelerador.

El coche patrulla arranco deprisa. 'Si hay algo que se bien, es conducir', penso, adelantando por el arcen a

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