– ?Que es lo que te desagrada tanto de el? -pregunto Sarah.

– Es arrogante. Y grosero. Y para colmo es americano. ?Un vulgar colono, por el amor de Dios! -Y tenia una manera de mirarla que la hacia sentirse agitada y acalorada, lo que no era nada propio de ella. Y eso era algo que no le gustaba ni un pelo. Tanto como le disgustaba el. No le gustaba ni una pizca. Y el hecho de que fuera el responsable de la ruina financiera de su padre, un desastre que afectaba a toda la familia, solo reafirmaba la pobre opinion que tenia de el. No tenia muy claro como su padre habia llegado a deberle al senor Jennsen una cantidad tan grande de dinero (la conversacion que oyo por casualidad meses atras entre su padre y su administrador no le habia aportado demasiados detalles), pero si sabia que era el resultado de alguna triquinuela por parte del senor Jennsen; que fue el quien hizo que su padre se comportara de una manera totalmente insensata. Puede que fuera un poco inepto, si, pero nunca habia sido irresponsable. Aquel momento de locura que hubo entre Jennsen y ella en la boda de Julianne no fue mas que eso, una locura. Un acto que ella misma provoco picada por la curiosidad, aunque no tardo en darse cuenta de que aquello habia sido un tremendo error. -Sabeis que solo ha sido aceptado por la sociedad londinense gracias a su escandalosa riqueza.

– Ser rico no es un crimen -senalo Julianne con suavidad. -Y creo que le has juzgado mal. He tenido la oportunidad de pasar algun tiempo con el mientras estabas fuera y debo reconocer que me agrada mucho.

– Tambien a mi -agrego Sarah.

– Y a mi-dijo Carolyn.

Vaya, una se pasaba unos meses en el campo y a la vuelta se encontraba con todo un motin.

– ?Que diablos ha hecho que pases algun tiempo en compania de ese hombre? -le pregunto Emily a Julianne.

Julianne parpadeo.

– ?No has oido nada de lo que he dicho? «No. Porque estaba pensando en ese fastidioso hombre.» Porras, todavia tenia que contarles su secreto. -Er… no. ?Que has dicho?

– El senor Jennsen ha contratado a Gideon para que investigue para el. Puedo dar fe de su generosidad.

«Tambien besa de una manera muy generosa.» Sin embargo, de los tres secretos que tenia que contarles, ese era el unico que tenia intencion de guardarse. Incluso aunque tuviera que morir en el intento. Aunque no estuviera acostumbrada a tener secretos con sus tres amigas, ?tan malo seria guardar ese? Desde luego no iba a permitir que Jennsen la besara de nuevo.

– ?De veras? -Dijo Emily, sorbiendo por la nariz con altivez. -Imaginaba que era un hombre muy tacano.

– ?Por que? -pregunto Sarah.

«Porque no quiero pensar que posee buenas cualidades.» Se encogio de hombros.

– ?Acaso no son tacanos aquellos que no comparten sus riquezas? -Ojala su padre hubiera sido lo suficientemente sabio para comportarse de una manera prudente y no involucrarse en ningun plan financiero con el senor Jennsen.

– Quizas algunos si, pero no el senor Jennsen -dijo Julianne. -No voy a negar que me resultara un poco intimidador al principio, pero admito que cada vez lo aprecio mas.

– Mmm. Apuesto que tanto como que te metan un dedo en el ojo -mascullo Emily.

Todas se rieron.

– De verdad, creo que el senor Jennsen es muy atractivo -dijo Sarah.

– Tonterias -protesto Emily, ignorando aquella vocecilla interior que la llamo mentirosa al instante. -De hecho, es evidente que tiene la nariz rota.

– Igual que Gideon -senalo Julianne, -y no creo que eso le reste atractivo. Incluso creo que eso lo hace mas viril.

– ?A quien? -Le pregunto Carolyn. -?A tu marido o al senor Jennsen?

– En realidad, a los dos.

– Cualquiera puede darse cuenta de que el senor Jennsen no es precisamente guapo -dijo Emily con rigidez. No, no lo era. De hecho podia nombrar con facilidad a una docena de hombres mucho mas guapos que el. Pero de alguna manera el senor Jennsen era… arrebatador. Fascinante. Irresistible. Y porras, era realmente un hombre impresionante.

Carolyn cogio una galleta de la bandeja de te de la mesita.

– Dejando a un lado su apariencia, que debo decir me resulta muy agradable, creo que el senor Jennsen es un hombre solitario.

Una extrana sensacion oprimio el corazon de Emily ante ese pensamiento, que ignoro totalmente.

– Sin duda debido a sus modales groseros y a sus negocios poco fiables -dijo con acritud.

Carolyn arqueo las cejas.

– ?Poco fiables? Por lo que dice Daniel, ese hombre es, ni mas ni menos, un genio de las finanzas. Mi marido ya ha invertido en varias de las companias navieras del senor Jennsen y esta muy satisfecho con los resultados.

– Igual que Matthew -dijo Sarah. -Y eso que no le cayo demasiado bien al principio.

– Probablemente porque lo consideraba un rival que queria ganarse tu amor -intervino Julianne con una sonrisa.

Sarah sonrio ampliamente.

– Es probable. Pero la opinion de Matthew ha dado un giro de ciento ochenta grados… Incluso ha invertido dinero en muchos de los negocios de Logan. Matthew compara a Logan con el rey Midas. Cualquier cosa que toca se convierte en oro.

– Puede que el senor Jennsen sea un poco tosco… -intervino Julianne.

– Mas que tosco -la interrumpio Emily.

– Pero estoy de acuerdo con Carolyn en que es un solitario -continuo Julianne. -Vive solo en esa enorme mansion de Berkeley Square…

– No se puede decir que viva solo con el batallon de criados que tiene -objeto Emily.

– Los criados no son amigos -senalo Sarah. -Ni familia. Ni amantes.

– Supongo que no quiere compania femenina -reflexiono

Carolyn. -No he oido ni un solo rumor de que este liado con alguien. -Un picaro brillo aparecio en sus ojos. Se inclino hacia delante y susurro: -Como ya os he comentado, besa genial.

Una ardiente sensacion envolvio a Emily. Si, eso era cierto. Y deseo con todas sus fuerzas que Carolyn jamas hubiera compartido con ellas aquella delicada informacion; que antes de casarse con Daniel, Logan la beso. Fue aquella conversacion sobre las magistrales cualidades de Jennsen lo que desperto la curiosidad de Emily y la hizo tomar aquella desastrosa decision que la llevo a olvidar todas las razones por las que le desagradaba ese hombre y descubrir por si misma si Carolyn tenia razon.

Y desde luego tenia razon; de la forma mas contundente.

Desde entonces, Emily deseaba todos los dias no haberlo averiguado.

– Besa genial -apostillo Sarah. -Igual que lord Damian en La amante del caballero vampiro.

– Oh, Dios mio, si-convino Julianne con un suspiro. -Se que hemos leido libros escandalosos antes, pero este ultimo… -sostuvo en alto su ejemplar de la novela con encuadernacion de piel que todas habian leido -es absolutamente escandaloso.

Agradeciendo que hubieran dejado de hablar de Logan Jennsen, Emily intervino:

– Y por absolutamente escandaloso quieres decir… -se inclino hacia delante y continuo con un murmullo: - completa y picaramente delicioso. Y mucho mas detallado que la historia de Polidori.

– Estoy de acuerdo -dijo Carolyn. -Jamas crei que un vampiro podia ser tan… sensual. -Se abanico la cara con una mano. -Pero ese Damian… Santo Dios.

– De hecho, me ha hecho ansiar que un atractivo hombre me muerda el cuello -intervino Sarah con su acostumbrada franqueza.

– Y a mi -replico Julianne.

Emily se inclino hacia delante y observo con atencion algo que parecia una pequena marca en la garganta de Julianne.

– Mmm. Parece como si alguien ya te hubiera estado mordiendo en el cuello.

Un profundo sonrojo encendio las mejillas de Julianne mientras sus dedos volaban a la mancha que habia detectado Emily.

Вы читаете Mascarada
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×