Mac le puso el panal al muneco con aparente facilidad, pero cuando lo levanto, el panal cayo al suelo, con lo que Kelly se echo a reir. El se concentro y repitio la operacion como si se tratara de un asunto de negocios. Cuatro intentos despues sonrio satisfecho al ver que lo habia conseguido. Pero cuando miraron a su alrededor pudieron ver que ya todo el mundo habia acabado las practicas.

Kelly sintio que se estaba enamorando de ese hombre cuando le vio escuchar atentamente lo que decia la senora Riley. Incluso tomo algunas notas. Aparentemente, iba a ser un padre estupendo.

La senora Riley dio la clase por terminada despues de que hicieran los ejercicios de respiracion y de anunciar que en la proxima clase les pasaria una pelicula con un parto en vivo, asi que era conveniente que acudieran todos, tanto las futuras madres, como sus ayudantes.

– No tienes por que venir si no quieres -le dijo Kelly, mientras se ponian el abrigo y se dirigian a la salida.

– Ya se que no quieres tener un ayudante durante el parto, pero si no te importa, preferiria venir a las clases que quedan. Como ya te dije, no se nada acerca de los bebes. Es cierto que tengo varios sobrinos, pero ya conoces a las mujeres de mi familia. No dejan que los hombres se acerquen a los ninos.

Salieron a la calle y el, al ver el suelo resbaladizo, le paso el brazo por detras de los hombros.

Ella sintio el aire frio contra su rostro, pero se sentia protegida yendo al lado de Mac.

– Ya veo que alli esta tu coche, asi que imagino que contactaste con Benz.

– Si, lo llame al telefono del coche y le dije que yo vendria a buscarte.

– ?Has cenado?

– Comere algo cuando lleguemos a casa.

– Podemos ir a un sitio estupendo que hay aqui cerca -propuso Kelly, pensando que el debia de estar desfallecido despues del viaje y la clase. Era probable que incluso tampoco hubiera comido.

– No te preocupes, Kel, estoy bien. Y se que tu estaras cansada.

Era cierto, lo que era normal debido a su estado, pero queria hacer algo por Mac, aunque solo fuera Conseguir que cenase cuanto antes.

– Pero, Mac, es que yo tambien estoy hambrienta.

– Bueno, pues haberlo dicho antes -dijo el, acelerando el paso.

Algo menos de veinte minutos despues, estaban sentados frente a un enorme plato de lasana. Estaban solos en el pequeno restaurante especializado en comida casera. Cenaron tranquilamente mientras oian cantar al cocinero.

Cuando llego el postre de Kelly, Mac se quedo asombrado mirandolo. Se trataba de un pastel de merengue y limon con pepinillos.

– Me parece que vas a tener pesadillas esta noche.

– Al nino le encantan los pepinillos -replico ella.

– ?Y le da igual que te los comas acompanados de un pastel de merengue y limon?

– Bueno, yo preferiria comerlos con un buen helado, pero es que no tenian. ?Seguro que no quieres probarlo?

– Quiza despues, por ahora prefiero disfrutar viendo lo bien que estas comiendo. Creo que ese postre es uno de esos tipicos antojos de las embarazadas.

– Yo creia que lo de los antojos era un cuento, pero desde que me apetecieron pepinillos una noche a las dos de la manana, se que es cierto. Ya se que suena a topico, pero es que yo odiaba los pepinillos antes de estar embarazada.

– Pues nadie lo diria…

– La verdad es que me tomo muy en serio la alimentacion. Como mi madre decia, si a una mujer embarazada se le antoja algun alimento, seguramente es porque el nino lo necesita.

– Creo que estas tratando de justificar el haberte hecho adicta a los pepinillos.

– Podria ser peor -replico ella, con una sonrisa-. A una de las mujeres de la clase le ha dado por los caracoles.

– ?Oh, Dios! Esperemos que no te de a ti por nada parecido.

No tardaron en marcharse una vez acabaron de comer. Mientras volvian al coche, el iba riendose y ella estaba encantada. Nunca le habia oido reirse de ese modo. El parecia estar siempre tan preocupado con sus responsabilidades que no se permitia bromear. Asi que ella estaba orgullosa de haber conseguido que se relajara.

Ya en el coche, el se puso serio. Pero ya no existia la tirantez de antes en su relacion.

– Durante la clase escuche a varias mujeres hablando de que debian de tener cuidado con la tension y con el nivel de azucar mientras estuvieran embarazadas…

– No te preocupes, yo no tengo ese tipo de problemas. Con lo unico que tengo que controlarme es con la comida, ya que tengo un apetito insaciable. Ademas, segun parece los problemas en el embarazo suelen ser hereditarios y mi madre tuvo un parto muy facil. Asi que es probable que yo tambien lo tenga.

– No quiero ser indiscreto, pero ?tenia tu madre tambien las caderas estrechas?

– No se si las caderas serian estrechas, pero si que era una mujer delgada, pero ya te he dicho que no tienes que preocuparte por mis caderas…

Iban con la calefaccion puesta y ya habian salido a la carretera, por lo que los rodeaba la oscuridad. Ella se sentia bien y comenzo a hablarle de su infancia. El barrio donde ella habia crecido era como un mundo diferente para Mac.

– Nunca hice un secreto del hecho de ser hija ilegitima. Nunca conoci a mi padre. El abandono a mi madre en el momento que ella le dijo que estaba embarazada. El se lo perdio. Porque por lo que puedo recordar, mi madre era una persona increible. A pesar de las dificultades economicas, recuerdo que ella me queria muchisimo.

– La echas de menos…

Kelly asintio.

– Si, pero ahora me consuelo recordandola. Al principio, despues deque ella muriese, yo tambien queria morirme. Por cierto, tu tambien perdiste a tu madre…

– Asi es. Y por eso se a lo que te refieres. Despues de que se muriera senti una pena horrible, pero ahora siento como si ella formara parte de mi cuando la recuerdo. Lo que siento es que Chad y Chloe no pudieran haber vivido lo que yo vivi con ella en esos anos.

Al oirlo hablar de Chad, Kelly recordo que habia querido hablar antes de el con su hermano, pero no se habia atrevido. Quiza, ese momento fuera apropiado para hacerlo.

– Recuerdo que de adolescente, mi madre me prohibio maquillarme. La pobre tenia miedo de que me quedara embarazada antes de casarme como le habia pasado a ella.

– Pero, Kelly, ese es uno de los errores tipicos de todo el mundo. Eso siempre ha pasado. Errar es humano.

– Ya lo se, pero… -se quedo pensativa-. Mac, cuando me pediste que me casara contigo, te conte todo lo que habia pasado con Chad. Y te dije que yo ya no queria casarme con el, pero no se si tu me creiste…

– Creo que mi hermano te hizo dano. Pero no me importa lo que sientas o sintieras por el. Desde que te atacaron en ese aparcamiento, todas las circunstancias cambiaron.

– Asi es. Pero lo que quiero decirte es que no hubo ningun culpable. Yo era muy inexperta con los hombres y Chad no tuvo ninguna culpa. Fui yo quien malinterpreto sus intenciones. El me habia dicho en repetidas ocasiones que no queria saber nada de hijos, asi que es normal que me abandonara. Ademas, lo nuestro no habria funcionado. Y se que el no quiso hacerme dano. Lo unico que sucedio es que ambos queriamos cosas distintas de nuestra relacion.

Cuando llegaron a la casa, el se bajo y dio la vuelta para abrirle la puerta a ella. En otros tiempos ella abria abierto la puerta por si misma, pero actualmente tardaba algo mas en desabrocharse el cinturon y en maniobrar con esa barriga.

Como el no habia dicho nada acerca de lo de Chad, Kelly penso que no queria hablar de el o que simplemente no estaba interesado en el tema, pero despues de abrirle la puerta y de ayudarla a bajar fue el quien volvio a hablar de su hermano.

– Kelly, sabes que el volvera a casa…

– Si.

– No se que es lo que sentiras al verlo de nuevo, pero me dijiste que estabas preocupada por mi relacion con

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