– No me va a gustar utilizarlo, y me imagino que a ti tampoco. Pero acabas de tener un hijo y no quiero ponerte en peligro.

– Ni siquiera pensaba en…

– No quiero que pienses que tengo preservativos porque habia planeado esto. No habia nada organizado. Simplemente te deseaba mucho y tenia miedo de…

Ella lo beso, para borrar los miedos de el, y para olvidarse de los suyos. Ella sabia que hacer el amor no era lo mas importante para un matrimonio. Conocia el sentido del honor de Mac, pero no sus sentimientos. Aunque esa noche estaba siendo tan maravillosa que no importaba nada mas. Deseaba que Mac se sintiera amado y dejo a un lado todo lo demas. Quiza al principio habia temido parecer una seductora torpe, pero Mac se habia convertido en un amante exigente.

Todo lo demas era humo, aquello era fuego. Cuando la puso debajo de el, ella lo agarraba a su vez, impaciente por sentirlo dentro. Probo despacio, para ver si ella estaba preparada. El deseo, lascivo y humedo, estallo en las venas de Kelly en esos primeros momentos de posesion. Un placer salvaje y firme invadio su corazon en una carrera hacia el extasis total. Era perfecto. Nada en su vida habia sido tan perfecto. Pertenecia a Mac.

El la penetro una y otra vez, cada vez un poco mas deprisa, cada vez acercandose mas a la cuspide de la plenitud. Hasta que ella no pudo mas. Se agarro a su cuello y su respiracion se hizo tan entrecortada como la de el. Sus corazones palpitaban a la vez.

– Te amo, Kelly. Te amo…

Ella sintio ese amor mas alla de las palabras y se sintio al limite. Grito su nombre, mientras el placer estallaba dentro de ella en diferentes oleadas. Cuando todo acabo, Mac se tumbo a su lado y le dio un beso en la sien. Fue el ultimo recuerdo de Kelly antes de quedarse dormida.

A las tres en punto, Kelly escucho el llanto de su hija. Con los ojos cerrados todavia trato de incorporarse.

– No te levantes. Ire yo -susurro el.

Sus cuerpos estaban entrelazados y Mac tardo unos segundos en separarse. Luego se levanto y Kelly se volvio a quedar dormida.

Mac llego al dormitorio de Annie. Una pequena luz iluminaba la carita de la nina, que tenia la boca abierta dispuesta a dar otro grito. Se imagino que tendria hambre. Hacia una semana que la nina solo estaba tomando la mitad de su biberon nocturno. Aunque no era eso. El problema era que se habia puesto de espaldas, era su ultimo movimiento aprendido, y estaba enfadada porque no podia volverse a dar la vuelta. El la puso boca abajo y despues de dos palmaditas en la espalda, volvio a dormirse.

Parecia que aquella noche todo el mundo dormia estupendamente menos el. Tratando de no hacer ruido, volvio al dormitorio. La luz de la luna entraba por la ventana y se posaba en la mejilla de Kelly, en su pelo rubio. La mujer se habia dado la vuelta y habia robado toda la sabana y la colcha. Mac esbozo una sonrisa y al recordar todo, volvio a excitarse.

Todavia desnudo, abrio la ventana que daba al balcon y salio. El bosque estaba en silencio. El aire olia ya a primavera, pero seguia siendo frio y el suelo estaba gelido bajo sus pies. El cambio de temperatura le sento bien. Desde las sombras oyo el grito de una lechuza. Pero nadie respondio y Mac no entendia por que aquella maldita lechuza no aceptaba su soledad.

Aunque despues de aquella noche, Mac no podia hablar de soledad. Porque estar solo no era lo mismo que sentir soledad. Cuando alguien descubria lo que significaba tener pareja, ya nada era igual.

– ?Mac? ?Pasa algo?

Al escuchar la voz adormilada de Kelly, inmediatamente retrocedio y cerro la puerta.

– Nada. Todo esta bien. No queria despertarte…

– No has sido tu. Ya me habia despertado la nina. ?Estaba bien?

– Si. Estaba practicando movimientos nuevos, darse la vuelta y cosas asi…

Mac se metio en la cama y se abrazo a ella.

– ?Estas helado! ?Y tus manos parecen trozos de hielo! -exclamo, agarrandole las manos para calentarselas con las suyas. A continuacion, se apreto toda entera a el, para darle calor a todo el cuerpo-. ?No podias dormir?

– Nunca he dormido demasiado profundamente.

– Como tu hija -replico, apoyando la cabeza sobre el hombro de el-. Por si no te lo habia dicho nunca… te dire que eres un padre maravilloso, Mac.

Mac se sintio orgulloso y se emociono al oir a Kel nombrar a Annie como la hija de ambos. Pero cuando ella introdujo una pierna entre las suyas, todo pensamiento paternal se borro de su cabeza.

– Eres una mujer muy maternal.

– Siempre me encantaron los ninos. ?Me vas a decir que te preocupa?

– Nada. De verdad.

– No me lo creo. Si eres capaz de estar a las tres de la manana en el balcon, es porque algo no te deja descansar. ?Te arrepientes de lo que hemos hecho?

– No -dijo, presionando la boca contra la sien de la mujer. Nunca podre lamentar hacer el amor contigo.

Los ojos de Kelly brillaron un instante, como si necesitara oirle decir aquello. Pero no habia terminado.

– Entonces es otra cosa la que te molesta. Mac… ?Sigues pensando que amo a tu hermano?

– No -dijo despacio, con decision.

– Hay solo una cosa mas que querria hablar sobre Chad. Esta noche pense que quiza me habrias creido antes si yo hubiera sido mas clara, mas sincera. Pero es dificil ser sincero cuando no… no quiero… hablar mal de el contigo. Puede que no esteis muy unidos, pero sois hermanos. No quiero que tu rompas tu relacion con el por mi.

– Te hizo dano -replico el, acariciando su cabello.

– Puede que si, pero es algo pasado. No siento ahora dolor. Siento cierta tristeza por haber sido tan ingenua, tan estupida… pero es culpa mia, no de tu hermano. Pero lo que no soportaria es que discutierais por mi causa. Se que no te gusta su modo de vida. Pero si alguna vez cambia y quiere hacer algo importante en la vida, tu seras el unico al que escuchara.

– ?Nunca te he dicho que eres maravillosa?

– ?Que?

– No voy a matarlo, te lo prometo. Y tampoco voy a olvidar que es mi hermano. Y ahora, vamos a olvidarnos de el, ?de acuerdo?

– Es tarde ya. No se por que empezaste esta ridicula discusion. Sabes que manana tienes mucho trabajo y necesitas descansar, asi que cierra los ojos y duerme.

Mac no pudo evitar una sonrisa. Recordo que habia sido ella la que habia empezado. Ademas, ella era la que tenia que estar todo el dia con la nina y, por tanto, la que necesitaba descansar. Algunas veces, mejor dicho, a menudo, la cabeza de ella funcionaba de una manera muy original.

Habia otras veces, como en ese momento, en que su femineidad le hacia olvidarse de toda la sensatez. Como si hubiera dormido con el durante toda la vida, se acurruco contra su cuerpo. Mac oyo su respiracion queda. Sus senos desnudos rozaban su pecho y su pelo le hacia cosquillas en la nariz. El olor que emanaba de su piel parecia afrodisiaco. Lo mismo que su pierna doblada, o su muslo contra su sexo.

Estaba de nuevo excitado. Lo estuvo nada mas meterse de nuevo en la cama con ella. Pero era imposible hacer el amor de nuevo. Habia pasado muy poco tiempo despues del nacimiento. El sabia que tenia que haber sido delicado y sutil la primera vez, y no habia sido asi. Hubo un momento en que temio herirla, pero su respuesta apasionada y carnal le habia vuelto loco. Tenia que cuidarla. Era su deber como amante y marido.

– ?Mac?

– ?Que?

– Quiero decirte solo una cosa mas, luego juro que no dire una sola palabra. Lo prometo.

– De acuerdo.

– Se que esto es muy anticuado. Se que son valores de viejas tradiciones… y que ya no pensamos asi. Yo tampoco. Pero desearia… desearia haber sido virgen para ti, Mac.

Cuando ella volvio la cabeza, para mirarlo a los ojos, Mac se maldijo mentalmente. Tenia que besarla. No le daba otra oportunidad.

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