– Si. ?Quieres que me quede con Molly mientras te das una ducha?

Nicole titubeo, como si fuera a negarse, pero despues le entrego la nina a Jesse y se alejo rapidamente por el pasillo.

Jesse miro a su sobrina.

– ?Teneis una de esas hamacas que mecen al bebe? -le pregunto a Eric.

El asintio y senalo la esquina mas alejada.

Jesse la arrastro hasta ponerla frente al sofa. Molly se quejo cuando la puso dentro, pero cuando la silla comenzo a mecerse, se quedo callada. A los pocos minutos, Nicole regreso.

– ?Donde esta Molly? -pregunto.

Jesse le senalo a la nina, que estaba adormecida en la sillita. Nicole se sento con un suspiro en una silla, junto a la mesa. Sin embargo, en aquel momento sono el timbre. Nicole dio un respingo y Eric se fue corriendo.

– Son Billy y su mama -grito.

Molly comenzo a llorar.

– Yo acunare a la nina -dijo Jesse.

– Gracias. Eric va a pasar la tarde en casa de su amigo. Ahora mismo vuelvo.

Mientras Jesse volvia a dormir a Molly, Nicole despidio a su hijo. Despues regreso a la cocina con aspecto de encontrarse agotada. Las dos hermanas se quedaron mirandose durante un segundo embarazoso.

– Entonces ?has vuelto a Seattle? -le pregunto Nicole mientras se sentaba de nuevo.

– Por ahora.

Jesse recordo las fotografias que habia llevado, y fue a buscarlas. Cuando volvio, se las entrego a su hermana.

– Gabe ha estado preguntando mucho por su padre. He pospuesto el encuentro todo lo posible, pero se me han acabado las excusas. Asi que aqui estamos. Creo que nos quedaremos algunas semanas.

Vacilo, porque Nicole no habia mirado las fotografias.

– He ido a ver a Matt esta manana. No me esperaba. Antes de marcharme le dije que estaba embarazada, pero el no se creyo que fuera el padre del nino. Dadas las circunstancias, supongo que no puedo echarle la culpa.

Ahora llegaba la parte mas dificil, penso Jesse. Habia practicado cientos de veces lo que queria decir, pero de repente, no recordaba ninguna de las frases que habia preparado con tanto cuidado.

– No me acoste con Drew -dijo, con la esperanza de que su hermana la escuchara-. Nunca me acoste con el, ni intente acostarme con el, ni pense en el como en otra cosa distinta a tu marido. El y yo eramos amigos. Hablabamos, y eso era todo. Yo estaba enamorada de Matt.

– No quiero hablar de eso -dijo Nicole.

– Tendremos que hacerlo, finalmente.

– ?Por que? -dijo Nicole. Despues, suspiro-. De acuerdo. Quiza. Pero hoy no.

Jesse queria seguir. Se sentia fatal por la ira y el dolor que habia sentido Nicole durante cinco anos, y no queria esperar mas. Sin embargo, sabia que lo mejor era dejar que su hermana se acostumbrara primero a la idea de que ella habia vuelto.

– Te dejo las fotografias -dijo Jesse en voz baja-. Puedes mirarlas despues. Gabe se parece mucho a Matt. Sobre todo, en los ojos. Eso me puso muy dificil olvidarlo.

No muy dificil. Imposible.

Nicole asintio.

– Lo hare -dijo, y se cruzo de brazos-. Pensaba que tendria noticias tuyas cuando cumplieras veinticinco anos.

Queria decir que pensaba que ella apareceria para pedir su mitad del negocio de la pasteleria. Su padre les habia dejado en herencia el negocio a las dos, pero la mitad de Jesse la habia puesto en fideicomiso hasta que cumpliera veinticinco anos. Cuando se graduo en el instituto, intento que Nicole le comprara su parte, pero su hermana se habia negado. Aquello habia sido otra causa mas de disputas entre ellas.

– No quiero que me des nada -dijo Jesse-. Quiero recuperar mi sitio.

Nicole arqueo las cejas.

– ?Que significa eso? ?Que quieres un trabajo? Creia que odiabas trabajar en la pasteleria.

?Un trabajo? Jesse no habia pensado en tanto, pero no le iria mal el dinero.

– Un trabajo seria estupendo, pero tengo otra cosa que ofrecer. Una receta de brownies. He estado trabajando en ella durante estos dos ultimos anos. Ya esta lista. Es mejor que ninguna otra cosa que haya por ahi.

Nicole no parecia muy convencida.

Jesse tuvo que luchar contra la decepcion, y contra la voz que le decia que su hermana siempre la veria como una inutil. La verdad era que ella sabia lo mucho que habia cambiado, pero Nicole no, y tendria que convencerla. No importaba. No iba a marcharse, por el momento, a ningun sitio.

– Hare un par de hornadas -propuso-. Podemos quedar para una degustacion.

– Esta bien, pero si son tan buenos, ?por que no has empezado un negocio propio?

?Una pregunta inocente… o una pulla? Cinco anos atras, ella habia tomado la receta de la famosa tarta de chocolate Keyes, habia hecho tartas en una cocina alquilada y las habia vendido por Internet. Nicole se habia puesto furiosa y la habia denunciado, y habian llegado a detenerla.

– Son muy buenos -respondio con calma-. Podria haberme establecido por mi cuenta, pero queria traerlos a la pasteleria. Ya te he dicho que me interesa recuperar mi sitio.

Nicole se la quedo mirando con falta de convencimiento. Jesse decidio que era hora de marcharse de alli.

– Te llamare -le dijo mientras se encaminaba hacia la puerta- para que podamos quedar un dia, a una hora que te venga bien.

– ?Como puedo ponerme en contacto contigo? -pregunto Nicole.

– He escrito mi numero en una de las fotografias.

– Oh. De acuerdo.

Jesse llego a la puerta.

– Espera -dijo Nicole.

Ella se volvio.

– Gracias por ayudarme con las gemelas. Normalmente estoy mas tranquila que hoy.

– Los bebes son dificiles -dijo Jesse, satisfecha por haber sido de ayuda-. Hablaremos pronto.

– De acuerdo. Adios.

Jesse se acerco a su coche, sonriendo, y sintiendose mas esperanzada que despues de su reunion con Matt. Iba a costarle convencer a Nicole, pero tenia la sensacion de que podia recuperar la relacion con su hermana.

Jesse aparco frente al YMCA de Bothell, donde habia dejado a Gabe al cuidado de dos de las voluntarias del centro, con varios ninos mas. Al verla, Gabe corrio hacia ella con una gran sonrisa.

– Mama, mama, he hecho amigos nuevos.

Ella se inclino y lo tomo en brazos.

– ?De veras? Eso es estupendo.

– Me lo he pasado muy bien y quiero venir otra vez.

– Bueno, pues tendremos que asegurarnos de que suceda, ?no?

El asintio vigorosamente.

Despues de rellenar el papeleo y despedirse del personal, Jesse se dirigio al coche con Gabe parloteando a su lado. No dejaba de pensar en algo que estaba intentando ignorar, pero que cada vez se hacia mas presente en su cabeza.

Cuando Gabe estuvo colocado en su sillita, y ella se sento al volante, le dijo:

– Creo que quiero que conozcas a una persona.

A Gabe se le ilumino la cara.

– ?A papa?

– Eh…, todavia no. Es tu abuela.

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