– ?Cara! -protesto, tratando de detenerla antes que fuera demasiado tarde-. ?No puedo hacerlo! -tuvo que decirle y cuando su hermana, de pronto, la miro con hostilidad expreso-: Estoy segura de que le puedes escribir o llamar por telefono al senor Gajdusek, si quieres yo puedo hacerlo por ti -se ofrecio apresurada, no queriendo contrariarla-. El senor Gajdusek comprendera, sin duda te dara otra cita si…

– ?Claro que no! -la interrumpio Cara con hostilidad-. Sude sangre para conseguir que aceptara verme. Te aseguro que yo no voy a arruinarlo todo diciendole que no puedo acudir a la unica cita que me ha concedido. Ademas, su secretaria, Milada Pankracova, me mando decir en su carta que su jefe no tenia deseos de repetir dos veces las cosas, y que esa era la ultima vez que trataban el asunto. Lo unico que tenia que hacer era presentarme en la fecha mencionada, y el cumpliria con su promesa. Solo que -Cara se detuvo y miro con seriedad a su hermana-, esta vez, no sere yo quien lo vea, sino tu.

– Pero… -Fabia empezaba a sentir desesperacion, recordando que cuando su hermana tenia algo en mente era dificil disuadirla-, ?no puedes llamarle a alguno de tus colegas para que asista a la entrevista? Ellos son profesionales y…

– ?Has de estar loca! Ya te explique todo lo que tuve que hacer para conseguir esta entrevista. Si crees que voy a dejar escapar esta preciosa joya por la que he trabajado toda mi vida, y que otra persona de la revista Verity firme estas completamente…

– ?No aceptarian, dadas las circunstancias, poner tu nombre…?

– ?Valgame Dios, cuanto te falta aprender! -le grito. Pero al mismo tiempo se le llenaron de lagrimas los ojos y Fabia se conmovio. Le costaba trabajo controlar su propio llanto y la periodista le pidio con voz temblorosa-: ?No podrias hacerme este gran favor? Solo te estoy pidiendo una hora de tu vida… eso es todo.

– ?Ay, Cara! -lloro, sintiendose el ser mas malvado de la tierra. ?Que significaba una hora en toda una vida, por amor de Dios?

– No te estoy pidiendo que escribas la entrevista. Yo puedo hacerlo cuando tu me entregues tus anotaciones. Lo unico que te estoy pidiendoles que consigas algunos datos relevantes, respuestas que yo pueda redactar - explico con voz temblorosa-. ?Harias eso por mi, carino?

– Claro que si -?como podia rehusarse?, y desde ese momento hasta que llego la hora de ir al aeropuerto estuvo escuchando intensamente todas las instrucciones que Cara tenia que darle.

Para cuando estaban en camino, Fabia ya conocia la direccion de Vendelin Gajdusek y se devanaba los sesos pensando en que otra cosa deberia saber.

Llegaron al aeropuerto con bastante tiempo de anticipacion, y Fabia le sugirio a su hermana que llamara a sus padres para avisarles de Barney.

– No, no lo creo -declaro Cara-. Ademas ya se habran acostado a dormir. Si Barney empeora -prosiguio y se le quebro la voz-, los llamare. Por lo pronto me haras un gran favor si tu tampoco les avisas. Trataran de desanimarte para que no vayas a Checoslovaquia a hacer mi trabajo, ya sabes como son.

– ?No puedo decirles mentiras! -replico Fabia reacia, aunque en vista de lo que estaba pasando su hermana, se resigno.

– No tendras que hacerlo. Ellos saben que ambas manejaremos durante estas vacaciones de trabajo. No esperaran que enviemos tarjetas postales separadas, asi que cuando quieras enviarles alguna seria conveniente que anadieras mi nombre. Y hablando de tarjetas -prosiguio mientras Fabia pensaba que anadir su nombre era mentir-, llevate un par de mis tarjetas profesionales -busco en su bolsa, las saco de su cartera y se las entrego a su hermana, quien sabia que ella usaba su nombre de soltera en su trabajo; leyo las tarjetas: 'Cara Kingsdale, Revista Verity'. La periodista siguio dandoles instrucciones-. Guardalas en caso de que el senor Gajdusek quiera pruebas de que tu representas a Verity. ?Oh! -exclamo de pronto al ver un sobre con el sello de Checoslovaquia en su bolsa-. Llevate tambien esto. Es la importante carta donde me avisan de la fecha y de la hora de la entrevista.

– ?No se ofendera el senor Gajdusek de que lo entreviste una persona que no es periodista profesional? - pregunto con inocencia y quedo horrorizada no solo ante la expresion de ira en el rostro de su hermana sino por su respuesta.

– ?En serio! -exploto con impaciencia-, ?no le puedes revelar que tu no eres una profesional! -grito, y murmurando algo que sonaba desagradable agrego-: ?Tienes que fingir que eres yo… Cara Kingsdale! - insistio.

– ?Yo no puedo hacer eso! -exclamo Fabia asombrada.

– ?Por amor de Dios! No es como si ya nos conociera a ambas o si fuera a volvernos a ver -silbo Cara y cuando las personas empezaban a mirarlas, su tono cambio por completo-. ?Te avergonzaria tanto fingir que eres yo por una hora? -pregunto lamentandose. Y, jugando su ultima carta-. ?Me defraudarias… ahora?

Fabia condujo el auto hasta Dover, disgustada consigo misma porque en lugar de cooperar cuando Cara tenia tanto de que preocuparse, habia puesto obstaculos. Trato de animarse cuando subio al transbordador porque habiendose rendido de inmediato y completamente le habia asegurado a su hermana que podia irse al lado de su marido con toda tranquilidad y que habiendole dado su palabra, jamas la defraudaria si de ella dependiera.

El cruce a Ostend fue rapido y Fabia cuando no rezaba para que se aliviara Barney, trataba de enfrentarse al hecho de que, a pesar de tener aversion innata al engano y a las mentiras, acababa de aceptar practicar ambos. Tenia que mentir al escribir el nombre de Cara en las tarjetas postales que enviaria a sus padres. ?Y no era un engano presentarse en el hogar de Vendelin Gajdusek fingiendo que era su hermana?

Fabia condujo el auto a traves de Belgica y entro a Alemania deseando con toda su alma que llegara el sabado y que pasara la tan mentada entrevista con el famoso escritor.

De pronto se percato de que no le habia preguntado a su hermana una cosa fundamental, ?cuando deberia regresar a Inglaterra?

Debido a todo lo acontecido habia disminuido su emocion ante la perspectiva de conocer Checoslovaquia. Sin embargo, tenia la impresion, por la sugerencia de Cara, de que mandar tarjetas postales a casa, queria decir permanecer fuera las dos semanas como habian planeado. ?Que era lo que la periodista queria que hiciera? Para Fabia la idea de terminar con la entrevista, sin arruinarla, y regresar de inmediato a Ostend, era muy atractiva. Por otro lado, algo la llamaba y le decia… todavia no.

Comprendio entonces que estaba fatigada y confundida. Miro su reloj, al que le habia aumentado una hora por el cambio de horario desde Ostend, y vio que eran mas de las seis de la tarde y que, aparte de tomar gasolina y detenerse en Aachen para tomar cafe, habia estado manejando sin parar desde las nueve de la manana.

Un poco despues se detuvo frente a un hotel en esa ciudad que tenia mil anos de antiguedad, Bamberg. Al dia siguiente atravesaria las fronteras de Alemania y de Checoslovaquia hasta llegar a su destino en Marianske Lazne. Ya habia adelantado bastante.

Fabia desperto en la habitacion del hotel en Bamberg y penso que si Cara estuviera con ella, y como ya no estarian lejos de su destino, hubieran aprovechado la oportunidad de conocer la ciudad. Le habria encantado conocer la plaza de la catedral y ver el castillo de Bamberg. Pero estaba sola, y mientras rezaba porque se aliviara Barney, se puso nerviosa, y sintio que tenia que seguir su camino.

Deteniendose solo para llenar el tanque de gasolina de nuevo, cruzo la frontera de Alemania y seis millas despues se detuvo en Cheb, cerca de la frontera de Checoslovaquia, donde cambio libras esterlinas por coronas checas, y siguio manejando pensando si su nerviosismo seguiria hasta despues del almuerzo del dia siguiente. Para entonces tendria ya las respuestas a todas las preguntas que habia escrito Cara, y podria relajarse y respirar tranquila. Desafortunadamente, no todo resulto como lo habia planeado. Es decir, hasta cierto punto. Llego al hotel en Marianske Lazne el jueves en la tarde, donde tomo un bocadillo en su habitacion mientras estudiaba la lista de preguntas que le entrego su hermana y trato de memorizarlas bien antes de presentarse ante el senor Vendelin Gajdusek al dia siguiente. Luego, sintiendose tensa, salio del hotel para pasear por Hlavni Trida, la avenida principal. Pero eso no alivio su ansiedad y sintiendo que le era imposible vivir con la conciencia sucia y la culpa, regreso al hotel pensando que no le volviera a suceder tener que suplir a su hermana.

No tenia mucha hambre, pero bajo al comedor del hotel como a las ocho de la noche y fuego regreso a su habitacion para pasar una noche inquieta.

Al dia siguiente, se asomo a la ventana de la habitacion del hotel, en el area forestal Slavkosky, hacia las colinas cubiertas de arboles que rodeaban Marianske Lazne, y tampoco tuvo apetito. Tomo cafe y yogur, y despues fue a la recepcion a pedir informes de como llegar a la casa del senor Gajdusek. De alli regreso a su habitacion, luego salio con bastante anticipacion, dado que la casa quedaba en las afueras de Marianske Lazne, vestida con su mejor traje sastre, en lana verde de cuello redondo y saco largo y habiendo peinado con cuidado su

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