El secretario volvio a encogerse de hombros.

—Concentremonos en el asunto que me ha traido hasta aqui e intentemos evitar las discusiones no relacionadas con el —ordeno Ennius con voz perentoria—. ?Que tiene que decir acerca de Schwartz? ?Que relacion tienen sus facultades hipnoticas, telepaticas o lo que sean con este caso?

—Shekt va a decir que Schwartz puede leer mis pensamientos —se adelanto el secretario.

—?De veras? Bien, ?y que esta pensando ahora? —pregunto el Procurador, dirigiendose a Schwartz por primera vez.

—Esta pensando que no podemos convencerle de la veracidad de nuestros argumentos —respondio Schwartz.

—Muy cierto, aunque me temo que esta deduccion no requiere excesivos poderes mentales —dijo el secretario con voz burlona.

—Y tambien esta pensando —siguio diciendo Schwartz mirando fijamente a Ennius— que usted es un pobre infeliz que no se atreve a adoptar las medidas necesarias, que solo desea la paz y que espera conquistar a los terrestres con su justicia y su imparcialidad…, y que eso le hace doblemente imbecil.

—?Niego rotundamente todo eso! —exclamo el secretario sonrojandose —. Es un intento evidente de predisponerle en mi contra, Su Excelencia.

—No crea que es tan facil predisponerme en contra de alguien —dijo Ennius—. ?Y que estoy pensando yo? —pregunto a continuacion.

—Que aun suponiendo que yo pudiese ver con toda claridad lo que hay dentro del craneo de un hombre, no tendria ninguna necesidad de decirles la verdad sobre lo que he visto —respondio Schwartz.

—Exacto, completamente exacto —asintio el Procurador poniendo cara de sorpresa, y arqueo las cejas—. ?Confirma la veracidad de las afirmaciones hechas por los doctores Arvardan y Shekt?

—?Completamente!

—?Ah! Pero a menos que encontremos a otra persona como usted que no se halle involucrada en este asunto, su declaracion no tendria ninguna validez legal aunque consiguiera convencernos a todos de que realmente posee facultades telepaticas.

—?Pero no se trata de un formulismo legal, sino de la seguridad de toda la Galaxia! —grito Arvardan.

—Su Excelencia, le agradeceria que diese la orden de que Joseph Schwartz saliera de esta sala —dijo el secretario poniendose en pie.

—?Por que?

—Porque este hombre no solo lee los pensamientos, sino que ademas posee ciertas facultades de control mental. Fui secuestrado precisamente gracias a una paralisis provocada por Schwartz, y temo que ahora pueda tratar de usar un truco parecido sobre mi…, o incluso sobre usted, Su Excelencia.

Arvardan se puso en pie, pero el secretario se le adelanto.

—?No puede haber ninguna audiencia imparcial mientras se halle presente un hombre capaz de influir sutilmente sobre las decisiones del juez mediante los poderes mentales que el mismo ha confesado poseer! — grito.

Ennius tomo su decision inmediatamente. Un guardia entro en la sala. Joseph Schwartz fue sacado de ella sin que ofreciese resistencia y sin que apareciese la mas minima senal de inquietud en su rostro regordete.

Aquello fue el golpe final para Arvardan.

El secretario se puso en pie, y permanecio inmovil durante unos momentos, severo e imponente en su tunica verde. Bastaba con mirar a Balkis para ver que habia recobrado toda la confianza en si mismo.

—Su Excelencia —empezo diciendo en tono formal y ceremonioso—, todas las opiniones y afirmaciones del doctor Arvardan se basan en el testimonio del doctor Shekt y, a su vez, las opiniones del doctor Shekt se basan en el delirio de un moribundo. Y todo esto, Su Excelencia…, todo esto no salio a la superficie hasta despues de que Joseph Schwartz fuese sometido a tratamiento con el sinapsificador.

»Asi pues, se impone que nos preguntemos quien es Joseph Schwartz. Hasta que Joseph Schwartz aparecio en escena, el doctor Shekt era un hombre perfectamente normal…, Su Excelencia estuvo con el la tarde del dia en el que Schwartz fue llevado al Instituto para ser sometido a tratamiento con el sinapsificador. ?Dio alguna muestra de anormalidad entonces? ?Le informo de que se estaba tramando una traicion contra el Imperio? ?Le hablo de los balbuceos de un bacteriologo moribundo? ?Le parecio preocupado, tuvo la impresion de que sospechaba que ocurria algo raro? Ahora afirma que el Primer Ministro le ordeno que falsificara los resultados de las pruebas del sinapsificador, y que no registrara los nombres de las personas sometidas a tratamiento con el. ?Dijo algo de todo eso entonces…, o lo ha hecho unicamente ahora, despues del dia en que aparecio Schwartz?

»Vuelvo a preguntarselo: ?quien es Joseph Schwartz? Cuando fue llevado al Instituto no hablaba ningun idioma conocido. Eso es algo que averiguamos mas tarde, cuando empezamos a tener dudas sobre la salud mental del doctor Shekt… Fue llevado alli por un granjero que no sabia nada sobre su identidad y que lo ignoraba todo sobre el…, y desde aquel entonces tampoco se ha descubierto absolutamente nada sobre Schwartz.

»Sin embargo, no cabe duda de que este hombre posee extranos poderes mentales. Puede aturdir a cien metros de distancia solo con el pensamiento…, y puede matar a menor distancia. Yo mismo he sido paralizado por el. Schwartz manejaba mis brazos y mis piernas, y si lo hubiese deseado tambien podria haber manejado mi mente.

»Estoy seguro de que Schwartz manipulo las mentes de estas personas. Afirman haber sido retenidas contra su voluntad y haber sido amenazadas de muerte, y dicen que confese ser un traidor que aspiraba a apoderarse del Imperio… Pero le ruego que les haga una sola pregunta, Su Excelencia. ?Acaso no han estado expuestos en todo momento a la influencia de Schwartz…, es decir, de un hombre capaz de controlar sus mentes?

»?No cabe la posibilidad de que Schwartz sea un traidor? Y, si no lo es, ?quien es Schwartz?

El secretario se sento con expresion confiada y casi alegre.

Arvardan tenia la impresion de que su cerebro habia sido colocado dentro de un ciclotron y que estaba siendo centrifugado con una rapidez cada vez mayor.

?Que podia alegar? ?Que Schwartz habia venido del pasado? ?Que pruebas tenia de ello? ?La de que Schwartz hablaba un idioma primitivo? Pero el unico que podia atestiguarlo era precisamente Arvardan, y era muy posible que la mente de Arvardan estuviera sometida a una influencia extrana. Despues de todo, ?como podia estar totalmente seguro de que no habia sufrido ninguna manipulacion mental? ?Quien era Schwartz? ?Quien habia podido convencer a Arvardan hasta el extremo de que creyera con tanta firmeza en aquel descabellado plan para conquistar la Galaxia?

Arvardan siguio pensando. ?De donde surgia su conviccion de que la conspiracion era real? Era un arqueologo, y estaba acostumbrado a la duda metodica, pero… ?Habia sido la palabra de un hombre…, o el beso de una muchacha? ?O Joseph Schwartz?

?No podia pensar con claridad!

—?Y bien? —pregunto Ennius con impaciencia—. ?Tiene algo que decir, doctor Shekt? ?O usted, doctor Arvardan?

—?Por que se lo pregunta a ellos? —exclamo de repente Pola rompiendo el silencio que siguio a las palabras del Procurador—. ?No se da cuenta de que todo es mentira? ?No comprende que Balkis nos esta confundiendo a todos con sus embustes? Oh, todos moriremos y ya no me importa… Pero podriamos impedirlo…, y en cambio nos quedamos aqui sentados y hablamos y hablamos…

Pola estallo en sollozos desesperados.

—Vaya, asi que hemos quedado reducidos a tener que escuchar los chillidos de una jovencita histerica — dijo el secretario—. Voy a hacerle una proposicion, Su Excelencia. Mis acusadores afirman que el gran plan, el supuesto virus y todo el resto de sus invenciones se pondra en practica a una hora determinada…, creo que a las seis de la manana. Me ofrezco a permanecer bajo custodia durante una semana. Si lo que dicen es verdad, la noticia de que una epidemia esta haciendo estragos en la Galaxia llegara a la Tierra dentro de pocos dias, y las fuerzas imperiales todavia controlaran la Tierra.

—La Tierra a cambio de las vidas de los seres humanos de toda la Galaxia…, que equitativo —murmuro Shekt palideciendo.

—Yo valoro mi vida y las de mi pueblo —dijo el secretario—. Seremos rehenes de nuestra inocencia, y estoy dispuesto a informar ahora mismo a la Sociedad de Ancianos de que permanecere aqui durante una semana por mi propia voluntad, con lo que se evitara cualquier posible disturbio.

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