acentuaba su sensacion de aislamiento. Las constantes amenazas de los separatistas puertorriquenos, convencidos erroneamente de que el observatorio desempenaba una importante funcion militar, aumentaban la impresion de histeria contenida, de falta de pleno control sobre las circunstancias.

Varios meses mas tarde llego Valerian de visita. El motivo aparente era pronunciar una conferencia, pero Ellie sabia que en parte su viaje obedecia a la intencion de controlar como se desempenaba ella y proporcionarle una suerte de apoyo psicologico. Las investigaciones de Ellie iban por buen camino. Habia descubierto lo que parecia ser un complejo de nube molecular interestelar y habia obtenido datos muy interesantes en el pulsar del centro de la Nebulosa del Cangrejo. Tambien habia concluido la busqueda mas minuciosa realizada hasta entonces de senales que pudieran provenir de una media docena de estrellas cercanas, sin resultado positivo. Se topo, si, con uno o dos datos sospechosamente regulares, pero al volver a observar las estrellas en cuestion, no hallo nada fuera de lo normal. Si estudiamos un numero considerable de estrellas, tarde o temprano la interferencia terrestre o la concatenacion de ruidos dispersos produciran una especie de esquema capaz de hacernos acelerar los latidos del corazon por un momento.

Habra entonces que tranquilizarse y realizar una verificacion. Si el sonido no se repite, lo consideraremos falso. Ellie creia que esa disciplina era imprescindible para conservar cierto equilibrio emocional. Estaba decidida a ser muy tenaz, sin desprenderse de la sensacion de asombro que la impulso desde el primer momento.

De k magra provision de alimentos que habia en el refrigerador de la comunidad, Ellie saco lo suficiente como para un picnic rudimentario, y se instalo con Valerian en los alrededores del plato parabolico del observatorio. Se veia a cierta distancia a algunos operarios que reparaban o cambiaban paneles. Estos llevaban puestos en los pies unas raquetas especiales para nieve con el fin de no deteriorar las planchas de aluminio u ocasionar perforaciones por donde pudiesen caerse al suelo. Valerian estaba encantado con el trabajo de Ellie. Se contaron chismes y comentaron novedades del mundo cientifico. La conversacion giro luego en torno de SETI, sigla con que empezaba a denominarse la busqueda de inteligencia extraterrestre.

— ?Nunca pensaste en dedicarte exclusivamente a esto, Ellie?

— No, no demasiado. Pero en realidad es imposible, ?verdad? No hay ningun organismo importante destinado unicamente a SETI en el mundo entero, que yo sepa.

— No, pero algun dia podra haberlo. Hay una posibilidad de que se agreguen decenas de platos adicionales al Circuito Mayor de Antenas y lo conviertan en un observatorio solo para SETI. Desde luego se realizarian tambien ciertas actividades habituales de la radioastronomia, pero seria un excelente interferometro. Te repito que es apenas una posibilidad. Seria muy costoso, haria falta una decision politica, y en el mejor de los casos, se lograria dentro de muchos anos. Por eso te digo que es solo para pensarlo.

— Peter, yo termine de observar cuarenta y tantas estrellas cercanas del tipo del espectro solar. Examine la linea de hidrogeno de veintiun centimetros, que todos sostienen es la frecuencia de radiobaliza puesto que el hidrogeno es el atomo mas abundante del universo, etcetera. Y lo hice con la mas alta sensibilidad que jamas se haya probado. Sin embargo, no obtuve ni el menor rastro de una senal. A lo mejor no hay nadie alla y esto no es mas que una perdida de tiempo.

— ?Como por ejemplo la vida en Venus? Hablas solo por desencanto. Venus no es mas que un planeta de tantos, pero hay cientos de miles de millones de estrellas en la Galaxia.

Tu has observado apenas un punado. ?No te parece un poco prematuro para darte por vencida? Has resuelto la milmillonesima parte del problema. Quiza mucho menos, si tomas en cuenta otras frecuencias.

— Ya se, ya se. Pero, ?no tienes la sensacion de que si esos seres estan en alguna parte, estan en todas partes? Si seres realmente avanzados vivieran a mil anos luz de distancia ?acaso no deberian tener un puesto de avanzada en nuestro patio trasero?

Podria dedicarme toda la vida a SETI, y no convencerme jamas de que he completado la investigacion.

— Ya estas hablando como Dave Drumlin. Si no logramos dar con ellos mientras el viva, entonces el tema no le interesa. Estamos solo en el comienzo de SETI, Tu sabes cuantas posibilidades hay. Este es el momento de dejar abiertas todas las opciones, el momento de ser optimistas. Si hubieramos vivido en epocas preteritas de la historia, no podriamos habernos planteado esto durante toda nuestra existencia, y nos habria resultado imposible hallar una respuesta. Sin embargo, esta epoca es ideal. Por primera vez alguien pudo dedicarse a buscar la inteligencia extraterrestre. Tu misma has construido un detector para rastrear civilizaciones en los planetas de millones de otras galaxias. Nadie te garantiza exito, pero, ?se te ocurre algun topico mas importante?

Imaginatelos alla arriba, enviandonos senales, y que aqui en la Tierra nadie los este escuchando. Seria tremendo, ?no? ?No te avergonzarias de nuestra civilizacion si tuvieramos los medios como para captar las senales, pero nos faltara la iniciativa necesaria?

Doscientas cincuenta y seis imagenes provenientes de la izquierda se deslizaron por la izquierda. Otras doscientas cincuenta y seis de la derecha hicieron lo propio en su sector derecho. Con las quinientas doce resultantes, el integro una vision envolvente de las inmediaciones. Se hallaba inmerso en un bosque de enormes hojas, algunas verdes, otras descoloridas, casi todas mas grandes que el. Sin embargo, no le costaba encaramarse y de vez en cuando mantener un precario equilibrio sobre una hoja doblada, para luego caer sobre el mullido almohadon de hojas horizontales antes de continuar su derrotero. Se daba cuenta de que iba por el centro de la pista. No pensaba en nada, ni siquiera en como habria de sortear un obstaculo cien o mil veces mas alto que el. No necesitaba sogas puesto que ya estaba equipado. La tierra despedia un fuerte olor que seguramente acababa de dejar como senal otro de los exploradores de su grupo. La senda debia conducir hacia los alimentos, como lo hacia habitualmente. La comida aparecia en forma espontanea. Los exploradores la encontraban y marcaban el camino.

El y sus companeros iban a buscarla. A veces el alimento era otra criatura semejante, o si no, un trozo de algo amorfo o cristalino. Ocasionalmente era tan voluminoso que hacia falta la ayuda de varios companeros para transportarla de vuelta. Hizo chasquear las mandibulas por el goce anticipado.

— Lo que mas me preocupa — continuo Ellie —, es lo contrario, o sea, que ellos no esten haciendo el menor intento. Podrian comunicarse con nosotros, pero no lo hacen porque no le ven sentido. Piensa, por ejemplo en las hormigas — dijo, mirando brevemente el borde del mantel que habian extendido sobre el cesped —. Ellas tienen mucho trabajo, cosas en que ocuparse. A un cierto nivel tienen plena conciencia del medio que habitan. Sin embargo, nosotros no tratamos de comunicarnos con ellas. Por eso pienso que esos seres ni siquiera saben que existimos.

Una hormiga grande, mas audaz que sus companeras, se habia atrevido a subir al mantel y marchaba velozmente por la diagonal de uno de los cuadrados rojos y blancos.

Conteniendo cierta repulsion, Ellie la envio con un golpecito de vuelta al cesped… donde debia estar.

Capitulo tres — Ruido Blanco

Las melodias que pueden escucharse son dulces, pero aquellas que no pueden escucharse lo son mas.

JOHN KEATS Oda a una Urna Griega

Las mentiras mas crueles a menudo se dicen en silencio.

ROBERT LOUIS STEVENSON Virginibus Puerisque (1881)

Durante los anos los impulsos habian viajado por la oscuridad, entre las estrellas. De vez en cuando interceptaban alguna nube irregular de gas y polvo, y una pequena parte de la energia se absorbia o se dispersaba. La energia restante seguia en su rumbo original. Adelante se divisaba un tenue resplandor amarillento, y este lentamente adquiria mas brillo en medio de otras luces que no variaban. Aunque para el ojo humano seguia siendo un punto, era, por lejos, el objeto mas luminoso del negro firmamento. Los impulsos se habian topado con una multitud de gigantescas bolas de nieve.

Una delgada mujer de mas de treinta anos entro en el edificio de oficinas de Argos. Sus ojos, grandes y separados, suavizaban el contorno angular de su rostro. Llevaba el largo pelo negro sujeto con una hebilla de

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