fratello. Envie mensajeros, pero fueron incapaces de alcanzarle. Sabia que usted podia ayudarle.

Trago el inesperado sollozo que amenazaba con estrangularla.

– Esta en las mazmorras de Don Rivello. Ha sido sentenciado muerte. El mio fratelo, Lucca Vernaducci, ha estado prisionero durante casi dos anos, y en condiciones abrumadoras. He oido que esta enfermo, y vine aqui a suplicarle que salve su vida. Se que tiene usted el poder para que le perdonen. Una palabra suya, y Don Rivello le soltara. Si no desea pedir abiertamente semejante favor, e possibile que pueda arreglar su escapada. - Barboto las palabras desesperadamente, incapaz de contenerlas un momento mas, y se inclino hacia adelante hacia la esquina oscura-. Por favor hagalo, Don DeMarco. El mio fratello es un buen hombre. No permita que muera.

Se hizo un largo silencio. Nada se movia en la habitacion, ni siquiera el halcon. Don DeMarco suspiro suavemente.

– ?De que se le acusa?

Ella dudo, su estomago era un apretado nudo. Deberia haber sabido que el preguntaria. ?Como podria no hacerlo?

– Traicion. Se dijo que conspiro contra el rey. -Era justo responderle la verdad.

– ?Es culpable? ?Conspiro contra el rey? -pregunto el, el mas suave de los grunidos emergio de su garganta.

Su corazon salto salvajemente. Sus dientes tiraron del labio inferior.

– Si -Su voz fue baja-. Lucca creia que debiamos arrasar con los otros paises que buscaban controlarnos, que ningun gobierno extranjero se preocuparia por nuestra gente. ?Pero que dano puede hacer ahora? Esta enfermo. Nuestras tierras, nuestras propiedades… todo lo que teniamos… ha sido confiscado y entregado a Don Rivello. El don quiere a Lucca muerto para que no quepa duda de que retendra nuestras propiedades. En realidad Don Rivellio tiene a Lucca arrestado por sus propias razones, y se ha beneficiado ampliamente. Esta en ventaja para deshonrar nuestro nombre y disponer del mio fratello.

– Al menos tiene a bien decir la verdad sobre el crimen de su hermano.

Ella alzo la barbilla arrogantemente.

– Nuestro nombre es un nombre honorable.

– Eso fue hasta que el tuo fratello se volvio demasiado ruidoso en su profesion de conspirador secreto. Semejantes cosas no son para contar a alguien en una taberna.

Isabella balanceo la cabeza, retorciendo los dedos. Su padre y su hermano habia sido inflexibles en afirmar que su sociedad estaba ganando terreno, pequenos grupos de hombres amasaban poder para derrotar a los extranjeros. Se negaban a doblegarse ante ningun gobernante, desconfiando de los motivos de suplicantes aliados extranjeros. Juraron omerta… un voto de muerte.

– ?No hubo pruebas! -dijo ella-. ?Don Rivellio pago a esos hombres para que dijeran lo que dijeron! Lucca nunca hablo. Don Rivellio queria que los demas integrantes del circulo secreto creyeran que lo habia hecho para poder asesinarle. Se le acuso de traicion y se le sentencio a muerte. -Su mirada era ardiente por la furia contenida contra el don-. Lucca fue torturado, pero no dio nombres, no incrimino a otros. El nunca hablo.

– Se le ha ocurrido que viniendo aqui podria haberse colocado usted misma en la misma posicion inaceptable que el tuo fratello? Yo podria estar aliado con Don Rivellio. ?Que evita que me de la vuelta y le repita sus traicioneras palabras? Seguramente seria mas facil que su propuesta, y me ganaria no solo la gratitud del don, sino que tambien me deberia un favor. El mundo del poder opera sobre intrigas y favores. -Su voz habia caido otro octavo, y ella se estremecio apesar de la calidez del fuego. Seguramente nadie habia comunicado tanta amenaza con una voz tan suave.

Ella alzo la barbilla desafiante.

– Soy bien consciente del riesgo que estoy corriendo.

– ?De veras? -Las dos palabras fueron bajas, casi un susurro. Ominoso. Amenazador-. En realidad no creo que tenga ninguna idea -El silencio se extendio entre ellos hasta que Isabella deseo gritar. El halcon sobre el brazo del don la miraba con ojos implacables-. ?Que clase de hombre enviaria a su hermana a suplicar por su vida? El debe haber sabido que estaba arriesgandose usted misma viniendo aqui.

Los dientes de ella tiraron del labio inferior.

– En realidad se enfadaria conmigo si lo supiera. Pero senti que no tenia eleccion

– ?Suplico tan elocuentemente a Don Rivellio? -Esta vez la voz transportaba alguna otra cosa, algo innombrable, pero que avivo un terrible temor en su corazon. Vio los dientes blancos, como si ael los apretara ante la mera idea de semejante cosa.

– No, no pude obligarme a hacer algo semejante. ?Va a ayudarme? -No pudo contener la impaciencia en su voz.

– ?Cuales son sus intenciones si no lo hago? -Al menos no la habia despachado inmediatamente.

– Tendria que intentar un rescate yo misma.

El se movio entonces, dientes blancos brillando hacia ella en la oscuridad. Burlona diversion.

– Ya veo. ?Y si estoy de acuerdo en ayudarla con este plan para liberar a su culpable fratello, que gano yo? No tiene tierras que darme. No tiene dinero. Su lealtad hacia el tuo fratello es encomiable, pero dudo que yo produzca la misma en en usted. ?Como tiene intencion de recompensarme? ?O espera que arriesgue mi vida y las vidas de mis soldados por nada?

– Por supuesto que no -La sorprendia que pensara semejante cosa de ella-. Soy una Vernaducci. Nosotros pagamos nuestras deudas. Tengo las joyas de la mia madre. Valen una pequena fortuna. Y mi montura. Es de buena casta. Y yo misma soy una buena trabajadora. Puede que no crea que le entregare la misma lealtad, pero a cambio de la vida del mio fratello, trabajare duro para usted. Hui de nuestra casa, asi que no tendre problema en convertirme en una domestici, y se que esperar -miro directamente a las sombras del nicho, hundiendo las unas incluso mas profundamente en sus palmas mientra su corazon latia a un ritmo salvaje.

– Yo no llevo joyas, y tengo muchos caballos. Tambien tengo muchas domestici, todas bastante leales y muy capaces de hacer su trabajo.

Los hombros de ella se encorvaron. Se hundio en la silla, luchando desesperadamente por no llorar. Pero continuo mirando hacia el nicho oscurecido, sin querer romper el contacto con su unica esperanza.

– ?Que mas estaria dispuesta a intercambiar por la vida del tuo fratello? -Las palabras fueron suaves-. ?Cambiaria su vida por la de el?

Al momento se le quedo la boca seca, y su corazon casi se detuvo. Penso en el sobrenatural grito de agonia que habia oido en medio de la noche. El terrible rugido de las bestias. ?Sacrificaria el mujeres a los leones para algun dios pagano? ?Presenciaba como seres humanos eran desgarrados en pedazos simplemente por su propio placer pervertido? Ella sabia que eran los que tenian mucho poder los que cometian las peores atrocidades.

– Creo que sabe que haria cualquier cosa para salvarle -respondio ella, de repente muy asustada.

– Una vez de su aprobacion, no podra retractarse de su palabra -advirtio el.

– ?El obtendra el perdon? -Inclino la barbilla, haciendo gala de valentia.

– ?Intercambiara su vida por la del tuo fratello? ?Tengo su palabra de honor?

Ella se puso en pie rapidamente; no podia quedarse quieta.

– Con gusto -dijo desafiantemente, orgullosamente, en cada centimetro una Vernaducci. Incluso su padre habria estado orgulloso de ella en ese momento.

– ?Y puedo confiar en la palabra de una mujer? -La voz de el fue suave, casi acariciante, incluso mientras la insultaba con su pregunta.

Los ojos de Isabella relampaguearon hacia el con una pequena llamarada de genio.

– Mi palabra no se da a la ligera, signore. Le aseguro, que es tan buena como la suya.

– Entonces esta hecho. Permanecera aqui, en mi palazzo, y en el momento en que estemos casados, me asegurare de que su hermano sea liberado. -Habia una sombria finalidad en sus palabras.

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