complejos y dificiles de asumir.

Primero estaba Charlie. A pesar de la edad que el tenia, su muerte le habia dejado un vacio y un dolor que tardaria en acallar.

Em siempre intentaba no dejarse afectar por los problemas de sus pacientes, pero como unico medico en una pequena ciudad, eso resultaba imposible. Ademas, conocia a Charlie de toda la vida. Siendo aun muy nina, murieron sus padres y la crio su abuelo. El y Charlie eran muy amigos. Con la muerte de Charlie desaparecia el ultimo vinculo con su ninez. El ultimo lazo con los fines de semana que habia pasado pescando en el bote de su abuelo, o sentada en el embarcadero cebando anzuelos, mientras los dos hombres charlaban al sol. O de las incontables tazas de te que ellos le preparaban cuando estaba estudiando sus libros de medicina.

Los habia querido mucho. Su abuelo habia muerto dos anos antes, y esa manana Charlie habia ido a buscarlo.

Penso que lo echaria muchisimo de-menos.

Y Jonas… ?Que pasaba con Jonas?

Estaba muy confusa. Se habia acostado para dormir una siesta de pocos minutos y se desperto dos horas despues, totalmente confundida: la tristeza por la muerte de Charlie, la tension por el bulto de Anna…

Y el recuerdo de Jonas.

?Por que se superponia a todo lo demas? Estaba alli como una luz, iluminando el resto de su horrible dia, y era una sensacion tan nueva que intento retenerla.

Se levanto y se lavo la cara, amonestandose por haber dejado que otro doctor, de quien no sabia nada, se hiciera cargo de su trabajo.

Tenia que comprobar quien era, se dijo. Su instinto hacia que lo creyera, pero confiarle a sus pacientes era otra cosa, y el tribunal medico no veria con buenos ojos que hubiera cedido sus responsabilidades a un charlatan.

Basto una llamada a un amigo en el Sydney Central.

– ,?Teneis a un tal Jonas Lunn en ese hospital?

– Es un hombre brillante -dijo la voz de Dominic desde la sala de medicos-. ?Brillante! Le han ofrecido un trabajo estupendo como profesor en el extranjero, y los que mandan aqui estan muy preocupados por como van a sustituirlo. Es el mejor. Y es muy bondadoso con sus pacientes -?como sabia Em que Dominic iba a decir eso? No lo sueltes, Em. Si te esta ofreciendo ayuda, aceptala.

«Quiza», penso Em, y, haciendo un esfuerzo por ordenar sus pensamientos, se dirigio a ser una vez mas el unico medico de Bay Beach.

Pero ya no era el unico medico. Jonas no soltaba el puesto tan facilmente.

– Vete a casa -gruno el cuando ella abrio la puerta de la consulta y se asomo-. Estoy ocupado.

Y lo estaba. La pequena Lucy Belcombe, de nueve anos, muy acostumbrada a ir de catastrofe en catastrofe, estaba alli con una fractura en el antebrazo. Jonas tenia la radiografia en la pantalla para que Em pudiera ver lo que pasaba. Ya estaba poniendo la ultima capa de escayola y era obvio que la madre de Lucy, que lo observaba, estaba muy impresionada de que un hombre de apariencia tan esplendida estuviera cuidando a su hija.

«Ni siquiera sabe si Jonas es medico o no», penso Em indignada.

– Estamos arreglandonoslas muy bien sin usted, doctora Mainswaring, ?verdad, Lucy?

Lucy estuvo de acuerdo.

– Cuando me puso la inyeccion, el doctor Lunn me dijo que soy la chica mas valiente de Bay Beach -anuncio Lucy con orgullo. Luego sonrio con picardia-. Tambien dijo que soy la mas tonta.

– ?Que? -Em volvio a mirar la radiografia. Afortunadamente, era una fractura limpia-. Te lo has hecho trepando a un arbol, ?no es cierto?

– Uno bien grande que hay en Illing Bluff -afirmo Lucy con orgullo, y Em. hizo una mueca.

– Oh, Lucy. Si trepas a un arbol tienes que acordarte de agarrarte bien. Me parece que el doctor Lunn no anda desencaminado cuando dice que eres un poco tonta.

– Si, fue una tonteria -dijo Lucy con una sonrisa de compromiso y miro hacia su madre, preguntandose si debia seguir contando lo ocurrido-. Pero he ganado cinco pavos, porque fue una apuesta y llegue hasta arriba.

– ,Te pagaron mas por bajar de la manera mas rapida? -pregunto Em, y Jonas se rio entre dientes.

Em penso que era una risa preciosa. Profunda y contagiosa, que hacia sonreir solo con oirla.

– La mas rapida de todas -dijo Jonas-. Lucy ha tenido mucha suerte de no aterrizar sobre la cabeza. Senora Belcombe, ?va a descontarle los cinco dolares por la ropa que ha roto?

May Belcombe sonrio a medias y nego con la cabeza. Lucy era la mas pequena de sus seis hijos temerarios. Los huesos rotos formaban parte de su estilo de vida.

– Soy bastante buena remendando -dijo-. No tengo mas remedio.

– Nosotros tambien -exclamo Jonas mirando el brazo de nuevo, y se lo coloco en cabestrillo con una venda-. Listos. Un brazo remendado. Manana quiero verlo otra vez para asegurarme de que he dejado suficiente holgura para la inflamacion. De todos modos, si le empieza a doler mas, llamenos.

– Llameme -corrigio Em, y Jonas sonrio con ironia.

– ,Tiene miedo de que la deje sin trabajo, doctora Mainwaring?

– Puede quedarse con todo mi trabajo que quiera -contesto ella.

– Si. Desde luego, hay un monton. Demasiado para una sola persona.

– Pues solo hay una persona -rebatio ella, y paso la mano por el pelo de Lucy-. Adios, Lucy. Ten cuidado.

– La palabra cuidado no esta en su vocabulario -dijo la madre en tono amargo, guiando a su hija hacia la puerta-. Muchas gracias, doctor Lunn -se volvio hacia Em y le susurro al oido, aunque Jonas pudo oirlo-: Ay, querida. Es guapisimo. Si yo fuera tu, me lo quedaria.

Al oirla, Em se sonrojo.

– Te he dejado notas detalladas sobre todos los pacientes que he visto, por si quieres revisarlas.

Despues de que las Belcombe se hubieran marchado, Jonas hizo un informe de las dos horas anteriores.

– La senora Crawford es la unica que puede preocuparnos, por su diabetes. Ha estado vomitando de forma intermitente durante dos dias. No creo que sea nada grave, pero empezaba a estar deshidratada y le habia subido el azucar. Asi que Amy y yo la hemos ingresado..

– ?Amy y tu la habeis ingresado? -el tono de Jonas era tranquilizador, pero tuvo el efecto contrario. El que alguien se hiciera cargo de sus cosas era una experiencia tan nueva que se quedo sin aliento-. ?Tu hiciste que?

– Amy y yo la ingresamos -repitio Jonas-, con la ayuda de tus enfermeras. Le puse un gota a gota y la deje en observacion. No es un concepto demasiado dificil, doctora Mainwaring…

– Pero si raro -replico ella-. Nadie ingresa a nadie en este hospital sino yo.

. -Bienvenida al nuevo orden -dijo el, y se quedo mirandola. Ella estaba a punto de estallar.

– Disculpa…

– ?No quieres tener un nuevo socio? ?Temporalmente? -Em se quedo boquiabierta y la sonrisa de Jonas se acentuo-. Cierra la boca -le dijo con dulzura-, o te entraran moscas. Y deja de poner esa cara. Solo estoy pidiendo trabajo.

– ?Pidiendo trabajo?

– Uno temporal -contesto Jonas con suavidad-. Lo necesito -aun sonreia, pero con mas dulzura, como si entendiera lo que su ofrecimiento significaba. Como si supiera lo cansada que estaba-. Sientate -le dijo con calma, y Em se sento.

– ?Me lo vas a explicar? -pregunto ella sin muchas esperanzas, y el volvio a reir.

– Puede… L dejo de sonreir-. Em, Anna me necesita, pero no deja que me acerque a ella. Sean los que sean los resultados de las pruebas, necesito estar aqui durante un tiempo. Por cierto, gracias por organizar las pruebas tan deprisa. Llamaron de Blairglen para la mamografia y le han dado cita manana a las diez y media. Lo cual quiere decir que no podre empezar bien en mi nuevo trabajo hasta pasado manana.

– No puedes empezar bien…

– Em, Anna no confia en mi -dijo con mucha paciencia-. Kevin, su marido, la trataba como si fuera basura. Yo supe desde el principio que era un tipo asqueroso, y tuve la torpeza de decirselo a ella. Tuve que arrepentirme, porque mientras vivio con el, me mantuvo alejado de ella, y creo que estuvo mas tiempo con Kevin solo para demostrarme que no tenia razon. Ahora me necesita, aunque no quiere reconocerlo. Necesita ayuda

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