que Jock cumpliera los once.

– ?Oh, no!

– Y todavia hay mas -anadio Ellen sombriamente-. Todos los amigos de su madre intentamos ayudar a Jock, pero su padre, que amaba locamente a su mujer, despues de que ella muriera se volvio un poco loco. Pensaba que si su mujer habia muerto, alguien debia tener la culpa.

– No seria Jock.

– Efectivamente -Ellen cerro los ojos, recordando el dolor que habia sentido. Ese dolor que flotaba otra vez a su alrededor-. Sam Blaxton culpo a su hijo de la muerte de su mujer. En su opinion, si el no hubiera nacido, nada de eso habria sucedido.

– ?Oh, Ellen!

– Asi que vigila tu corazon cuando estes cerca de Jock porque a pesar de que es encantador, tiene demasiadas heridas sin cicatrizar. Ha crecido pensando que hay demasiados ninos en el mundo. Incluso esta convencido de que el no debia haber nacido. Estoy segura de que se hizo obstetra para asegurarse de que a ninguna madre le ocurriera lo mismo que a la suya.

Jock llego a la granja de Christie a las cuatro en punto del sabado. Ally y Tim estaban esperandolo en el porche y Tina salio con un bikini amarillo y el bebe en brazos. Nada mas.

La imagen de Tina fue como un golpe en el estomago, penso sin aliento. Estaba impresionante, detras de la barandilla del porche, practicamente desnuda y con el bebe ella…

– ?Hola! -saludo Tina, bajando las escaleras para reunirse con el.

La impresion de Jock se hizo mas fuerte y casi le costaba respirar.

– Hola -consiguio decir. La miro de arriba abajo y de cerca resultaba todavia mucho mejor. Empezaba a sentir que necesitaba un ventilador-. ?Vamos a ir todos a nadar entonces? ?Rose tambien?

– Tonto, Rose todavia no sabe nadar -dijo Ally, arrastrando a Tim hacia el coche de Jock-. Rose se quedara con mama. ?Nos vas a llevar en tu coche?

– Ally, iremos andando -dijo Tina riendo-. Este coche no puede llevarnos a todos.

– Claro que si -dijo Jock ofendido-. Aguanta bien los baches.

– Pero hay solo dos asientos.

– Si no vamos a salir a la carretera, podemos apretarnos.

– ?Si? Pero cuando volvamos llenos de arena, te mancharemos la tapiceria de piel.

Jock miro a Tina con expresion sorprendida. Parecia que esta encontraba divertido decirle lo poco practico que era su coche.

– La tapiceria se puede limpiar.

– ?Estas seguro?

– Si.

– Entonces bien -respondio Tina, mirando divertida a Jock y poniendo a Tim en el asiento de al lado del conductor-. Estupendo. Tiene razon, doctor Blaxton, es demasiado lejos para caminar, pero no quiero llenar mi coche de barro y es muy generoso por su parte ofrecernos el suyo.

Entonces, mientras Jock soltaba una carcajada, Tina miro a la casa, justo a tiempo de ver que una mujer aparecia en la puerta. Jock miro a su vez, pensando que aquella mujer debia de ser Christie. Estaba palida y era una copia fragil de Tina. Tenia el cabello rojizo como su hermana, pero en ella el color no resaltaba, como si su cuerpo no fuera demasiado fuerte para sostenerlo.

Christie era increiblemente delgada y la mano con la que se apoyo en la barandilla tenia la piel llena de venitas azules. Iba vestida de manera sencilla, con una bata de algodon que colgaba sobre su cuerpo flaco. Jock sabia lo mucho que costaba a las personas deprimidas arreglarse. Cuidar el aspecto era una senal de mejoria. El cabello de Christie habia sido cepillado concienzudamente para conseguir brillo, y la mujer intentaba sonreir.

– Asi que este es tu doctor Blaxton, Tina.

– No es mi doctor Blaxton -protesto, subiendo las escaleras y poniendose al lado de su hermana, al tiempo que se quedaba mirando a Jock-. Tengo derecho tan solo a dos citas, ya que es lo maximo que concede a las afortunadas que salen con el. Luego pondra rumbo a la proxima conquista. Asi que tendre que aprovechar bien cada una de las citas.

– ?Tina! -exclamo Christie impresionada, aunque mantuvo la sonrisa al ver que Jock subia al porche para saludarla-. Tendras que perdonar a Tina -le dijo con una voz poco firme-. Fue malcriada.

– ?No es cierto! -replico Tina-. Tengo unos genes malignos. Christie hizo lo que pudo conmigo, pero no puedes cambiar el rumbo de las cosas.

Ambas hermanas rieron y Jock las miro sorprendido. Tina era preciosa. Ambas eran maravillosas. Todos eran maravillosos, penso Jock desesperado, mirando a la pequena familia. Estaban sumidos en la mas terrible de las pobrezas, Christie estaba enferma, pero luchaban por salir adelante y todavia podian reir.

Jock intento concentrarse en Christie para apartar la imagen de las piernas desnudas y largas de Tina.

Jock dio la mano a Christie. Una mano fragil que lo sujeto con fuerza.

– Hola, senorita Maiden. Me alegro de conocerla al fin. Tambien me alegro de poder decirle lo mucho que siento no haber estado aqui para atenderla cuando dio a luz -el hombre sonrio-. Tambien siento como la trato mi sustituto. Tengo mucho por lo que disculparme.

– Pero… no fue culpa suya. Todo fue culpa mia. Tina me dijo que tenia que haber ido a verle durante todo el embarazo y que usted nunca habria permitido que llegara a este estado. Se que ella tiene razon, pero…

– Pero a veces la depresion es una espiral que no te deja salir a flote declaro Jock con suavidad-. No hay forma de salir hacia arriba si no es con ayuda. Lo se. Estaba mal y ademas se anadio el estado depresivo que sigue al parto. Es un desequilibrio hormonal que todavia no entendemos. Es extrano que no haya estado mas tiempo en el hospital, pero aqui la tenemos riendose.

– Tina me hace reir -contesto Christie.

Jock asintio y miro las piernas de Tina.

– Tina haria reir a cualquiera.

– ?Quiero eso decir que soy un chiste? ?Has oido, Rose? Acusan a tu tia Tina de ser un payaso.

Pero Jock volvio a concentrarse en Christie, para evitar mirar a Tina.

– Senorita Maiden, ahora esta en casa… Tiene ayuda con los ninos…

– Gracias a usted.

– Conseguir que cuiden a sus hijos es lo menos que puedo ofrecerle despues de todo lo que ha pasado. No tiene que sentirse agradecida. Pagar a Marie me hace sentirme mejor. Me limpia de culpa. En cuanto al resto… No tiene que dejar el tratamiento ahora que esta en casa. ?Querria que yo la tratara?

Jock escucho la exclamacion de Tina, a pesar de que no dijo nada. Ni una palabra. La palabra que habia que decir dependia de la respuesta de Christie.

– No lo se -contesto dubitativa-. La verdad es que no necesito un…

– No confia en los doctores -anadio Jock, terminando la frase por ella-. Dada la experiencia con Henry, mi sustituto, no la culpo. Pero yo le pido que confie una vez mas y venga a verme.

La sonrisa de Jock era amable, seductora, y Tina tuvo que contener el aliento. Jock saco un cuaderno del bolsillo de la camisa y lo abrio.

– ?Que le parece el lunes por la manana a las once? ?Le viene bien? Marie puede traerla. ?Confiara en mi tanto como para venir a verme?

– Puede tutearme -la sonrisa de Jock se hizo mas amplia.

– Vale, pero solo si tu me tuteas a mi tambien. Christie, ?confias en mi? -entonces miro hacia Ally y Tim, que estaban metiendo en el coche un pato de goma, flotadores y aletas-. ?Confias en mi como para que me lleve a Ally, Tim y Tina? ?Por que no te vienes?

– Yo no…

– Christie, por favor. Voy a sentirme fatal el resto de mi vida si no me dejas que te ayude.

Christie miro a Jock y la sonrisa timida volvio a aparecer en sus labios. Un eco de la sonrisa de Tina.

– ?Maldita sea! Ahora entiendo por que Tina dice que el doctor Blaxton es tan peligroso. Me da la impresion de que consigues todo lo que te propones. Esta bien. Ire a verte el lunes por la manana.

Jock la tomo de ambas manos y esbozo una sonrisa que ilumino todo su rostro.

– Muy bien, Christie. Conmigo cuidando de tu salud, Tina ayudandote en casa, Marie con los ninos y tu fuerza

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