de hadas sea lo mejor que podemos esperar. Al menos eso es lo que dice el departamento de relaciones publicas. Asi conseguimos que la gente se olvide de los sordidos detalles detu divorcio. Te perdonaran si haces lo mas honrado, en estos momentos hay poca honra en nuestra familia.

Asi pues salio de la habitacion con atuendo formal miro a la mesa perfectamente dispuesta…Lo unico que faltaba era Holly.

– Le he dicho que la cena estaba servida -dijo Sophia observandolo-, pero dice que, va a cenar en su habitacion. Tiene mucho caracter.

– Yo tambien -gruno Andreas, disponiendose ya a cruzar el patio y llamar a la puerta de Holly.

No hubo respuesta.

– ?Holly?

– Vete

– Sophia no va a servirte la cena ahi dentro.

– Entonces tendre que pasar hambre, porque no voy a cenar contigo.

– Eso es muy infantil.

– Pues soy infantil. Tu, en cambio, eres autoritario, arrogante y estas loco. Vete, Andreas.

– Te ordeno que…

– Vete a ordenar a otra parte, bruto. Yo me quedo aqui.

El gesto de Andreas se oscurecio. Miro la puerta con rabia, luego apoyo el hombro y empujo.

Nada.

Un ultimo intento antes de pedir ayuda a Nikos… Reunio todas sus fuerzas y empujo.

La puerta cedio sin mas y el acabo en el suelo de la habitacion.

El en el suelo, sin resuello, y Holly de pie mirandolo con aparente interes.

– Vaya -dijo esbozando una sonrisa-, ?el principe se ha caido?

Andreas la miro y observo, para sorpresa suya, que estaba sonriendo. Era la deliciosa sonrisa de la que se habia enamorado diez anos atras.

– ?Necesitas ayuda?

Estiro el brazo hacia ella sin pensar. Holly tiro y el se puso de pie tan rapido que de pronto quedaron el uno junto al otro. Ella se tambaleo, y Andreas la agarro de los brazos.

Era… fabuloso. Era como tocar a la Holly que recordaba. Seguia oliendo a aroma de citrico. Siempre habia pensado que era su perfume, pero no tenia perfume que ponerse…

– ?Que llevaba puesto?

No parecia una mujer victima de un secuestro, ni alguien con la intencion de cenar a solas en su habitacion. Llevaba un vestido verde de tirantes finos que se ajustaba maravillosamente a las curvas de su cuerpo, dejando entrever el comienzo del muslo por una abertura lateral. Andreas sintio que su cuerpo reaccionaba de inmediato con primitiva necesidad.

Apreto las manos de manera involuntaria. Habia deseado a aquella mujer nada mas verla por primera vez y seguia deseandola ahora.

Pero ella a el no. Holly le puso las manos en el pecho a modo de freno y lo aparto de si. ?Por que se habia dejado apartar?

Ella parecia… parecia…

– No me mires asi.

– ?Por que llevas puesto eso?

– ?Que tal me queda? -pregunto ella en tono distendido a pesar del rubor que delataba su nerviosismo. Se giro para que el pudiera ver el vestides de todos los angulos… o quiza para tomar aire y huir de su mirada-. ?Comparado con las mujeres que se lo han puesto? -ahora la rabia inundaba sus palabras-. Vestidos de todas las tallas, Andreas. Camisones, vestidos de noche, incluso lenceria. ?Cuantas mujeres traes aqui en contra de su voluntad y luego se ponen esta ropa lujosa? Parece un haren.

– No es ningun haren.

– ?No?

Bueno, quiza si. Recordo cuando Christina por fin habia conseguido su ansiado divorcio.

– Eres libre, hermano -le habia dicho Alex-. Convierte la isla en la isla de la seduccion y tendras todo lo que necesites. Llena la casa de todas las cosas que les gustan a las mujeres. Voy a hacer una cosa para celebrar que te has divorciado de esa harpia: yo llenare los armarios con todo lo necesario.

Y eso habia hecho. Andreas habia visto seis meses antes todo lo que habia comprado su hermano… o quiza se habia encargado de hacerlo alguna de las amantes de este. Andreas se habia reido al ver todo aquello y habia pensado que quiza fuera divertido utilizarlo.

Pero no habia sido asi. La vida sin Christina era mucho mas facil, pero seguia sin atraerle la idea de seducir mujeres solo por aficion.

Aunque si se trataba de Holly… La observo. enfundada en aquel vestido, con los ojos brillantes y burlandose de el como no se habia atrevido a hacer ninguna otra mujer… y penso que la idea de seducirla le resultaba muy atrayente.

No. Tenia una mision que cumplir, e intentar algo con Holly en contra de su voluntad no era buena idea.

De hecho, podria incluso ser peligroso. Aquella mujer tenia garras y sabia bien como utilizarlas.

Aquella mujer era increiblemente sexy.

– Entonces vas a venir a cenar -concluyo, a falta de algo mejor que decir, pero lo que realmente deseaba decirle era «Vente a la cama conmigo. Aqui y ahora».

– Si no hay mas remedio… -respondio ella con aparente calma.

– No lo hay.

– Esta bien -dijo, y salio de la habitacion antes que el pudiera decir nada.

Andreas no tuvo mas remedio que seguirla y pensar que iba a hacer a continuacion.

Capitulo 4

Cenaron envueltos en un silencio ensordecedor.

Andreas estaba acostumbrado al silencio. Christina y el apenas se habian dirigido la palabra durante anos, pero el protocolo de palacio exigia que comieran juntos, asi que lo hacian sin hablar.

Sin embargo el de ahora era un silencio distinto, estaba cargado de una tension que se podia palpar, de ira y de… ?deseo?

Si, deseo, decidio Andreas a lo largo de la cena, porque, por mucho que lo intentaba, no podia apartar los ojos de Holly.

Comia bien, no de una manera selectiva como Christina, sino dispuesta a disfrutar cada bocado de la magnifica comida que les habia preparado Sophia, que parecia encantada con el proceder de Holly. El ama de llaves siempre habia sido muy formal con Christina; sin embargo cuando a Holly se le escapo la pinza de partir la langosta y cayo al suelo, Sophia lo recogio y se lo devolvio riendose. Holly se rio tambien.

– Tienes que ser mas dura -le dijo el ama de llaves.

Andreas creyo ver que dirigia una mirada de aviso hacia el. Holly intercambio con ella una sonrisa de complicidad. Parecia que se habian hecho amigas; Holly llevaba alli solo unos dias y ya habia surgido entre ellas una inesperada amistad. Ahi estaba otra vez la punzada del deseo. Le gustaba la sonrisa de Holly y le encantaba que Sophia sintiera tanta simpatia por ella.

?Podria el tambien convertirse en su amigo? penso de inmediato. El queria mucho mas que una amistad.

Queria casarse con ella.

Solo seria un matrimonio formal, nada mas.Las palabras de Sebastian no habian dejado lugar dudas.

– El pais necesita saber que has hecho lo que debias Andreas. Pero no sera para siempre. Te casa con ella, le das al pueblo una boda de cuento de hadas que nos saque de la crisis porque te veran como un hombre honrado que hizo lo correcto en cuanto se entero de que habia tenido un hijo. Y despues podemos decir que ella echaba de menos su tierra, podra volver a casa de manera secreta dando la impresion de que tu iras a verla cuando las obligaciones te lo permitan. La cosa se iran apagando de manera natural. Problema resuelto.

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