– No se que es -confeso, preocupada. La alarma seguia sonando, pero no tan fuerte-. No consigo hablar con los de seguridad, pero segun el panel, han saltado los detectores de humos.

– ?Has llamado a los bomberos?

– No. Seguramente no es nada.

– Llamales ahora mismo. Es mejor que lleguen y que sea una falsa alarma a que ocurra algo y no esten alli. A mi dejame en espera.

– No creo que…

– ?Cathy! Hazlo.

– Esta bien. Espera un segundo.

Aquella vez tardo mas en volver.

– Stone, hay humo en el pasillo -dijo, asustada-. He salido a mirar antes de llamar a los bomberos y sube por el hueco de los ascensores. No se que hacer.

Stone maldijo entre dientes.

– ?Donde esta la escalera de emergencia?

– Al otro lado del vestibulo, pero la puerta esta cerrada y no tengo llave.

– ?Como? ?Pero si tiene que estar abierta permanentemente!

– Lo se, pero es que hace un par de meses entraron dos veces a robar, asi que empezaron a cerrarlas por la noche. Siempre sube conmigo alguien de seguridad y suelen venir un par de veces durante la noche. Cuando termino el turno, vienen a buscarme y me acompanan hasta la entrada. Es la primera vez que tengo un problema.

– No te preocupes -le dijo con una confianza fingida-. Los bomberos llegaran en seguida.

– Stone, estoy asustada.

El se inclino hacia delante como si fisicamente pudiera tocarla.

– Lo se, pero estoy contigo y no me ire hasta que estes a salvo.

– Gracias. Se que es una tonteria, pero… Ay, Dios, huele a quemado. Entra por debajo de la puerta. Algo se esta quemando. Tengo que salir de aqui.

El miedo le contrajo la garganta. Miedo por ella y frustracion por no poder hacer nada.

– Escuchame, Cathy. Le has dicho a la persona que ha atendido tu llamada donde estas, ?verdad?

– Si.

– Entonces, iran a buscarte.

– No se si deberia salir al vestibulo. ?Stone, el humo esta llenando la habitacion!

– Calmate. Ponme en espera y vuelve a llamar a los bomberos. Diles que estas atrapada.

– De acuerdo.

Oyo el silencio durante una eternidad, y cuando volvio a su linea, lloraba.

– Estan a punto de llegar -dijo-, pero todo el edificio esta en llamas, y van a tardar en subir. Tengo miedo, Stone.

– Lo se, carino, pero yo sigo estando aqui.

– Han dicho… -tosio-. Han dicho que moje una toalla y que me cubra la cara con ella.

– Hazlo. Yo espero.

– Bien.

Oyo el ruido del auricular al dejarlo sobre la mesa. Jamas se habia sentido tan inutil. Bueno, eso no era cierto. Se habia sentido igual de inutil tres anos antes. Tampoco entonces pudo hacer nada, y precisamente por eso, por su culpa, Evelyn murio.

Aparto esos pensamientos de la cabeza y se concentro en Cathy. Al final, oyo unos pasos rapidos y de nuevo su voz.

– Hay fuego -grito-. Lo estoy viendo. ?Que hago ahora, Stone? No se…

Una explosion la interrumpio. Involuntariamente se aparto el auricular del oido e inmediatamente volvio a acercarselo.

– ?Cathy? Cathy, ?me oyes?

Un grito y un golpe; despues, silencio.

– ?Cathy! ?Cathy!

Nada. Un clic seguido del tono de marcar.

Capitulo 2

Stone necesito varios segundos para darse cuenta de que estaba ocurriendo. La linea se habia interrumpido y no tenia modo de saber que le habia pasado a Cathy.

El nudo que tenia en el estomago crecio, al igual que su panico y marco con furia el numero de su oficina, aunque en cuanto escucho la llamada, supo que seria una perdida de tiempo. Algo le habia ocurrido a Cathy. Lo sentia con tanta seguridad como sentia el latido acelerado de su corazon. Aunque estuviese bien aun, no iba a perder el tiempo y la respiracion en contestar al telefono.

Colgo y salio de su despacho. Solo podia hacer una cosa, y era ir en persona. Tenia que subirse al coche e ir hasta alli para cerciorarse de que estaba bien.

Salio de su despacho que quedaba en la parte trasera de la segunda planta, bajo la escalera y entro en la cocina. Ula, su ama de llaves, una agradable mujer de cincuenta y tantos anos, lo miro sorprendida. Aunque era tarde, parecia tan despierta y descansada como a primera hora de la manana.

– Senor Ward, que sorpresa -sus ojillos se arrugaron, pero no sonrio-. No me diga que tiene hambre, porque apenas hace un par de dias que consegui convencerle de que comiera algo. Suele hacerme esperar mas antes de aceptar otro poquito.

En condiciones normales, aquella broma le habria hecho sonreir, y le habria contestado que si, que el no comia mucho, pero que ella tampoco dormia demasiado. Pero aquella noche, la situacion era otra.

– Voy a salir -dijo.

– ?Ahora? ?Solo?

Comprendia su preocupacion, porque normalmente utilizaba la limusina y a uno de sus choferes, pero no podia esperar.

– Me llevo el BMW. No se preocupe, que no me va a pasar nada.

Y nada le iba a pasar. Muchas mas noches de las que Ula sospechaba, se subia al coche y conducia hasta casi el amanecer. Era una vida extrana la suya. Aunque no tenia los poderes sobrenaturales, comprendia bien el temor que la luz del dia inspiraba a los vampiros. La unica diferencia era que el no quedaria reducido a polvo, sino que simplemente horrorizaria a quienes tuviesen la desgracia de verlo.

– No me espere levantada -le dijo, al tiempo que recogia las llaves que colgaban de una pequena percha junto a la puerta.

Salio al garaje y, en cuestion de minutos, tomaba direccion este por aquella serpenteante carretera. Veinte minutos mas tarde, estaba en la autopista en direccion norte, hacia el valle.

Era bastante mas de la media noche y no habia mucho trafico. El BMW devoraba kilometros mientras el se devoraba a si mismo con preguntas: ?que habria ocurrido? ?Estaria bien Cathy?

El servicio de contestador estaba en Ventura Boulevard. Al llegar al comienzo de la calle, vio que los coches de bomberos ocupaban los dos carriles, sus luces rojas brillando en la oscuridad. Vio tambien varios vehiculos de emergencia, incluyendo policia y ambulancias. A pesar de la hora de la madrugada, se habia congregado en torno al incendio bastante gente. Stone paro el coche tan cerca como pudo, se bajo y echo a andar.

El edificio se veia muy danado a la luz de las farolas. El humo seguia saliendo por las ventanas, las mangueras estaban extendidas por la acera y el agua que salia por la puerta principal, desaparecia despues por la alcantarilla. Varios agentes de policia contenian a los espectadores.

Stone se abrio paso entre la gente. Menos mal que era de noche y que todo el mundo miraba hacia el edificio. Todo olia a humo, madera abrasada, plastico y otros materiales que no pudo identificar. El miedo seguia dentro de el. Tenia que saber algo de Cathy.

Cuando consiguio llegar a la primera linea de los curiosos, encontro a un joven oficial de policia mirando

Вы читаете Cara a Cara
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×