– No importa.

Claire tenia la sensacion de que importaba mucho.

– ?Por que os habeis peleado Nicole y tu?

Jesse se puso muy tensa.

– No quiero hablar de eso.

– Sera mejor que me lo cuentes. Es el motivo por el que me mentiste. Me hiciste venir hasta aqui para solucionar un lio que tu no puedes resolver. ?Que paso?

– Yo… -Jesse tomo aire. Su expresion se volvio desafiante-. Nicole me sorprendio en la cama con su marido. No se puso contenta.

Claire abrio la boca. Despues la cerro.

– ?Te has acostado con el marido de tu hermana? Eso es imposible. Es de tu familia…

– Nicole no estaria de acuerdo. Ha renegado de mi.

Hablaba con mucha calma de todo aquello. Como si lo que habia hecho no tuviera importancia. Claire tenia ganas de zarandearla.

– ?Y la culpas por ello? ?En que estabas pensando?

– No estaba pensando en nada. Habia muchas cosas que no estaba haciendo, pero nadie quiere oir hablar de eso.

– Necesitas una excusa mejor que esa. El sexo no ocurre porque si. Tu no te tropezaste con el y de repente empezasteis a tener relaciones. Eso requiere un plan, una relacion de algun tipo. No puedo creerlo. ?Cuanto tiempo llevabas saliendo con el?

– No estabamos saliendo. Ya te lo he dicho. No es… No quiero hablar contigo de esto.

– No me importa -dijo Claire. No era de extranar que Nicole estuviera disgustada y malhumorada. ?Su propia hermana y su marido!-. ?Estas enamorada de el?

– Oh, por favor, no me subestimes. Ademas, tengo novio.

– ?Y te acostaste con Drew? ?Por que?

– No me acoste con el.

– ?Que? ?Nicole entro en la habitacion antes de que consumarais la relacion y por eso piensas que no tiene importancia?

Jesse la miro durante un largo instante.

– Se que no me crees, Nicole tampoco me creyo. No se por que sucedio. Por que tenia que suceder. Quiza sea porque siempre lo estropeo todo. Esto solo es uno mas de mis estropicios.

– Eso no vale.

Jesse la miro, y despues fue hacia su coche y abrio la puerta.

– Que gracioso. Es lo mismo que dijo Nicole.

Wyatt le abotono la espalda de la blusa a su hija y despues tomo el cepillo. Ella le hizo signos mientras el la peinaba, pero el fingio que no la veia. Amy no estaba diciendo nada que a el le apeteciera escuchar.

Sin embargo, cuando la nina se volvio hacia el y se puso en jarras, comprendio que no tenia mas remedio que hacerle caso. Dejo el cepillo y puso ambas manos boca arriba.

– ?Que?

– Ya sabes que -respondio Amy por signos.

Wyatt lo sabia. No queria, pero el mensaje de su hija habia sido muy claro.

– No es buena idea -dijo el.

– ?Por que?

?Por que? Habia cientos de razones, pero ninguna que quisiera explicarle a una nina de ocho anos.

– Quiero a Claire -dijo ella, y adopto aquella expresion terca que el temia tanto.

Por lo general, Nicole cuidaba de Amy desde que la nina salia del colegio hasta que Wyatt terminaba de trabajar. Si el estaba en la oficina, Amy iba alli, pero la mayor parte de las tardes, Wyatt estaba en alguna de sus obras, y no era sitio para una nina de ocho anos.

Ahora que Nicole estaba convaleciente, el cuidado de su hija por las tardes se habia convertido en un problema. Amy queria proponer su solucion.

El no queria decirle que Claire no era apta para cuidar a un nino. Amy no sabria a que se estaba refiriendo. Tampoco podia mencionar el hecho de que el estaba intentando evitar a Claire en lo posible. Las chispas que saltaban entre ellos eran demasiado peligrosas, por no decir indeseadas.

– Me cae bien -dijo Amy-. Es simpatica.

– Ella no querra hacerse cargo de ti -respondio el, por signos-. Esta muy ocupada.

Amy sonrio.

– Yo tambien le caigo bien.

Wyatt se vio atrapado. No podia decirle la verdad a su hija: que no confiaba en Claire y que no estaba del todo seguro de poder controlarse en su presencia. ?Acaso no era una excusa patetica?

– Hablare con Nicole y con Claire.

La respuesta de Amy fue echarse a sus brazos. El la abrazo con fuerza. El amor lo embargo, como siempre que estaba con su hija.

Quiza tuviera la peor suerte del mundo con las mujeres, pero en lo referente a los ninos, tenia a la mejor de todos.

Claire dejo el coche en el aparcamiento de la panaderia y entro decididamente por la puerta trasera del edificio.

– ?Hola?

No obtuvo respuesta, asi que se dirigio hacia la tienda. Al abrir la puerta batiente, se encontro con un caos.

Habia gente por todas partes. La zona de espera estaba llena, y todos los clientes tenian cara de impaciencia.

Habia demasiada gente, penso con el estomago encogido. ?Por que tenian que ir todos a la vez?

Sid la vio.

– ?Por que has tardado tanto? -pregunto-. No damos abasto.

Antes de que ella pudiera responder, le entrego una redecilla para el pelo y un delantal, y le ordeno que se los pusiera. Despues, sin mas, la llevo al mostrador.

– Maggie te dira como utilizar la caja registradora. Es facil. Tecleas lo que compren y les dices el total. Despues les cobras. Las tarjetas de credito son muy faciles. Buena suerte.

Dicho aquello se metio en el obrador y dejo alli plantada a Claire, que no sabia que hacer.

La mujer a la que habia visto el dia anterior le entrego el cambio a un cliente y se acerco a ella rapidamente.

– Los precios estan en esa lista de ahi -dijo, y le senalo a Claire una hoja que habia junto a la caja-. Donuts, bagels, cruasanes. No te preocupes por las teclas de la cantidad. Si compran cinco, teclea cinco veces lo mismo.

Despues le explico por encima el funcionamiento de la maquina, le mostro como cobrar una tarjeta de credito y le senalo el numero que brillaba en la pared.

– Llama al siguiente.

?Eso era todo? ?Treinta segundos de capacitacion y habian terminado? Claire miro a su alrededor sin saber que hacer. Miro hacia atras, a la pared.

– Eh… ?numero ciento sesenta y ocho?

– Aqui -dijo una mujer muy bien vestida, que se acerco al mostrador-. Queria dos docenas de bagels variados, dos docenas de magdalenas y crema de queso normal y sin grasa.

Claire se acerco a los bagels, que estaban en cestas de metal. Tomo una bolsa de papel pequena y comenzo a echar en su interior un bagel de cada clase. Despues de un par de segundos se dio cuenta de que la bolsa no era lo suficientemente grande. Tomo una mas grande, pero no sabia como poner los bagels de la primera bolsa en la segunda.

– ?Podria darse prisa? -pidio la mujer con impaciencia-. Llego tarde.

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