– Esto es extrano para los dos, y es posible que necesitemos un tiempo para asumirlo. Pero me gustaria que tuvieras ocasion de conocer mi mundo. Bahania es un pais afortunado por sus gentes y sus recursos naturales, un pais muy bonito. Tengo una idea… ?Que os parece si Cleo y tu os venis a vivir al palacio?

– ?Magnifico! Creo que me gustara tenerte en mi familia.

Cleo empezaba a sentirse tan comoda en aquella situacion que tambien habia empezado a tutear al rey.

Sin embargo, Zara no estaba tan segura sobre la oferta.

– Nuestro hotel es muy comodo -mintio.

– Pero tu eres mi hija. Y como tal, el palacio es tuyo. Te sentiras bien aqui, ya lo veras; y tendremos ocasion de pasar mucho tiempo juntos.

– Creo que deberiamos pensarlo con mas detenimiento -insistio Zara-. Ya no hay duda de la relacion entre mi madre y tu, pero tal vez deberiamos hacernos analisis para asegurarnos.

– Se quien eres. Has vuelto a mi despues de tanto tiempo y eso es lo unico que importa. No perdamos mas el tiempo: recoge tus cosas y ven a vivir conmigo.

Zara echo un vistazo a su alrededor, como buscando ayuda. Sus ojos se clavaron en Rafe, quien parecia ser la unica persona cuerda de la sala.

– ?Tu tambien estaras aqui? -le pregunto-. ?Estaras en palacio? ?Vives aqui?

Rafe asintio.

– Si, al menos durante las proximas semanas.

Hassan lo miro y dijo:

– Has encontrado a mi queridisima hija y me la has traido, Rafe Stryker. Por tanto, la dejo a tu cuidado.

– Pero Alteza, yo…

Hassan lo corto con un simple gesto de la mano.

– Mi decision esta tomada. Solo te confiaria a ti su seguridad. Pero no te preocupes; sera una solucion temporal, hasta que tengas que volver a tu trabajo habitual.

– No lo entiendo -dijo Zara-. ?Que significa eso de confiarle mi seguridad?

– Significa que sera tu guardaespaldas. Te protegera con su vida si es necesario.

Capitulo 4

RAFE estuvo a punto de gemir. Se acababa de meter en un buen problema.

Proteger a la realeza no era algo nuevo para el; desde hacia tres anos estaba encargado de la seguridad del principe Kardal. Pero proteger a la nueva hija del rey, a quien sin duda se convertiria pronto en su preferida, era asunto bien distinto. Sobre todo, porque el concepto proteger, aplicado a aquel caso, significaba sin lugar a dudas que el rey queria que se asegurara de que no mantuviera relaciones complicadas con nadie. Por ejemplo, relaciones sexuales.

Aquello significaba una complicacion doble porque desde el principio se habia sentido atraido por ella. Y ahora, no tendria mas remedio que controlar sus emociones e impedir que la libido se impusiera a su sentido comun.

Intento protestar de nuevo, pero el rey insistio.

– Solamente sera algo temporal -dijo otra vez-. Soy consciente de tus responsabilidades con mi yerno.

Cleo se echo hacia atras su rubia melena y dijo:

– Lo que esta diciendo tu padre es que Rafe tendra que cuidar de ti a toda costa. En cambio, yo podria ser secuestrada por terroristas y torturada y a nadie le importaria en absoluto.

Hassan sonrio.

– No, te equivocas. Rafe tambien se encargara de ti -dijo-. Mientras estes bajo mi techo, tu seguridad es tan importante para mi como la de Zara. Ademas, eres la hermana de mi querida hija.

Zara parecia tan vulnerable que el rey se acerco a ella y la abrazo una vez mas.

– Te dejo en manos de tu guardaespaldas. Rafe se encargara de hacer los preparativos para que vengais a vivir a palacio. Estoy deseando que vengas.

Cuando Hassan se marcho, Cleo nego con la cabeza.

– Esto es sorprendente. Es como si estuvieramos en una pelicula…

Rafe deseo que Cleo tuviera razon y que estuvieran en una pelicula, pero era la maldita realidad. Considero la posibilidad de hablar con su jefe y presentarle una queja; sin embargo, sabia que eso disgustaria al rey.

Zara se cruzo de brazos.

– No puede estar hablando en serio. ?De verdad pretende que seas mi guardaespaldas?

– Bueno, te aseguro que estoy mas que cualificado.

– No se trata de tu valia profesional, Rafe, sino de un simple asunto de sentido comun. ?Quien querria hacerme dano a mi? Nadie sabe quien soy.

– Puede que seas la hija del rey. Y de ser asi, me temo que tu mundo va a cambiar bastante. Sin embargo, solo sera una solucion temporal…

– ?Es que no tienes nada mejor que hacer?

Se suponia que Rafe estaba encargado de la coordinacion de las nuevas fuerzas aereas de Bahania, El Bahar y la Ciudad de los Ladrones, ademas de la seguridad del principe Kardal, pero las cosas habian cambiado.

– Ya has oido al rey, Zara.

Rafe sabia que el principe Kardal, su jefe, lo entenderia. Las negociaciones entre los tres paises habian llegado a un punto importante y nadie queria molestar al rey Hassan, asi que el no tenia mas opcion que pasar las siguientes semanas asegurandose de que Zara no se metia en ningun lio. La situacion no podia ser mas ironica, porque se iba a ver obligado a pasar muchas horas con la primera mujer que le habia interesado en varios anos y ni siquiera podria tocarla.

– Miralo desde otro punto de vista -dijo Cleo-. Al menos, el rey no te ha echado a patadas. Parece muy feliz contigo.

Zara asintio.

– No se que pensar, pero supongo que deberiamos volver al hotel y hacer el equipaje.

– Increible. Voy a vivir en un palacio. Y pensar que querias ir a Yellowstone en lugar de venir a Bahania…

Su hermana la miro y se dirigio hacia la salida.

– Empiezo a pensar que no habria sido tan mala idea.

– No entiendo que significa eso de que seas mi guardaespaldas -dijo Zara, de camino al hotel -. ?Piensas ir conmigo a todas partes?

– Si.

– ?Llevaras las bolsas cuando vayamos de compras al supermercado? -pregunto Cleo.

– No ireis de compras al supermercado.

– Pues debo advertirte que mi vida no es muy interesante -comento Zara-. Te vas a aburrir mucho.

– Me las arreglare.

Minutos mas tarde llegaron a la entrada del hotel. Zara empezaba a sentirse incomoda con la perspectiva de estar todo el tiempo con un hombre tan alto y atractivo, asi que dijo:

– ?Por que no vuelves al palacio? Nosotras podriamos tomar un taxi.

Rafe ni se molesto en contestar. La propuesta era absurda.

En cuanto entraron en el establecimiento, Rafe las acompano a la habitacion. Al llegar, el entro en primer lugar y echo un vistazo para asegurarse de que todo estaba en orden. Cleo paso entonces y ellos se quedaron en la puerta.

– ?Es que crees que algun comando terrorista pretende secuestrarme? -pregunto Zara, ligeramente divertida.

– Nunca se sabe. Pero en cualquier caso, no dudes que estas ante todo un profesional -declaro, mirandola con sus intensos ojos azules-. Ahora, mientras haceis el equipaje, voy a hacer unas cuantas llamadas telefonicas. No dejeis entrar a nadie que no sea yo.

– ?Quieres que establezcamos un santo y sena o algo asi? -pregunto con ironia.

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