anos, ojos grandes y una sonrisa conocida.

– Es mi hermana Dani -le dijo Reid-. Ven a saludar.

Dani habia saludado a sus hermanos, a Elissa y a Penny, y se dirigio a Lori.

– Me alegro de conocerte por fin. Siento que sea en una situacion asi, con tu hermana en el quirofano.

– Gracias por venir.

– Encantada. Los Buchanan vamos en lote -Dani sonrio-. Ademas, ?como iba a perderme la oportunidad de conocer a la mujer que ha atrapado al abyecto Reid Buchanan?

– No lo he atrapado precisamente… -Lori se sonrojo.

– No estoy atrapado -mascullo Reid-. Estoy esperando…

– Ya -la expresion de Dani fue muy elocuente-. Llamalo como quieras. Estas fuera de orbita y el pais se ha llenado de corazones rotos.

Lori no sabia que decir. Dani se excuso y fue a tomar a su sobrina de los brazos de Cal. Reid rodeo los hombros de Lori con un brazo. Ella se relajo. Era curioso que se sintiera tan segura cuando estaba cerca de el.

– No tienen que quedarse -dijo ella en voz baja-. La operacion va a durar todo el dia y es posible que parte de la noche. Nadie tiene que quedarse.

– Lo saben -le susurro el-. Les he dicho que pueden marcharse, pero creo que van a quedarse el tiempo que sea. Estas atrapada entre nosotros.

Si eso era estar atrapada, le encantaba, se dijo para sus adentros. Se sintio rebosante de amor. De amor, de anhelo y de la sensacion de ser muy afortunada. Sin embargo, aquel no era el momento ni las circunstancias para confesarlo. Cuando Madeline hubiera salido de aquello, le diria a Reid lo que sentia por el. Si el no le correspondia, podria sobrevivir y, al menos, tendria esa certeza. Ya no se reprimiria por miedo.

– ?Donde esta mi madre? -pregunto con el ceno fruncido.

– En la capilla. Queria rezar, pero ha dicho que volveria enseguida. Penny le enseno la comida y, aunque solo sea por eso, estara tentada a volver.

Lori penso que un dia como ese su madre no comeria por nada del mundo. Aunque los Buchanan consiguieron distraerla bastante, parte de su cabeza solo pensaba en la operacion. ?En que fase estaria? ?Habria llegado ya el higado? ?Que seria de la otra familia, sumida en el dolor en vez de tener esperanza? ?Como podria agradecerles que le hubieran dado una oportunidad a su hermana?

Un rato despues, la madre de Lori volvio a la sala de espera. Lori y Reid le presentaron a todo el mundo y, despues, Lori hizo un aparte con ella.

– ?Que tal estas, mama? -le pregunto al ver las ojeras y el gesto de sufrimiento.

– Con confianza. Todo esta en manos de Dios. He rezado hasta quedarme sin palabras. Dentro de un rato, volvere a rezar un poco mas.

– Es lo unico que podemos hacer -corroboro Lori.

– Tengo una corazonada. Madeline se merece una oportunidad -los ojos se le empanaron de lagrimas y tomo la mano de Lori-. Se que yo no me la merezco. Se que te he hecho mucho dano durante mucho tiempo. Lo siento de verdad. Si no te crees nada mas de mi, creete esto.

A Lori se le nublo la vista e intento no llorar.

– Mama, no hace falta que…

– Si hace falta. Tendria que haber dicho algo hace mucho tiempo. Se que estas enfadada conmigo y no puedo reprochartelo. Yo quiero achacarselo al alcohol, a haber estado borracha, pero no tengo excusas. Te hice dano y solo eras una nina. Eso es lo que me duele en el alma. Eras una nina adorable y nunca te lo dije. Nunca te dije que te queria. Pero te queria y te quiero. Solo me odiaba a mi misma. ?Puedes entenderlo?

Lori entendio la intencion, aunque no las palabras, pero asintio lentamente con la cabeza.

– No era una alcoholica contenta -su madre suspiro-. Lo sabes mejor que nadie. Decia unas cosas… -Evie se encogio de hombros-. Si pudiera retroceder en el tiempo, te tomaria en brazos y te diria lo importante y especial que me parecias. Sigo pensandolo, pero temo que creas que es por Madeline: que quiero recuperarte porque puedo perder una hija.

El orgullo y las viejas heridas se debatieron con la necesidad de pasar pagina. Hubiera lo que hubiese entre ellas, eran una familia. Tomo la mano de su madre.

– Se que has intentado acercarte a mi desde hace un tiempo: que no es por Madeline.

– No lo es -insistio su madre con lagrimas en las mejillas-. Es por todas nosotras. Siempre dices que tu hermana es perfecta. Nunca lo fue. Nadie lo es. Os quiero mucho a las dos y me gustaria que fuesemos una familia.

– A mi tambien, mama -Lori trago saliva.

– ?De verdad?

Lori asintio con la cabeza. Su madre se seco las lagrimas y miro alrededor. Los Buchanan se habian retirado un poco para que ellas pudieran hablar tranquilas.

– Me gusta ese joven -comento su madre-. ?Caray! Es una expresion espantosa que habria usado mi abuela.

– Se lo que quieres decir -la tranquilizo Lori con una sonrisa-. Ya somos dos. Es muy especial.

– Deberias quedartelo.

– Es lo que tengo pensado.

Se abrazaron. El abrazo de su madre le parecio inusitado, pero decidio que dejaria de serlo. La familia seria un incentivo para que Madeline se repusiera mas deprisa.

– ?Que tal estais? -les pregunto Elissa-. ?Quereis algo? Penny habia pensado servir algo de comer. Como un desayuno tardio. Hay toneladas de comida. He hecho un pastel, que, ahora que lo pienso, es bastante disparatado, pero a Walker le encantan mis pasteles -se callo un instante-. Perdonadme, estoy diciendo tonterias, es que no se que decir.

Lori no habia pasado mucho tiempo con Elissa, pero en ese momento le agrado.

– No tienes que decir nada. Que estes aqui significa mucho. Mama y yo agradecemos el apoyo. ?Sabes una cosa? Me encantaria probar el pastel.

– Son las nueve… -su madre la miro fijamente.

– Ya, pero me apetece pastel.

– Creo que a mi tambien -su madre sonrio-. ?Hay nata?

– Seguro que Penny ha traido -Elissa se rio-. Ha pensado en todo.

– Tu hija es muy buena -dijo Lori mientras Elissa cortaba un trozo de pastel-. A su edad, yo estaria subiendome por las paredes.

– Siempre se ha portado muy bien -confirmo Elissa-. En parte, es gracias a que pasa mucho tiempo con Walker. Ella dice que es el principe azul de nuestras vidas.

Lori vio a la nina acurrucada junio al ex marine. Parecian absortos en su mundo. Walker levanto la mirada y sonrio a Elissa. Lori, pese a la preocupacion, tambien sonrio. Eran una pareja enamorada.

Por algun motivo, se supo que en la sala de espera habia una fiesta y algunas enfermeras y celadores se pasaron por alli. Lori se fijo en que la familia de Reid se ocupaba de su madre; hablaba con ella y la distraia. Se sento al lado de el en el sofa y apoyo la cabeza en su hombro. Los minutos pasaban lentamente. Podia pensar en algo distinto durante algunos segundos, pero luego, su cabeza volvia al quirofano. ?Cuantas horas quedarian hasta saber que todo habia salido bien? ?Cuanto quedaria hasta que Madeline estuviera fuera de peligro?

El medico entro en la sala de espera. Era alto y todavia llevaba la bata, que estaba manchada. Lori se levanto de un salto. El arrebato de alegria dio paso al desconcierto. Era demasiado pronto. La operacion podia durar todo el dia. Entonces se dio cuenta. Ni siquiera tuvo que mirar a los ojos del medico para captar el desconsuelo. La habitacion se disipo en una nebulosa. Solo quedaron los latidos de su corazon y la expresion abatida del medico.

– Lo… siento -susurro con la voz entrecortada por el dolor y la impotencia-. Fue el corazon. Una complicacion inesperada.

Siguio hablando, pero Lori dejo de escuchar. No hacia falta. Su hermana perfecta ya no estaba alli.

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