de Alex sigue aqui, asi que tiene que estar en alguna parte. Puede que se fuera al bosque a dormir la mona.

– O puede que se lo haya comido un oso. ?No has dicho que Courtney estaba teniendo dudas? Si el novio muriera prematuramente, ella seria el foco de atencion sin necesidad de boda.

Janis tenso la boca.

– No seas mala.

– Solo es un decir.

Su madre se levanto.

– Esta bien. Yo me ocupo de la tia Tully y de Bruce. Dejaremos que Courtney haga mohines en su cuarto. Cuando era pequena le encantaba enfurrunarse, y no ha cambiado. Tu ve a buscar a Alex -entorno los ojos-. ?No seguiras enamorada de el? Porque, si es asi, no quiero que esteis juntos.

Katie penso en el hombre delicioso que esperaba en el cuarto de bano. En como se sentia cuando estaba con el.

Jackson la escuchaba y la valoraba. Y era un mago en la cama. Listo, divertido, encantador.

– He superado completamente lo de Alex. Es historia. Lo es desde hace meses.

– Bien. Entonces encuentralo e intenta hacerle entrar en razon. Usa la fuerza, si es necesario. Manana habra boda. Juro que la habra.

– ?Adelante, mama!

– No te burles de mi. Estoy al borde de una crisis -su madre le dio un rapido abrazo y la beso en la mejilla-. Gracias por ser normal.

– De nada.

Cuando su madre se marcho, Jackson salio del bano. Ya se habia vestido.

– Parece que estas a salvo de la tia Tully -le dijo Katie-. Se ha buscado a otro.

– Si, eso parece. ?De veras crees que se ha acostado con el padre del novio?

– De ella soy capaz de creerme cualquier cosa.

El hizo una mueca.

– Menudo lio se va a montar.

– Como siempre.

El la agarro de la mano.

– ?Quieres que te ayude a buscar a Alex? ?Divide y venceras?

– Seria estupendo. Me pido la cocina y los pisos de abajo.

El asintio.

– Voy a ponerme unos vaqueros y salgo a buscarlo por el jardin.

– Ten cuidado con los osos. Eres tan mono que seguro que iran detras de ti.

– Ningun hombre quiere ser «mono».

Ella sonrio.

– Pues a ti te sienta bien.

– Tu, que me ves con buenos ojos.

Jackson la beso y se marcho. Katie se quedo alli, en bata, pensando que aquella era seguramente la mejor boda del mundo.

Capitulo 7

Lo de «divide y venceras» podia tener sentido, penso Katie media hora despues, cuando bajo a la cocina. Pero el plan tenia un fallo. Un fallo pelirrojo y de largas piernas, con una boca perfecta y capacidad para pensar en una sola cosa.

– Eres de la boda, ?no? -pregunto Ariel cuando Katie entro en la cocina.

La ex de Jackson estaba junto a una encimera, montando con todo cuidado un pastel de boda de cuatro pisos. Todas las capas estaban recubiertas de nata. Habia varias bandejas con flores de color amarillo y rosa palido, y algunas hojas de papel llenas de puntos plateados.

– Si. La que se casa es mi hermana.

– Bueno, ?y que sabes de Jackson? Te vi con el. ?Sois amigos?

Katie penso en el beso intimo que le habia dado Jackson esa manana, en la ducha. En como habia apretado la boca abierta contra la parte mas sensible de su cuerpo. No habia ni un solo centimetro de su piel que no hubiera tocado o saboreado. La habia hecho gozar de formas que rozaban lo ilegal.

– Somos amigos -dijo, confiando en parecer tranquila y ligeramente indiferente. Su instinto la impulsaba a aranar la cara a Ariel, pero tal vez ella se resistiera. Y, ademas, habia que pensar en la tarta.

– ?Esta…? -Ariel respiro hondo-. ?Esta con alguien? Antes saliamos juntos. Lo deje porque fui tonta. Ahora me doy cuenta de que estabamos muy bien juntos. Jackson es fantastico, y yo la cague. Cometi un error. Quiero que vuelva -las lagrimas llenaron sus perfectos ojos almendrados. A ella no se le ponia la nariz roja, ni se le llenaba de manchas la piel cuando lloraba, penso Katie con amargura.

Tenia ganas de decirle que Jackson estaba con ella. Que practicamente estaban enamorados. Porque lo…

El mundo parecio detenerse de golpe. Habia oido aquella expresion, la habia leido, pero era la primera vez en su vida que la sentia. Todo dejo de moverse. Se hizo un silencio total. Hasta su corazon se quedo callado.

?Practicamente enamorados? No podia estar enamorada. Apenas conocia a Jackson. De acuerdo, el era todo lo que deseaba, ademas de bueno, divertido y amable. Habia aceptado ser su pareja durante el fin de semana porque se lo habia pedido su madre.

Si Jackson era todo lo que buscaba y tenian una quimica asombrosa en la cama, y el la hacia sentirse como una diosa, ?era ilogico suponer que cupiera posibilidad de que se estuviera enamorando de el? ?Absurdo, quiza, pero posible?

El mundo volvio a ponerse en marcha.

– ?Estas bien? -pregunto Ariel.

– Si -murmuro Katie, aturdida-. Eh… No se nada sobre su vida amorosa -estaba diciendo la verdad. Con excepcion de su relacion con ella.

Aunque estaba segura de que Jackson no tenia novia formal; si no, su madre no le habria pedido que fuera a la boda, ignoraba si tenia alguna amiga. Que ella supiera, podia haber un monton de mujeres haciendo cola, esperando su regreso.

Ariel suspiro.

– Quiero hablar con el. Explicarselo. Quiero recuperarlo. No puedo creer que fuera tan tonta. Un tio como Jackson no se presenta muy a menudo.

– No, tienes razon -dijo Katie mientras retrocedia hacia la puerta-. No habras visto al novio, ?verdad?

– No. Solo a tu madre. Es muy simpatica.

– Eso pensamos todos. Gracias.

– Deseame suerte con Jackson.

Katie se despidio con un ademan y salio de la cocina. Aturdida, entro en el vestibulo y salio luego a la luz radiante de la manana.

Se estaba enamorando del hombre con el que su madre habia intentado emparejarla mil veces. Eso si que era ironico. Pero mas desconcertante aun era no tener ni idea de que sentia Jackson. Preguntarselo estaba descartado. Se negaba a ser una de esas chicas odiosas que querian hablar de matrimonio a la segunda cita. Estaba acostumbrada a ocultar sus sentimientos. ?Por que habia de ser distinto esta vez?

Miro hacia el hotel. Tal vez porque Jackson era distinto, penso. O quiza no. Quizas estuviera dandole demasiada importancia a una sonrisa maravillosa, y a un sexo aun mejor.

Jackson no tuvo que ir muy lejos para encontrar al novio. Se habia quedado dormido en un banco, dentro de una caseta que seguramente se usaba para guardar los esquis en invierno.

Jackson lo zarandeo un par de veces. Alex gruno, se dio la vuelta y parpadeo, sonoliento.

– Hola -dijo con voz ronca-. Yo te conozco. Has venido a mi boda. Echo de menos a Courtney. Es fantastica.

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