desde ahora hasta el momento del parto, cupones para panales gratis durante los tres primeros meses y una hoja donde las mujeres del pueblo habian firmado para llevarle la cena durante las seis primeras semanas que estuviera en casa con los bebes. Tres anuncios mostraban casas para alquilar.

En esa ocasion, no pudo contener las lagrimas, que se deslizaron sobre sus mejillas antes de que pudiera secarselas.

– No se que decir -admitio-. Es maravilloso.

– Todos te queremos -le dijo Denise-. Y queremos que sepas que estaremos a tu lado. Pase lo que pase.

Tal vez no era la proposicion romantica de sus suenos, pero se le acercaba mucho. Esas mujeres y su pueblo iban a cuidar de ella y Pia se permitio aceptar el amor que le ofrecian y dejar que sanara su destrozado corazon. Despues, se toco el vientre y en silencio les dijo a sus ninos que pasara lo que pasara, todo iria bien.

Raul estaba sentado en el bar ignorando el reality show que se veia por los grandes televisores que lo rodeaban. El bar de Jo estaba tranquilo esa noche y fue algo que agradecio. Habia intentado quedarse en casa, pero no habia soportado la soledad. Y aunque queria salir, ver una multitud de gente habria sido demasiado para el. Habia ocasiones en las que un hombre necesitaba un poco de espacio para emborracharse y esa era una de esas noches.

Se habia empezado su segunda cerveza cuando Josh se sento a su lado.

– Hola. Jo me ha llamado y me ha dicho que tenias pinta de necesitar un amigo.

Raul miro a Jo, que le lanzo una mirada invitandolo a desafiarla.

– Pues se equivoca.

– A mi me da igual -le dijo Josh-. Charity ha salido, iban a celebrar una fiesta de chicas en casa de Pia. Quieren hacerla sentir mejor, asi que supongo que eso te deja a ti como el cretino que le ha roto el corazon.

Raul le dio un trago a su cerveza y fijo la mirada en la pantalla de television. Habia una docena de personas con maquinas de coser. ?Pero que…? ?Un programa sobre costura?

Josh se giro hacia el.

– ?Me has oido?

– Yo no le he roto el corazon. Le pedi que se casara conmigo. Le ofreci pasar mi vida con ella, ocuparme de ella y de los ninos. No soy el malo de la pelicula.

Josh tomo la cerveza que Jo le ofrecio y bebio un poco.

– Entonces, ?por que estas aqui y por que ella ha vuelto a su apartamento a hincharse de Ben & Jerry’s?

– No seria practica.

– Una mujer poco practica. Que maravilla.

Se giro hacia Josh y vio que estaba enarcando una ceja.

– No lo comprendes. Teniamos un trato. Yo no lo cambie. No cambie nada. Me preocupo por ella.

– ?Pero?

– No fue suficiente -Raul se termino el vaso y lo deslizo sobre la barra. Jo le dio la espalda-. Queria cuidar de ella.

– ?Alguna vez se te ocurrio que Pia puede tener todo eso sin ti? Ahora mismo mi mujer y otras amigas estan recordandole que no esta sola. Excepto por el sexo… que dudo que fuera muy bueno… tiene todas sus necesidades cubiertas.

Raul siguio mirando la pantalla de la television.

– Sabes que podria contigo.

– Ni en tus suenos.

Penso en darle una buena a Josh, en demostrarle lo poco preparado que estaba, pero no serviria de nada. Golpearlo no haria que dejara de sentir el vacio que notaba en su interior.

Lo principal era que echaba de menos a Pia. Ella queria algo imposible y el no podia darselo, pero aun asi la queria en su vida. Podrian haber estado bien juntos.

– El problema que tienes -dijo Josh- es que ella nunca ha estado sola. Le llevo algo de tiempo recordarlo, pero una vez que lo hizo, te intereso mucho menos.

Raul se giro y lo miro.

– ?Crees que por eso se marcho? Me quiere, cabeza de chorlito.

– Me preguntaba si te habrias dado cuenta de eso. Tienes razon. Te quiere. Y como la mayoria de las mujeres, lo quiere todo, no quiere conformarse sin mas. Las mujeres se especializan en eso, en exigirnos nuestros corazones, nuestras almas y nuestras pelotas. Puedes luchar contra ello, amigo mio, pero he aprendido que es mucho mas inteligente darlo todo sin rechistar. Al final van a salir ganando y, si te resistes, terminas suplicando mas -dio otro trago-. A menos que no la ames.

«No la amo».

Raul empezo a decir las palabras, pero no pudo. Sabia que ese era el verdadero problema. Si podia convencerse de que habia estado haciendo lo correcto, nada mas, algo noble e importante, el rechazo seria mas sencillo. Asi habia empezado su problema. Deberia haber sido sencillo olvidarla.

Pero no lo fue y eso le habia preocupado porque significaba que existia la posibilidad de que Pia fuera mas que un proyecto, mas que un modo de obtener lo que queria sin tener que arriesgar nada.

Sin despedirse, solto un billete de veinte dolares en la barra y se marcho. Una vez fuera, respiro hondo y comenzo a caminar, pero en lugar de dirigirse a su casa de alquiler, cruzo la calle y fue al apartamento de Pia.

La mayoria de las ventanas estaban a oscuras, excepto una en el piso de arriba. Una ventana estaba parcialmente abierta y oyo el sonido de voces y de risas.

No estaba sola y eso lo hizo sentirse mejor. No queria que sufriera. Habia intentado cuidar de ella y aunque tal vez no lo habia hecho del modo mas convencional, no habia tenido ninguna mala intencion.

Y ella tampoco.

Se quedo alli un momento antes de darse la vuelta e ir hacia su casa. El eco de las carcajadas se quedo con el, haciendolo sentirse mas solo que nunca. La echaba de menos y aunque no pudiera estar con ella, seguro que si podian hablar. Podia explicarse.

?Explicar que? La verdad era lo que mas se merecia Pia y eso era lo que lo reconcomia por dentro. Habia hecho bien al abandonarlo, al exigirle mas. La respetaba, la admiraba, la deseaba…

Pero en cuanto al resto… ella necesitaba mas de lo que el tenia para dar.

El carnaval del colegio era una fiesta ruidosa y divertida llena de ninos y de sus padres. Raul habia ido a saludar a todos los ninos que conocia y habia terminado firmando autografos para los padres y hablando de deporte.

– Ah, el precio de la fama -dijo Dakota acercandose a el mientras el explicaba una famosa jugada que hizo en la Super Bowl.

Miro a la joven agradecido.

– Disculpadme -le dijo al grupo de hombres y la agarro del brazo-. Tengo que hablar con Dakota de un asunto.

– ?Me estas utilizando como valvula de escape?

– Como lo que sea que funcione -la saco de entre la multitud hacia el edificio principal-. Las madres estan o menospreciandome o diciendome que soy un cretino y los padres solo quieren hablar de jugadas concretas que he hecho en partidos que apenas recuerdo. No hay ningun plan elaborado en mitad de un partido. Tienes que reaccionar ante lo que esta pasando. Si no estas preparado para confiar en tu instinto, jamas ganaras.

Se detuvo mientras ella lo miraba con gran atencion.

– Oh, por favor. Cuentame mas. No te dejes ningun detalle.

– Muy graciosa -fruncio el ceno-. Oye, estas hablando conmigo. ?No deberias ignorarme?

– Trabajo para ti.

– Creia que estarias enfadada por lo de Pia -todo el mundo lo estaba.

Tal como habia prometido, Pia habia dicho que habia sido ella la que habia roto el compromiso, pero el problema era que no mucha gente lo creia, o que asumian que el habia hecho algo tan terrible que se habia visto obligada a ponerle fin a la relacion.

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