El comentario me hizo recordar el rostro de mi esposa y, en el mismo instante, me saco de aquel infierno. La voluntad de vivir volvio, diciendome que la salvacion del hombre es para y por el amor.»Alli estaba yo, en medio del suplicio y, aun asi, capaz de entender a Dios, porque podia contemplar mentalmente el rostro de mi amada.»El guardia nos mando pasar a todos, pero no obedeci, porque no estaba en el Infierno en aquel momento. Aunque no pudiese saber si mi mujer estaba viva o muerta, eso no cambiaba nada. Contemplar mentalmente su imagen me devolvia la dignidad y la fuerza. Incluso cuando se lo quitan todo, un hombre aun tiene la bienaventuranza de recordar el rostro de quien ama, y eso lo salva.»

Dice el maestro: De aqui en adelante, y a lo largo de unos cientos de anos, el universo boicoteara a los que tienen prejuicios. La energia de la Tierra necesita ser renovada. Las ideas nuevas necesitan espacio. El cuerpo y el alma necesitan nuevos desafios. El futuro llama a nuestra puerta y todas las ideas, excepto las que envuelven prejuicios, tendran la oportunidad de surgir. Lo que sea importante quedara; lo que sea inutil desaparecera. Pero que cada uno juzgue simplemente las propias conquistas: no somos jueces de los suenos de nuestro projimo. Para tener fe en nuestro camino, no es preciso demostrar que el camino del otro es equivocado. El que actua asi, no confia en sus propios pasos.

La vida es como una gran carrera ciclista, cuya meta es cumplir la Leyenda Personal. A la salida estamos juntos, compartiendo camaraderia y entusiasmo. Pero a medida que la carrera se desarrolla, la alegria inicial da lugar a los verdaderos desafios: el cansancio, la monotonia, las dudas en cuanto a la propia capacidad. Nos damos cuenta de que algunos amigos desistieron del desafio; todavia estan corriendo, pero simplemente porque no pueden parar en medio de una carretera. Son numerosos, pedalean al lado del coche de apoyo, conversan entre ellos, y cumplen una obligacion. Acabamos por distanciarnos de ellos, y entonces nos vemos obligados a enfrentarnos a la soledad, a sorpresas en las curvas desconocidas, a problemas con la bicicleta. Finalmente nos preguntamos si vale la pena tanto esfuerzo. Si, vale la pena. Simplemente es no rendirse.

Maestro y discipulo caminan por los desiertos de Arabia. El maestro provecha cada momento del viaje para instruir al discipulo sobre la fe. -Confia tus cosas a Dios -dice el-; Dios jamas abandona a sus hijos. De noche, al acampar, el maestro pide al discipulo que ate los caballos a una roca cercana. El va hasta la roca, pero recuerda las ensenanzas del maestro: «Me esta poniendo a prueba -piensa-. Debo confiar los caballos a Dios.» Y deja los caballos sueltos. Por la manana, el discipulo descubre que los animales han huido. Enfadado, busca al maestro. -No sabes nada sobre Dios -protesta-. Le encomende a El el cuidado de los caballos. Y los animales no estan alli. -Dios queria cuidar de los caballos -responde el maestro-. Pero, en aquel momento, necesitaba tus manos para atarlos.

– Tal vez Jesus haya enviado a alguno de sus apostoles al infierno para salvar almas -dice John-. Incluso en el infierno, no todo esta perdido. La idea sorprende al viajero. John es bombero en Los Angeles y es su dia libre. -?Por que dices esto? -pregunta. -Porque he experimentado el infierno aqui en la tierra. Entro en edificios en llamas, veo a personas desesperadas intentando salir, y muchas veces he llegado a arriesgar mi vida para salvarlas. No soy mas que una particula en este universo inmenso, forzado a comportarme como un heroe en medio de los muchos infiernos de fuego que conozco. Si yo, que no soy nada, puedo comportarme asi, ?imagina lo que Jesus debe de hacer! Con certeza, algunos de Sus apostoles estan infiltrados en el infierno, salvando almas.

Dice el maestro: Gran parte de las civilizaciones primitivas acostumbraban a enterrar a sus muertos en posicion fetal. «Nace a una nueva vida, asi que vamos a colocarlo en la misma posicion que estaba cuando vino a este mundo», comentaban. Para estas civilizaciones, en constante contacto con el milagro de la transformacion, la muerte era simplemente un paso mas en el largo camino del universo. Poco a poco, el mundo fue perdiendo esa suave vision de la muerte. Pero no importa lo que pensamos, lo que hacemos o en que creemos: todos moriremos algun dia. Es mejor hacer como los viejos indios yaquis: usar la muerte como una consejera. Preguntarse siempre: «Ya que voy a morir, ?que debo hacer ahora?»

La vida no es pedir ni dar consejos. Si necesitamos ayuda, es mejor ver como los demas resuelven, o no, sus problemas. Nuestro angel esta siempre presente, y muchas veces usa los labios de alguien para decirnos algo. Pero esta respuesta nos viene de manera casual, generalmente cuando, a pesar de estar atentos, no dejamos que nuestras preocupaciones turben el milagro de la vida. Dejemos que nuestro angel hable de la manera en que esta acostumbrado, cuando crea que es necesario. Dice el maestro: Los consejos son la teoria de la vida; la practica, en general, es muy diferente.

Un padre de la Renovacion Carismatica de Rio de Janeiro iba en un autobus, cuando escucho una voz que decia que debia levantarse y predicar la palabra de Cristo alli mismo. El padre comenzo a hablar con la voz: -Van a pensar que soy ridiculo, este no es lugar para sermones. Pero algo dentro de el insistia, era preciso hablar. -Soy timido, por favor, no me pidas esto -imploro. El impulso interior persistia. Entonces se acordo de su promesa, aceptar todos los designios de Cristo. Se levanto, munendose de verguenza, y empezo a hablar del Evangelio. Todos escucharon en silencio. El miraba a cada pasajero, y pocos desviaban los ojos. Dijo todo lo que sentia, termino el sermon y se sento de nuevo. Hasta hoy no sabe que mision cumplio en aquel momento. Pero tiene la absoluta certeza de que cumplio una mision.

Un hechicero africano conduce a su aprendiz por el bosque. Aunque mas viejo, camina con agilidad, mientras que su aprendiz resbala y cae a cada momento. El aprendiz blasfema, se levanta, escupe en el suelo traicionero y sigue acompanando a su maestro. Despues de una larga caminata, llegan a un lugar sagrado. Sin parar, el hechicero da media vuelta y comienza el viaje de regreso. -No me ha ensenado nada hoy - dice el aprendiz, cayendo una vez mas. -Si que te he ensenado, pero parece que no aprendes -responde el hechicero-. Intento ensenarte como lidiar con los errores de la vida. -?Y como se lidia con ellos? -Como deberias lidiar con tus caidas -responde el hechicero-. En vez de maldecir el lugar en el que caiste, deberias buscar aquello que te hizo resbalar.

Una tarde, en el monasterio de Sceta, el padre Pastor recibio la visita de un ermitano. -Mi orientador espiritual no sabe como dirigirme -dijo el recien llegado-.?Debo dejarlo? El padre Pastor no dijo nada, y el ermitano volvio al desierto. Una semana despues fue a visitar al padre Pastor otra vez. -Mi orientador espiritual no sabe como dirigirme -dijo-. He decidido dejarlo. -Estas son unas sabias palabras -respondio el padre Pastor-. Cuando un hombre nota que su alma no esta contenta, no pide consejos; toma las decisiones necesarias para preservar su camino en esta vida.

Una joven se acerca al viajero. -Quiero contarle algo -dice-. Siempre crei que tenia el don de la curacion, pero no tenia el coraje de intentarlo con nadie. Hasta un dia que mi marido tenia mucho dolor en la pierna izquierda, no habia nadie cerca para ayudarlo y yo decidi, muerta de verguenza, poner mis manos sobre su pierna, y rogar que cesase el dolor. Actue sin creer que podria ayudarlo, hasta que lo escuche rezando: «Senor, haz que mi mujer sea capaz de ser mensajera de Tu Luz, de Tu Fuerza», decia el. Mi mano empezo a calentarse, y los dolores en seguida cesaron.»Despues le pregunte por que habia rezado de aquella manera. Me respondio que fue para darme confianza. Hoy soy capaz de curar, gracias a aquellas palabras.

El filosofo Aristipo cortejaba el poder de la corte de Dionisio, tirano de Siracusa. Una tarde encontro a Diogenes preparandose un pequeno plato de lentejas. -Si halagases a Dionisio, no te verias forzado a comer lentejas -dijo Aristipo. -Si tu supieses comer lentejas, no te verias forzado a halagar a Dionisio -respondio Diogenes. Dice el maestro: Es verdad que existe un precio para todo, pero ese precio es relativo. Cuando perseguimos nuestros suenos, podemos dar la impresion a los demas de que somos miserables e infelices. Pero lo que los demas piensan no importa: lo que importa es la alegria de nuestro corazon.

Un hombre que vivia en Turquia oyo hablar de un gran maestro que moraba en Persia. Sin dudarlo, vendio todas sus cosas, se despidio de la familia, y se fue en busca de la sabiduria. Despues de viajar durante anos, consiguio llegar a la cabana en la que vivia el gran maestro. Lleno de terror y de respeto, se acerco y llamo. El gran maestro abrio la puerta. -Vengo de Turquia -dijo-. Hice todo este viaje solo para hacerte una pregunta. El viejo lo miro, sorprendido: -Esta bien. Puedes hacer solo una pregunta. -Necesito ser claro en mi pregunta; ?puedo preguntar en turco? -Si -dijo el sabio-, y ya he respondido a tu unica pregunta. Cualquier otra cosa que quieras saber, preguntasela a tu corazon; el te dara la respuesta. Y cerro la puerta.

Dice el maestro: La palabra es poder. Las palabras transforman al mundo y al hombre. Todos hemos oido decir alguna vez: «No se debe hablar de las cosas buenas que nos ocurren, pues la envidia ajena destruira nuestra alegria.» Nada de eso: los vencedores hablan con orgullo de los milagros de sus vidas. Si pones energia positiva en el aire, atrae mas energia positiva, y alegra a aquellos que realmente te quieren bien. En cuanto a los envidiosos, a los derrotados, solo podran causarte algun dano si les das ese poder. No temas.

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