– Esto es de locos. Acosar al rey de la droga de Southside, que tiene nuestra proteccion, justo cuando la Fiscalia quizas esta preparando una investigacion de las bandas que operan en la zona. Un pervertido mata a un par de perros y se corre encima de…

Exley, incorporandose/empujandome hacia la puerta:

– Hagalo. Escoja algun agente de las patrullas callejeras de Wilshire y lleve a los del laboratorio. A Stemmons le falta experiencia en estos asuntos, pero utilicele de todos modos. Demostracion de fuerza. Y no haga que me arrepienta de los favores que le he hecho.

6

Demostracion de fuerza.

South Tremaine, 1684; ocho de la manana. Personal: expertos del laboratorio, equipo de huellas, cuatro agentes de uniforme.

Los uniformados se desplegaron: busqueda de testigos oculares en las casas vecinas, inspeccion de cubos de basura. Policia de Trafico preparada para ahuyentar a la prensa.

Demostracion de fuerza: Exley, furioso hasta los pelos del culo.

Demostracion de fuerza: liquidar el asunto lo antes posible.

Un compromiso con Dan Wilhite: una llamada telefonica, su voz irritada. Le dije que Exley habia sido terminante; Dan replico que era una locura: Kafesjian y el departamento, veinte anos de provecho mutuo. Yo estaba en deuda con Dan; el lo estaba conmigo (favores acumulados). Wilhite, asustado:

– Me jubilo dentro de tres meses. Mis tratos con la familia

no resistirian una investigacion externa. Dave… ?puedes… puedes dejarme fuera del asunto?

– Primero mi culo, despues el tuyo -dije.

– Llamare a J.C. y le pondre sobre aviso -dijo el.

8.04: la hora de la funcion.

Coches patrulla, una furgoneta del laboratorio. Policias de calle, tecnicos. Un monton de mirones, chiquillos.

El camino de la casa. Conduje a los tipos del laboratorio a la parte de atras. Ray Pinker:

– He llamado a Control de Animales. Dicen que no han tenido llamadas sobre perros muertos desde esta direccion. ?Crees que los habran llevado a algun cementerio de animales?

Dia de recogida de basura: cubos alineados en el callejon.

– Puede ser, pero mirad en esos cubos de detras de la valla. Me parece que el viejo Kafesjian no es tan sentimental.

– He oido que es un autentico encanto. Bien, encontramos a los perros; luego, ?que?

– Tomad muestras de tejido para descubrir con que los envenenaron. Si aun tienen unos trapos entre los dientes, analizad la sustancia; olia a cloroformo. Necesito diez minutos para hablar con J.C; luego, quiero que entres y recojas muestras en la cocina, el salon y el comedor. Despues, haz entrar a los chicos de huellas y diles que solo en el piso de abajo; no creo que el ladron subiera al de arriba. El tipo se hizo una paja sobre unos pantalones de mujer, asi que, si papa no los ha tirado, podeis buscar el grupo sanguineo en el semen.

– ?Dios!

– Si, Dios. Escucha; si se ha deshecho de la ropa, estara probablemente en esos cubos de basura. Pantalones ajustados de mujer, color pastel, desgarrados en la entrepierna. Ropa poco corriente. Y Ray, quiero un informe bien gordo de todo lo que encontreis.

– ?No me vengas con rodeos! Si lo que quieres es que ponga mucha paja, dilo.

– Ponle paja. No se que quiere Exley, de modo que vamos a darle algo a lo que hincar el diente.

Madge en la puerta de atras, observando. Una gruesa capa de maquillaje para disimular los cardenales.

Ray me dio un codazo:

– No parece armenia.

– No lo es. Y sus hijos tampoco lo parecen. Ray…

– Si, le metere paja.

Volvi a la calle; los mirones se arremolinaban. Junior y Tommy K., frente a frente.

Tommy, haragan de porche: camisa a flores, pantalones de pinza, el saxo.

Junior, luciendo su nuevo aire de perro apaleado con una vena de mala leche. Le sujete, con talante veterano:

– Vamos, no dejes que ese tipo te ponga nervioso.

– Es esa mirada que tiene. Como si supiera algo que yo no se.

– Olvidalo.

– Tu no has tenido que lamerle el culo.

– Yo no desobedeci a mi oficial superior.

– Dave…

– ?Ni Dave, ni nada! Tu padre es inspector, te metio en la oficina y mi jefatura de Subdireccion era parte del trato. Es un juego. Tu estas en deuda con tu padre, yo estoy en deuda con tu padre, y tambien lo estoy con Dan Wilhite. Los dos nos debemos al departamento, asi que tenemos que llevar las cosas como si Exley fuera a perder los estribos en este asunto. ?Lo has entendido?

– Si, lo entiendo. Pero es tu juego, de modo que no te limites a decirme que esta bien.

Cruzarle la cara de un reves… No. No debia.

– Si me sales otra vez con toda esa mierda idealista, le envio a tu padre un informe que te devuelve al puesto de instructor en un tiempo record. Estas metido hasta el cuello en mi juego. O colaboras, o esta noche encontraras «dotes de mando ineficaces», «excesivamente volatil» y «poca tranquilidad en situaciones de tension» sobre el escritorio de tu padre. Tu decides, sargento.

Junior, una inutil bravata:

– ?Ya estoy jugando! He llamado a la central de casas de empeno y les he dado una descripcion de la vajilla robada. Tambien tengo una lista de las lavanderias de Kafesjian. Tres para ti, tres para mi. ?Las preguntas habituales?

– Bien, pero antes veamos que consiguen los patrulleros. Despues, cuando hayas visitado tus tres tiendas, ve al centro y busca antecedentes de otros 459 con modus operandi parecidos en los archivos de la Central y de la policia local. Si encuentras algo, estupendo. Si no, repasa los homicidios por resolver; quizas ese payaso es un maldito asesino.

Un olor nauseabundo, una nube de moscas. Los hombres del laboratorio sacaron los perros de los cubos, chorreando basura.

– Supongo que no me dirias esas cosas si no te importara.

– Exacto.

– Ya veras, Dave. Esta vez demostrare que valgo.

Tommy K. hizo sonar el saxo. Los espectadores aplaudieron; Tommy saludo con una reverencia y les dedico un gesto obsceno, llevandose la mano a la entrepierna.

J.C. en el porche, con una bandeja en las manos.

– ?Eh, teniente, venga a hablar conmigo! ?Le apetece un trago?

Me acerque. Cerveza en botella. Tommy cogio una y bebio unos tragos. Observe sus brazos: rasgunos en la piel, esvasticas tatuadas. J.C. sonrio:

– No me diga que es demasiado temprano para usted.

– Schlitz, desayuno de campeones -dijo Tommy tras un eructo.

– Cinco minutos, senor Kafesjian. Solo unas cuantas preguntas.

– De acuerdo. El capitan Dan dice que es usted de fiar, que esto no es idea suya. Venga conmigo. Tommy, tu ve a ofrecer el Desayuno de Campeones a los demas.

Tommy cargo la bandeja como un consumado camarero. J.C. ladeo la cabeza, indicando que le siguiera.

Me condujo hasta su cuarto de trabajo: paredes de pino, armeros. Volvi la cabeza hacia el salon: el equipo de huellas, Tommy ofreciendoles las cervezas. J.C. cerro la puerta.

Вы читаете Jazz blanco
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×