cuenta del tiempo que he perdido llorando, sin pedir ayuda, sin decir que asi no me gustaba como iban las cosas. Y no tengo pasta de victima. ?Al diablo con el sufrimiento! ?Quiero vivir, Rene! ?Necesito vivir!

El le aprieta la punta de la nariz y la mira con ternura.

– Ese cafe ya estara frio. ?Uuuf! Se necesita sacar la basura de vez en cuando, ?eh? Hacia tiempo que no teniamos una de estas charlas, reina -le toca el pelo-. ?Que vamos a hacer con esa preciosa cabeza?

Elena lo mira con ojos complices, piensa por unos segundos y le dice con una sonrisa casi maliciosa.

– Voy a tenirme de rojo.

* * *

Rene esta parado detras de ella y la mira a traves del espejo mientras le revuelve el pelo como si fuera una caricia que le diera tiempo para poner los pensamientos en orden.

– ?Estas segura?

– No, pero no pierdo nada, si no me gusta manana lo cambiamos. ?Vamos!

El pega un grito de paracaidista a punto de saltar y pone manos a la obra con alegria. De inmediato, organiza cuatro manos que se suman a las de el, batiendo, masajeando, empapando con agua fresca. Ella se divierte por su transgresion, la fascina dar la bienvenida a esta nueva mujer que se empena en ver la luz. Tiene miedo al ridiculo, pero lo disimula. Le da panico llamar la atencion, pero se domina. Esta aterrorizada ante el cambio, pero lo prefiere mil veces a la rutina que la esta llevando a la muerte.

Desde las butacas contiguas llega el chismorreo de dos mujeres. 'Pero, ?esta no es la que siempre se peina igual?'; 'La misma, vaya a saber que mosca le habra picado; seguro que anda alborotada con alguno de la edad del hijo y quiere hacerse la nena.' 'A mi me parece que lo unico que hace es un papelon, y Rene que no le dice nada. ?Que poco criterio!' Elena las oye y se sorprende de no sentirse herida. Rene se le acerca al oido y le susurra como un abejorro: 'Al menos tu te lo podes cambiar; dudo que estas viboras puedan hacer lo mismo con sus caras'. Pero finge que no ha oido nada y le indica a una de sus chicas que suba el volumen de la musica.

Mientras el cambio se opera, Elena tiene tiempo de observarse con detenimiento. Recorre cada detalle de su rostro, la nariz pequena y algo torcida; la boca si que le gusta, invita a un beso, piensa; la frente es algo ancha, como de muneca, pero no esta mal. Hay un lunar diminuto junto a la comisura de los labios; varias veces ha pensado en quitarselo pero no se ha animado, ademas Rene le ha dicho que le anade un toque de sensualidad. Los ojos… los ha visto tantas veces empanados. 'Son los ojos de papa', piensa.

* * *

Hace nada mas que un tiempo ella era una nina feliz. Todavia hoy guarda con celo lo que ha podido recolectar de su pasado, incluyendo lo que su madre tiro a la basura y que ella rescato escandalizada de ver como podia desprenderse de aquel pedazo de su historia sin una lagrima ni una duda. 'No quiero nada que me recuerde a tu padre', le dijo, y Elena habia juntado y pegado con paciencia entristecida cada pedazo de foto rota, uniendo el encaje del vestido de novia con el traje negro, los brazos de el con la espalda de ella, las manos. ?Ah!, las manos, esa era su foto preferida. Estaban los dos en un parque o una plaza; ella parada delante y el abrazandole el vientre, las manos justo alli, donde estaba Elena. Necesitaba recordarse cada tanto que era hija del amor; que no importa lo que hubiera sucedido despues, ni las causas ni mucho menos las consecuencias. A veces, le parece una tonteria apoyarse en este detalle tan lejano, pero tantas otras la ha fortalecido, sobre todo en las noches de soledad cuando se siente nada y no encuentra sentido a su respiracion; entonces, como por obra de un viejo instinto de supervivencia, viene el recuerdo de su concepcion.

?Como fue que paso todo? ?En que instante se destruyo el amor? ?O acaso fue un proceso doloroso como el que ahora atraviesa ella? No lo sabe. Prefiere recordar los primeros anos, aquel hombre de espaldas inmensas en cuyos brazos nada podia pasar y, sin embargo, no era un tipo grande, no, mas bien asi lo veia ella. Quien sabe como lo veria ahora, despues de tantos anos de ausencia. ?Como seria su pelo, y aquellas entradas imposibles que le amargaban la vida? ?Como estaria su rostro, con las arrugas finas que se le formaban junto a los ojos cuando sonreia? ?Y como sonreia! Tal vez eso fue parte de su perdicion. Si, la hermosa sonrisa, la maldita sonrisa tuvo la culpa. Si aquella mujer no se le hubiese atravesado, si el no le hubiera sonreido, si ella no le hubiera cruzado las piernas y vendido barata una felicidad que despues resulto tan efimera… Si su madre, siempre tan pacata, se hubiese dado cuenta a tiempo de que lo perdia… Si, si, si…

Ahora Elena prefiere creer que todo sucede por algo. Hasta el mas pequeno de los detalles, de los gestos, es parte de la telarana universal; nada esta librado al azar. Elena se esfuerza en pensar que es parte de un plan cosmico, creador y, por lo tanto, bueno. 'Por algo pasan las cosas', es su frase predilecta, aunque hace un tiempo que nota que ya no la satisface como antes, que no la colma esta resignacion disfrazada de filosofia. Hoy se siente rebelde con derecho y, a decir verdad, le importa tres rabanos si hace sufrir. Ya ha perdido bastante vida pensando en como hacer para que cada movimiento suyo no altere las vidas de los otros. Hoy siente un impulso fuerte de tirarse al vacio; hoy, justo hoy que tal vez deba enfrentar a la muerte. '?Como quisiera tenerte conmigo, viejo!'

Hace veintiseis anos que no sabe de el, pero lo sigue extranando como cuando se fue. Hacia tiempo que sus padres no armonizaban. Primero fueron largos silencios, cenas sin palabras, demasiadas horas de television y lecturas no compartidas. Pero en aquel entonces, cuando Elena empezo a percibir algo, ya hacia meses que sus padres convivian pacificamente por miedo al escandalo o por pereza de una nueva vida. Despues vinieron las peleas; cuando su padre comenzo a salir y a involucrarse en politica, cada vez mas, hasta terminar siendo lider del sindicato y pasarse dias y noches sin mas que un llamado telefonico para avisar que no volveria. Todavia se le eriza la piel cuando trae al recuerdo la angustia de la espera, las noches durmiendo sentada junto al telefono, la radio prendida, el miedo de ella y el rencor de su madre por no perdonarle el abandono. Y luego, o primero, quien sabe que llevo a que, lo vieron con la otra y vinieron con el cuento. Y aquella noche -Elena lo tiene tan fresco que hasta puede oir los gritos-, aquella noche exploto la crisis de anos y el se fue con la otra que le regalo envuelto y con mona todo lo que la madre le venia retaceando. Lo hizo sentir importante, unico, el mejor, le mintio amor y el necesito creerlo; lo necesito tanto, tanto que largo al diablo la casa, la esposa, la hija, los reproches conyugales, el estupido hastaquelamuertelossepare, los problemas economicos, el apartamento comprado en cuotas, y hasta las cuotas, todo, y se fue tras una ilusion.

Elena lo vio pocas veces despues de aquella noche. La casa se transformo en un mar de rabia; ahi navegaba ella, apenas capaz de mantenerse a flote de sus propios conflictos y ya teniendo que cargar con la cruz de los adultos. Cuando quiso acordar, su madre le quedaba muy, muy lejos. Se habian distanciado entre una tormenta de insultos y reproches porque, si algo estaba claro en aquella casa, era que habia que tomar partido, 'o lo queres a el o a mi', le dijo la madre y le partio el corazon.

Elena ideo una estrategia para poder ver a su padre a escondidas. El debia llamar por telefono y dejar sonar dos veces, luego colgar. Era la senal para encontrarse en una confiteria que quedaba en la esquina del liceo. Asi se veia con su padre, como pecadores escapados del Paraiso, mentirosos, delincuentes. Elena exprimia los minutos para saciarse de ellos hasta el proximo encuentro. Cada vez que se despedian, tenia la sensacion de que no volverian a verse. ?Cuando fue la ultima vez que lo vio? ?Por que diablos no lo recuerda?

La mujer duro lo que dura la saciedad de un atracon despues del hambre, pero basto para perderlo. Andaba sin un peso en el bolsillo, manteniendo dos casas con un unico sueldo, pidiendo fiado y caminando kilometros por no poder pagar el boleto del omnibus. Hasta en la confiteria Elena le pagaba el cafe y lo miraba devorar las medialunas con mas hambre que deseo. '?Pobre papa! ?Que humillacion!' La actividad sindical termino con su trabajo y pronto se vio en la calle. Dormia en la sede del sindicato y comia lo que le daban y, mientras tanto, seguia embanderandose con consignas que no le eran del todo propias, reivindicando derechos ajenos. Siempre iba primero al frente, a ponerle el pecho a las discusiones y hasta a los golpes. Lo ultimo que supo Elena fue que se lo llevaron una noche. Entraron por la fuerza y se lo llevaron junto con dos companeros y un linyera que dormia con ellos. Al menos, eso le dijeron los del bar de la esquina, aunque en ninguna comisaria ni cuartel pudo encontrarlo ni tampoco los rastros de que hubiera pasado por alli. '?Mentira!', sentencio su madre, 'es todo una mentira para irse con esa y no tener que pasarnos mas plata. ?Te das cuenta hasta que punto es un sinverguenza? Ya vas a ver como aparece en cualquier momento, en cuanto se le pase la calentura. ?Ah! Pero aca no pisa mas, ni loca, para mi esta muerto, muerto, muerto'. Golpeaba la pared con el puno cerrado mientras a Elena la palabra 'muerto' le retumbaba en el pensamiento. 'Todavia lloras, nos abandono por esa loca y todavia

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