siquiera, que fue el quien violo a Alice. Y el no protesto. Lo mas probable es que se sintiera tan culpable por no haber intervenido para protegerla que penso que tanto daba. Pero eso son especulaciones mias -confeso Erica.

– Asi que lo echaron de la casa, ?no?

– Si, y no se decirte en que medida eso influyo en el desarrollo de su enfermedad, pero Patrik iba a buscar informes medicos y esas cosas. Si Christian recibio algun tipo de atencion medica cuando llego a Gotemburgo, deberia figurar registrado en alguna parte. Se trata de dar con la informacion.

Erica hizo una pausa. Le resultaba tan duro pensar en todo lo que habia sufrido Christian. Y en todo lo que habia hecho.

– Patrik cree que retomaran el caso de los asesinatos de la pareja de Christian y su hijo -continuo-. Despues de todo lo que hemos averiguado…

– ?Cree que Christian los mato a ellos tambien? ?Por que?

– Existe el riesgo de que nunca lo sepamos -dijo Erica-. Ni tampoco por que lo hizo. Si la otra mitad de su personalidad, la sirena o Alice, como queramos llamarla, estaba enfadada con la mitad de Christian, quiza no soportara verlo feliz. Esa es la teoria de Thorvald, y puede que tenga razon. Es posible que la felicidad de Christian fuese el detonante. Pero ya te digo, no creo que lleguemos a saberlo nunca con certeza.

En realidad, ella no tenia nada en contra ni de la mujer ni del nino. No queria causarles ningun dano. Pero no podian seguir existiendo. Habian conseguido algo que nadie consiguio jamas: hacian feliz a Christian.

Ahora se reia mas a menudo. Una risa liviana, sentida, que nacia de las entranas y que subia burbujeante. Y ella odiaba aquella risa. Ademas, ella ya no era capaz de reir, se sentia vacia y fria y muerta por dentro. El tambien habia estado muerto, pero volvio a la vida gracias a la mujer y al nino.

A veces Christian los observaba a escondidas. A la mujer con el nino en brazos. Bailaban y el sonreia cuando veia reir al nino. Era feliz, pero no merecia serlo. El le habia arrebatado todo, la habia hundido en el agua hasta que casi le estallan los pulmones, hasta que el cerebro se quedo sin oxigeno y, lo que era ella, se apago despacio mientras el agua le envolvia la cara.

A pesar de todo, ella lo queria, lo era todo para ella. A los demas no les prestaba atencion, ni se preocupaba por como lo veian. Para ella, el fue el mas guapo y el mejor del mundo entero. Su heroe.

Pero la habia abandonado. Habia permitido que ellos la tocaran, la mancillaran y la golpearan hasta quebrarle los huesos de la cara. La dejo alli, con las piernas abiertas y los ojos clavados en el cielo estrellado. Y despues huyo.

Ahora ya no lo queria y ella se encargaria de que nadie mas lo quisiera. Ni el tampoco podria querer a nadie. No como queria a la mujer del vestido azul, con aquel nino que ni siquiera era suyo.

El dia anterior habian hablado de tener otro hijo. De uno que fuera de los dos. Christian y la mujer hicieron planes, rieron y luego hicieron el amor. Ella lo oyo todo. Con los punos cerrados, los oyo planificando una vida en comun, una de esas vidas que a ella le estaban negadas.

Ahora el no estaba en casa. La llave no estaba echada, como de costumbre. La mujer no era muy cuidadosa. El solia reprenderla por ello carinosamente, le decia que debia echar la llave, que nunca se sabia quien podria meterse en casa.

Con sumo cuidado, empujo el picaporte y abrio la puerta. Oyo a la mujer tarareando en la cocina. Y el chapoteo en el cuarto de bano. El nino estaba en la banera y lo mas seguro era que la mujer no tardase en entrar en el bano tambien. Con eso si era muy cuidadosa. Nunca dejaba al nino solo en el bano demasiado tiempo.

Entro en el cuarto de bano. Al nino se le ilumino la cara al verla.

– Chist -le dijo con los ojos muy abiertos, como si se tratara de un juego. El nino se reia. Mientras ella aguzaba el oido por si se oian los pasos, se acerco a la banera y contemplo al nino desnudo. No era culpa suya, pero hacia feliz a Christian. Y eso no podia permitirlo.

Cogio al nino y lo levanto un poco para tumbarlo boca arriba en la banera. El nino seguia riendo. Tranquilo y alegre, en la creencia de que nada malo podia ocurrirle en el mundo. Cuando el agua le cubrio la cara, dejo de reir y empezo a agitar brazos y piernas, pero no fue dificil mantenerlo debajo del agua. Ella no tuvo mas que presionar ligeramente el pecho hacia abajo. El nino se movia cada vez mas angustiado, hasta que los movimientos empezaron a debilitarse y se quedo inmovil.

Entonces oyo los pasos de la mujer. Ella miro al nino. Se lo veia tan placido y tranquilo alli tumbado. Se coloco pegada a la pared, a la derecha de la puerta. La mujer entro en el cuarto de bano. Al ver al nino, se quedo petrificada. Luego se acerco corriendo y gritando.

Fue casi tan facil como con el nino. Ella la abordo en silencio por la espalda, la agarro por el cuello, que tenia inclinado sobre el borde de la banera. Utilizo su peso para mantenerle la cabeza bajo el agua. Todo sucedio con una rapidez sorprendente.

Ni siquiera miro atras cuando se marcho. Solo sintio la satisfaccion que la embargaba entera. Christian ya no podria ser feliz.

Patrik miraba los dibujos. Y, de pronto, los comprendio perfectamente. El monigote grande y el monigote pequeno, Christian y Alice. Y las figuras negras de uno de ellos, que eran mucho mas siniestras que las demas.

Christian cargo con la culpa. Patrik acababa de hablar con Ragnar, que se lo confirmo. Cuando Alice llego a casa aquella noche, dieron por sentado que Christian la habia violado. Los despertaron los gritos y, cuando bajaron a ver lo que ocurria, vieron a Alice tumbada en el suelo del recibidor. No llevaba mas que la falda y tenia la cara ensangrentada e inflamada. Los dos se le acercaron corriendo y ella les susurro una sola palabra:

– Christian.

Irene subio hecha una furia a su habitacion, lo saco de la cama, noto el olor a alcohol y saco sus conclusiones. Y, a decir verdad, Ragnar creyo exactamente lo mismo. Pero siempre abrigo una sombra de duda. Y quiza por esa razon continuo enviando los dibujos de Alice. Porque nunca estuvo seguro.

Gosta y Martin consiguieron detener a Erik a tiempo. Acababan de informar a Patrik de que ya habian salido de Landvetter. Ya tenian por donde empezar. Luego verian lo que podian hacer, despues de pasado tanto tiempo. Desde luego, Kenneth no pensaba seguir callando, de eso podia dar fe Erica. Y, por otro lado, Erik les debia unas cuantas explicaciones de sus trapicheos economicos. Se veria entre rejas, seguro, al menos un tiempo, aunque a Patrik se le antojara un flaco consuelo.

– ?Ya han empezado a llamar los periodicos! -Mellberg hizo su entrada triunfal, sonriendo de oreja a oreja-. Menudo jaleo se armara con todo esto. Una publicidad estupenda para la comisaria.

– Si, supongo que si. -Patrik seguia mirando los dibujos.

– ?Hemos hecho un buen trabajo, Hedstrom! Lo reconozco. Bueno, habeis tardado un poco en arrancar, pero en cuanto os habeis empleado de lleno y habeis puesto en practica las tacticas policiales de toda la vida, nos ha salido redondo.

– Desde luego -dijo Patrik. No tenia fuerzas ni para irritarse con Mellberg. Se froto el pecho con la mano. Seguia doliendole. Debio de llevarse un golpe mayor de lo que pensaba con la caida.

– Sera mejor que vuelva a mi despacho -afirmo Mellberg-. El Aftonbladet acaba de llamar y sera cuestion de tiempo que llamen del Expressen tambien.

– Ya… -dijo Patrik sin dejar de frotarse con la mano. Joder, pues si que le dolia. Quiza se le pasara si se movia un poco. Se levanto y se fue a la cocina. Tipico. Cuando el decidia tomarse una taza de cafe, ya no quedaba ni una gota. En ese momento llego Paula.

– Alli ya hemos terminado. No tengo palabras. Jamas habria podido imaginar nada asi.

– Ya -respondio Patrik. Era consciente de que no sonaba muy agradable, pero estaba tan cansado… No se sentia con fuerzas para hablar del caso, ni para pensar en Alice y en Christian, en el nino que cuido del cadaver de su madre mientras se descomponia en el calor estival.

Sin apartar la vista de la cafetera, conto unas cucharadas de cafe. ?Cuantas llevaba? ?Dos o tres? No lo recordaba. Intento concentrarse, pero la siguiente cucharada cayo fuera del colador. Lleno otra, pero noto una

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