mantenia a todos en casa, menos a los mas desesperados. Glenn Branson, vestido elegantemente con un traje marron de raya diplomatica y una corbata de seda inmaculada, estaba sentado a su lado en silencio, taciturno.

A diferencia de lo que era habitual en un coche de policia, el Hyundai casi nuevo todavia no apestaba a caja de comida del McDonald's y a gomina usada, sino que aun olia a coche nuevo. Grace giro a la derecha y avanzo junto a la valla de publicidad de una empresa de construccion. Detras, una gran zona venida a menos del centro de Brighton estaba inmersa en plena operacion de maquillaje: dos viejos almacenes ferroviarios abandonados se transformarian en otra urbanizacion chic mas de la ciudad.

El elegante proyecto del arquitecto ocupaba gran parte de la valla: Urbanizacion Nueva Inglaterra. Casas y oficinas para un estilo de vida ambicioso, y era igual que todas las urbanizaciones modernas de todos los pueblos y ciudades por las que pasaba, penso Grace. Todo cristal y vigas de acero vistas, patios salpicados con pequenos arbustos y arboles podados y ni un atracador a la vista. Un dia toda Inglaterra seria identica y la gente no sabria en que ciudad o pueblo se encontraba.

«Pero ?acaso importa en realidad? -se pregunto de repente-. ?Ya me he convertido en un viejo pesado de treinta y nueve anos? ?Realmente quiero que la ciudad que tanto amo quede detenida en el tiempo, con todas sus imperfecciones?»

En este momento, sin embargo, tenia algo mas importante en la cabeza que las politicas del Departamento de Urbanismo de Brighton y Hove. Mas importante tambien que los restos humanos que iban a observar. Algo que le deprimia mucho.

Cassian Pewe.

El lunes, tras una larga convalecencia de un accidente de coche y varios comienzos en falso, Cassian Pewe por fin empezaria a trabajar en la central del Departamento de Investigacion Criminal, en el mismo puesto que Grace. Y con una gran ventaja: el comisario Cassian Pewe era el nino mimado de la subdirectora Alison Vosper, mientras que el era poco menos que su bestia negra.

A pesar de obtener lo que el consideraba unos exitos rotundos en los ultimos meses, Roy Grace sabia que solo hacia falta una pequena metedura de pata para que lo trasladaran del cuerpo de policia de Sussex a quien sabe donde. Y el no queria que lo alejaran de Brighton y Hove por nada del mundo. O, aun mas importante, de su querida Cleo.

En su opinion, Cassian Pewe era uno de esos hombres arrogantes que eran increiblemente guapos y, a la vez, plenamente conscientes de ello. Tenia el pelo dorado, ojos azules angelicales, un bronceado permanente y una voz tan invasiva como la fresa de un dentista. El hombre se acicalaba y pavoneaba, rezumando un aire de autoridad natural, actuando siempre como si estuviera al mando, incluso cuando no lo estaba.

Roy habia tenido un desencuentro con el justo por eso cuando un par de anos atras la policia de Londres, la Met, envio refuerzos para ayudar a la policia de Brighton durante el congreso del Partido Laborista. Con su arrogancia de idiota total, Pewe, que entonces era inspector, detuvo a dos informadores que Roy se habia ido ganando cuidadosamente a lo largo de muchos anos y despues se nego en rotundo a retirar los cargos. Y para enfado de Roy, cuando este denuncio el caso a sus superiores Alison Vosper se puso del lado de Pewe.

Grace no sabia que demonios le veia a aquel hombre, a menos, como sospechaba secretamente a veces, que tuvieran un lio, por muy improbable que pudiera ser eso. Las prisas de la subdirectora por reclutar a Pewe de la Met y ascenderlo, repartiendo las obligaciones de Grace cuando en realidad era muy capaz de gestionarlo todo el solo, olia a plan oculto.

Normalmente Glenn Branson era un hablador insufrible, pero hoy no habia dicho ni una palabra desde que habian salido de la central del Departamento de Investigacion Criminal en Sussex House. Quiza si estuviera cabreado por haberle separado de una noche de viernes en familia. Tal vez se debiera a que Roy no le habia propuesto conducir. Entonces, de repente, el sargento rompio su silencio.

– ?Has visto En el calor de la noche? -le pregunto.

– Creo que no -contesto Grace-. No. ?Por que?

– Va de un poli racista en el sur de Estados Unidos.

– ?Y?

Branson se encogio de hombros.

– ?Estoy siendo racista?

– Podrias haberle fastidiado a otro el fin de semana. ?Por que a mi?

– Porque mi objetivo siempre son los hombres negros.

– Es lo que cree Ari.

– No hablaras en serio.

Un par de meses atras, Roy habia acogido a Glenn cuando su mujer lo habia echado de casa. Tras unos dias viviendo pegados el uno al otro, estuvieron a punto de asistir al final de una hermosa amistad. Ahora Glenn habia vuelto con su mujer.

– Hablo en serio.

– Creo que Ari tiene un problema.

– La secuencia inicial del puente es famosa. Es uno de los travellings mas largos de la historia del cine -dijo Glenn.

– Genial. La vere algun dia. Escucha, amiguito, Ari tiene que ser realista.

Glenn le ofrecio un chicle. Grace lo acepto y mastico, reanimado por el subidon instantaneo de la menta.

– ?De verdad tenias que arrastrarme hasta aqui esta noche? -pregunto entonces Glenn-. Podrias haber avisado a otro.

Pasaron por una esquina y Grace vio a un hombre andrajoso vestido con un chandal hablando con un chico que llevaba una sudadera con capucha. Su mirada experimentada le dijo que parecian sospechosos: un camello suministrando material.

– Creia que las cosas estaban mejor entre Ari y tu.

– Yo tambien. Le compre el puto caballo que ella queria, pero ahora resulta que no era el caballo adecuado.

Por fin, a traves de los limpiaparabrisas ruidosos, Grace vio varias excavadoras, un coche de policia, cintas azules y blancas de la escena del crimen en la entrada de un solar en construccion y un agente empapadisimo con cara de pocos amigos que llevaba una chaqueta reflectante amarilla y sostenia una tablilla sujetapapeles envuelta en una bolsa de plastico. La imagen satisfizo a Grace: al menos los policias uniformados de hoy le habian cogido el tranquillo a lo que habia que hacer para preservar la escena de un crimen.

Se acerco a la acera, aparco justo delante de un coche patrulla y se volvio hacia Glenn.

– Las juntas de ascenso a inspector estan al caer, ?no?

– Si. -El sargento se encogio de hombros.

– Una investigacion asi podria ser perfecta para tener un tema del que hablar largo y tendido durante tu entrevista. Tienes que pensar en el factor interes.

– Eso cuentaselo a Ari.

Grace paso el brazo por el hombro de su amigo. Queria a este tipo, uno de los investigadores mas brillantes que habia conocido. Glenn poseia todas las cualidades para llegar lejos en el cuerpo, pero tendria que pagar un precio. Y eso era algo que muchos policias no podian aceptar. El horario demencial tambien destruia muchos matrimonios. Quienes mejor sobrevivian, principalmente, eran los que estaban casados con otro agente, o con una enfermera o alguien que ejerciera una profesion en que fuera habitual tener un horario antisocial.

– Te he elegido hoy porque eres el mejor hombre que podria tener a mi lado. Pero no voy a obligarte. Puedes venir conmigo o irte a casa. Tu decides.

– Claro, viejo, si me voy a casa manana, ?que? Vuelvo a ponerme el uniforme y a detener a gays por conducta indecente en Duke's Mound. ?Verdad que tengo razon?

– Mas o menos.

Grace se bajo del coche. Branson lo siguio.

Agachados bajo la lluvia y el viento huracanado, se pusieron los trajes blancos y las botas de agua. Luego, como una pareja de espermatozoides, se dirigieron hacia el agente que custodiaba la escena y firmaron en el registro.

– Necesitaran linternas -dijo el policia.

Grace encendio la suya, luego la apago. Branson hizo lo mismo. Un segundo agente, que tambien llevaba una chaqueta amarilla brillante, les guio bajo la luz mortecina. Caminaron en el barro pegajoso y surcado de huellas de

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