Kumar busco hasta encontrar dos vasos y sirvio dos generosas medidas. Loren lo sorbio cautelosamente: era demasiado dulce para su paladar, pero muy aterciopelado.
— ?Cual es la marca?
— Krakan especial.
— ?Crees que debo arriesgarme? Recuerda que Krakan casi me mato una vez.
— Ni siquiera te dejara resaca.
Loren bebio otro sorbo y no tardo en vaciar su vaso. Se lo llenaron de inmediato.
Era la mejor manera de pasar la ultima noche en el hospital, y Loren sintio que su gratitud hacia Kumar se extendia para abarcar a toda la humanidad. Ni siquiera la visita de la alcaldesa Waldron resultaria desagradable…
— ?Y como esta Brant? Hace una semana que no lo veo.
— Sigue en Isla Norte, reparando el barco y conversando con los biologos marinos. Todo el mundo esta trastornado con el asunto de los escorpios, pero nadie sabe que hacer con ellos. O si conviene simplemente dejarlos en paz.
— Es mas o menos lo mismo que siento respecto a Brant.
— No te preocupes por el — rio Kumar —. Tiene una amiga en Isla Norte.
— Aja. ?Mirissa lo sabe?
— Por supuesto.
— ?No le importa?
— ?Por que habria de molestarle? Brant la ama… y siempre vuelve.
Loren medito sobre este dato durante varios minutos. Era una nueva variable en la compleja ecuacion. ?Mirissa tendria otros amantes? ?Convenia averiguarlo? ?Seria imprudente preguntarle…?
— Ademas — prosiguio Kumar mientras servia mas vino — lo unico que importa es que sus mapas geneticos han sido aprobados y pueden tener un hijo. A partir de entonces todo cambiara. Ninguno de los dos necesitara a nadie mas. ?No era asi en la Tierra?
— A veces — respondio Loren. Entonces Kumar no esta enterado, penso. Solo ella y yo sabemos. Conocere a mi hijo, lo vere siquiera un par de meses. Y luego…
Descubrio espantado que las lagrimas surcaban sus mejillas. ?Habia llorado alguna vez? Si: doscientos anos antes, al contemplar la destruccion de la Tierra…
— ?Que te pasa? — pregunto Kumar —. ?Pensabas en tu esposa?
Parecia tan preocupado que Loren no pudo ofenderse ante semejante falta de tacto, ni ante la mencion de un tema que evitaban por mutuo acuerdo, porque no tenia nada que ver con el aqui y hora. Un hecho sucedido en la Tierra doscientos anos atras, y que se reanudaria en Sagan 2 trescientos anos despues, estaba fuera del alcance de sus emociones, sobre todo en su actual estado de confusion.
— No, Kumar… no pensaba en… mi esposa.
— ?Le hablaras… alguna vez de… Mirissa?
— Tal vez si, tal vez no. No lo se. Tengo mucho sueno. ?Ya nos bajamos la botella? Kumar. ?Kumar!
La enfermera fue a verlo durante la noche y, entre risitas maliciosas, acomodo las sabanas para impedir que se cayeran de la cama.
Loren desperto primero. Se sobresalto, luego solto una carcajada.
— ?De que te ries? — dijo Kumar, levantandose con esfuerzo.
— Pues… ya que quieres saberlo… me preguntaba si Mirissa no sentira celos.
Kumar sonrio con picardia.
— Ya se que me emborrache — dijo —, pero estoy seguro de que no paso nada.
— Tambien yo.
Pero en ese momento comprendio que amaba a Kumar. No porque le habia salvado la vida ni porque era hermano de Mirissa, sino simplemente porque era Kumar. El sexo no tenla nada que ver; se reia de solo pensarlo. Mejor asi. La vida en Tarna ya se volvia demasiado problematica.
— Tenias razon en cuanto al Krakan especial — dijo Loren —. No deja resaca. Me siento muy bien. ?Podrias enviar unas cuantas botellas a la nave? O un par de hectolitros seria mejor.
38 — Debate
La pregunta era sencilla, no asi la respuesta: el hecho de someter a votacion los objetivos de la mision, ?no atentaria contra la disciplina del Magallanes?
Desde luego que no estaba obligado a acatar el resultado de la votacion: podia pasarlo por alto en caso de necesidad. Deberia hacerlo si la mayoria se pronunciaba a favor de quedarse (aunque a nadie se le ocurria semejante cosa…) Pero los efectos psicologicos serian catastroficos. La tripulacion se dividiria en dos bandos antagonicos, y podrian presentarse situaciones que no queria ni imaginar.
El comandante debia mostrarse firme, que no era lo mismo que obstinado. La propuesta no carecia de logica ni atractivo. (Despues de todo, el mismo habia gozado de la hospitalidad presidencial, y tenia la firme intencion de pasar otra velada con esa campeona del decatlon). Era un planeta hermoso. Tal vez podrian acelerar el lento proceso de formacion de los continentes para alojar a un millon de seres. Seria infinitamente mas sencillo que la colonizacion de Sagan 2.
Para colmo, tal vez ni siquiera llegarian a Sagan 2. La confiabilidad estimada de la nave era de un noventa y ocho por ciento, pero existian peligros exteriores, imposibles de predecir. Solo un punado de oficiales de su maxima confianza sabian que se habia perdido un trozo del escudo de hielo cerca del ano luz 48. Si el meteorito interestelar, o lo que fuese, lo hubiera golpeado un par de metros mas cerca del centro…
Alguien habia sugerido que el objeto podia haber sido una antigua sonda espacial de la Tierra. Pero las probabilidades adversas eran astronomicas, y ademas no habia manera de verificar semejante hipotesis.
Ahora los firmantes anonimos del petitorio se autotitulaban los neothalassianos. ?Serian muy numerosos, estarian organizados en un movimiento politico? En ese caso, lo mejor era obligarlos a salir al descubierto lo antes posible.
Si, era hora de convocar a la asamblea.
La negativa de Moses Kaldor fue cortes y tajante a la vez.
— No, capitan. Si participo en el debate, sea a favor o en contra, mi imparcialidad quedara en duda para siempre. Pero estoy dispuesto a presidir la asamblea, o actuar de moderador, o como quiera llamarlo.
— De acuerdo — dijo el capitan Bey. En realidad, no podia esperar otra cosa —. ?Quien presentara las mociones? No creo que los neothalassianos salgan a descubierto a presentar un alegato.
— Seria mejor pasar directamente a votacion, sin alegatos ni discusion previas — se lamento el capitan Malina.
El capitan Bey asintio para sus adentros. Pero le habia tocado presidir una sociedad de hombres serios y altamente capacitados, lo cual estaba corporizado en el Reglamento de la Nave. Los neothalassianos habian solicitado una asamblea para presentar sus opiniones; si se negara, violaria los compromisos asumidos y la confianza depositada en el en la Tierra, doscientos anos antes.
No fue facil organizar la asamblea. Puesto que todos, sin excepcion, debian tener la oportunidad de votar, habia que reorganizar los horarios de servicio y periodos de descanso. El hecho de que la mitad de la tripulacion se encontrara en Thalassa planteaba un problema inedito: la seguridad. Habia que evitar a toda costa que los thalassianos escucharan el debate, cualquiera fuese el resultado…
Al iniciarse la asamblea, Loren Lorenson se encontraba solo en su oficina de Tarna, la puerta cerrada con llave por primera vez en toda su estadia. Se puso la mascara panoramica, que esta vez no lo trasporto a un bosque submarino si no al gran salon de asambleas del Magallanes. Podia observar los rostros de sus colegas o, si lo deseaba, la pantalla en la cual aparecerian sus comentarios y propuestas. En ese momento la pantalla mostraba un texto breve:
RESOLUCION: Que la nave estelar Magallanes de por finalizada su mision en Thalassa, ya que aqui podra cumplir todos sus objetivos.