– Tengo topos infiltrados -contesto Vladimir enigmaticamente.
– ?Eso es cuanto va a decirme? -repuso Harry indignado, harto ya de que nunca le contaran toda la historia.
– Eso es cuanto voy a decirle, amigo mio -dijo Vladimir. Volvio a encogerse de hombros-. Es mas seguro asi.
Harry no hablo. Prefirio no hacerlo.
– Los padres de lady Olivia se han dado cuenta de que su hija ha desaparecido -dijo Vladimir.
A Harry no le sorprendio. Habia pasado mas de una hora.
– Que yo sepa, nadie mas se ha dado cuenta -continuo Vladimir-. Hay mucho vodka en la sala. No creo que nadie haya detectado que hasta en la limonada hay un poco.
Harry lo miro con dureza.
– ?Que?
– ?No lo sabia?
Sacudio la cabeza. ?Cuantos vasos se habria tomado? ?Maldita sea! Creia que tenia la mente despejada, claro que ?acaso notaria la diferencia? Nunca habia estado borracho, ni siquiera minimamente achispado.
– Tambien se han dado cuenta de que el principe se ha ausentado -prosiguio Vladimir-. A sus padres les preocupa que puedan estar juntos.
Harry apreto con fuerza los labios formando una linea recta. La insinuacion hizo que le ardiera el pecho, pero este no era momento para estar celoso.
– Quieren mantener esto en secreto. Ahora mismo estan con el embajador.
– ?Estan con el? ?Ha…?
– Esta desempenando a la perfeccion el papel de anfitrion preocupado. -Vladimir escupio en el suelo-. Nunca me he fiado de el.
Harry se quedo mirando la saliva del suelo con cierta sorpresa. Era la mayor manifestacion de emociones que le habia visto exteriorizar. Cuando volvio a levantar la vista, fue evidente que Vladimir habia reparado en su perplejidad.
El corpulento ruso lo miro con ojos penetrantes.
– Aborrezco a los hombres que se aprovechan de las mujeres.
Habia un gran trasfondo en ese comentario, pero Harry tuvo la prudencia de no preguntar. Asintio una vez en senal de respeto y entonces pregunto:
– ?Y ahora que?
– Saben donde esta el principe. Ahi es donde entregaran una nota. Tiene instrucciones precisas de no hacer nada y creo que es lo bastante sensato como para hacer lo que le he dicho.
Harry esperaba que fuese cierto. Creia que lo era, pero tambien que el principe Alexei habia estado bebiendo.
– Mientras el espera nosotros buscamos.
– ?Que tamano tiene este maldito mausoleo?
Vladimir nego con la cabeza.
– No lo se con exactitud, pero seguro que tiene mas de cuarenta habitaciones, tal vez mas. Aunque si yo tuviera que retener a alguien lo llevaria al ala norte.
– ?Que hay en el ala norte?
– Esta mas apartada y las habitaciones son mas pequenas.
– Pero ?no habra pensado el embajador que ese es el primer sitio donde buscaremos?
Vladimir fue hasta la puerta.
– El ni se imagina que alguien pueda estar buscando. Me considera un criado estupido. -Miro hacia Harry con ojos entornados-. Y no sabe nada de usted. -Puso la mano en el pomo-. ?Preparado?
Harry sujeto el revolver con mas fuerza.
– Usted primero.
Tardo casi media hora y Olivia estaba segura de que se le habian dislocado ambos hombros, pero por fin deslizo los dedos bajo una seccion del nudo y pudo deshacerlo parcialmente. Se detuvo a escuchar con atencion… ?eran pasos eso que oia?
Se acosto adoptando la misma posicion en la que estaba al irse su captor.
Pero no, nada. No se descorrieron los cerrojos ni la puerta se abrio. Volvio a culebrear hasta que noto de nuevo el nudo en la parte posterior de los tobillos. Sin duda era mas pequeno, pero aun le quedaba una ardua tarea por delante. No estaba segura, pero le parecio que era un doble nudo. Bueno, ahora era un nudo y medio. Pero si conseguia deshacer la siguiente seccion, estaria…
Seguiria estando atada.
Solto un largo suspiro. Su cuerpo y sus animos se desinflaron. Si habia tardado tanto solo para deshacer una pequena parte del nudo.
No, se reprocho. Tenia que seguir. Si lograba deshacer las
Podia hacerlo. Si que podia.
Apreto los dientes reanudando la tarea. Tal vez iria mas deprisa ahora que sabia lo que tenia que hacer. Sabia como mover los dedos, metiendo uno en el enlazamiento del nudo y luego sacudiendo las piernas a un lado y al otro, una y otra vez, intentando aflojarlo.
O tal vez iria mas deprisa porque ya no notaba los hombros. La ausencia de dolor seguramente la beneficiaria.
Tiro con el dedo… y movio las piernas… tiro… y movio… y arqueo la espalda… y la estiro… y rodo sobre un lado… y sobre el otro…
Y se cayo de la cama.
Y aterrizo en el suelo con fuerza. Se dio un golpe realmente fuerte. Hizo una mueca de dolor y cuando oyo los clics de los cerrojos al abrirse rezo para que su captor no reparara en que los nudos de los tobillos estaban mas flojos.
Pero no hubo ningun clic.
?Podia no haberla oido? Parecia imposible. Olivia nunca habia sido habilidosa; atada de pies y manos se volvia una completa inutil. Porque no hacia falta decir que no habia aterrizado con suavidad.
Quiza no hubiese nadie ahi fuera. Habia dado por sentado que su captor estaba sentado en una silla al otro lado de la puerta, pero a decir verdad ignoraba por que habia pensado eso. El seguramente no creia que ella pudiera escapar, y Olivia estaba casi convencida de que esta seccion del edificio estaba desierta. Los unicos pasos que habia oido habian estado seguidos de la inmediata aparicion del hombre de pelo gris.
Espero en el suelo junto a la cama durante un minuto mas por si alguien entraba y luego se arrastro por la madera hasta la puerta para mirar por debajo de esta. La rendija era de apenas unos milimetros y no pudo ver gran cosa. El pasillo estaba solo ligeramente mas iluminado que la habitacion, pero penso que veria sombras, de haber alguna.
Y no le parecio que hubiera.
De modo que nadie la vigilaba. Era sin duda un dato util, aunque estando maniatada como estaba, no sabia muy bien de que serviria. Y la verdad era que tampoco sabia muy bien como lograria regresar hasta la cama. Podia intentar encaramarse a ella apoyandose en una de sus patas, pero la mesa donde estaba la tetera seguia bloqueandole la de la cabecera de la cama y…
?La tetera!
Le recorrio un estallido de excitacion y energia, y rodo literalmente boca abajo en sus prisas por llegar hasta la mesa. Desde ahi tenia que clavar hombro, hombro, rodilla, y…
Ya habia llegado. ?Como haria ahora para tirar la tetera al suelo? Si pudiera romperla, podria usar un trozo para cortar las cintas de pies y manos.
Logro acercar los pies al cuerpo con gran esfuerzo. Sirviendose del lateral de la cama para apoyarse, se levanto despacio, los musculos quemandole, hasta que por fin se puso de pie. Se tomo unos segundos para recobrar el aliento y luego retrocedio hasta la pequena mesa, flexionando las rodillas hasta que las manos quedaron justo a la altura adecuada para agarrar la tetera por el asa.