en un ring de boxeadores. Habia entrado en este mundo como un luchador, y si iba a dejarlo, entonces lo dejaria luchando.
Dolor arqueo una ceja mientras una sonrisa cruel retorcia sus labios.
– Estoy impresionado, Leta. Dijiste que te darias prisa trayendomelo, pero esto es rapido incluso para ti. Fantastico trabajo.
Un escalofrio bajo por la columna vertebral de Aidan mientras su vieja desconfianza ardia a traves de el.
– ?Que?
Timor sonrio burlonamente.
– ?No sabias que estaba trabajando con nosotros para traerte directamente a nuestras manos?
– ?Mentiroso! -chasqueo Leta. Se volvio hacia Aidan con los ojos dilatados, llenos de miedo-. No los escuches. Estan tratando de hacerte dano.
Pero era dificil no creer en eso cuando las viejas cicatrices y los miedos se desgarraban con una brutalidad que le dejaban sintiendose desnudo delante de ellos. Todos los demas le habian traicionado… su propia carne y sangre lo habia arrojado a los perros y se habia reido mientras lo hacia. No era un enorme salto de fe el que pensase que ella tambien lo lanzaria a los perros.
– Aidan, -dijo ella, tratando de llegar a el-. Confia en mi. Por favor.
Queria hacerlo, y cuando su mano le toco la cara, sintio como sus propias emociones se venian abajo en lo mas profundo de su ser. Miedo. Colera. Agonia. Y todavia debajo de todo eso habia una luz tenue de algo que no habia sentido en anos. Esperanza. Queria creer desesperadamente en ella.
?Estaba mintiendo?
Cerrando los ojos, cubrio su mano con la de el y saboreo la suavidad de ese toque. Pero, ?se atreveria a creer en eso?
?Lo haria?
Aspirando profundamente para darse coraje, se preparo psicologicamente para un momento de brutal verdad.
– ?Sabeis que? -pregunto el, abriendo los ojos para observar a Timor y Dolor-. Cuando dije la verdad nadie quiso creerme a pesar de que no les di ninguna razon para que dudaran de mi. Aunque habian visto la verdad sobre mi una y otra vez, quisieron creer en la basura y las mentiras sobre mi caracter. Asi que es mas facil creer en las mentiras por encima de la honradez. Por lo tanto, mucho mas facil y seguro culpar a aquello que amas.
El tomo su mano de la cara y la miro a esos ojos que estaban bordeados de aprension.
– Hasta que me des una razon para no hacerlo, Leta, confio en ti. -Le beso la mano antes de soltarla a reganadientes.
Las emociones de Leta la estrangularon mientras se daba cuenta de lo que el le habia concedido. Pero no tuvo tiempo de insistir en ello antes de que Dolor diese un grito de furia y se lanzase hacia Aidan. Lo dos se enredaron y cayeron al suelo.
Ella apenas tuvo tiempo de evitar el punzon que Timor mecio ante ella. Retrocediendo, le dio un fuerte codazo en las costillas. El cielo por encima de ellos se ensombrecio peligrosamente, como si se tratara de la respuesta de su lucha. Leta golpeo con fuerza a Timor mientras el bloqueaba y regresaba golpe a golpe. Cuando le conecto un golpe bien dado en la barbilla, ella saboreo la sangre. La cara le dolia por el solido golpe, pero no podia dejarse atontar.
Grunendole, saco algo y bloqueo su reves. El regreso con una espada que hizo aparecer por arte de magia. Ella rodo por la hierba que empezaba a serpentear como serpientes mientras el se abalanzaba una y otra vez. Una de las estocadas paso tan cerca de ella que sintio aranarle la piel. Ella lo pateo, dandole otra vez en las costillas y devolviendole el golpe.
Timor se tambaleo a los lados.
Aidan se tomo un segundo para revisar a Leta. Le dolia literalmente el no poder ayudarla, pero ella parecia arreglarselas con el dios Timor.
Debido a la distraccion de Aidan, Dolor conecto un solido golpe en su mandibula. Antes de que pudiera recuperarse, la tierra bajo sus pies se transformo. El maldijo mientras las hierbas se envolvian alrededor de sus pies como largos y esqueleticos dedos, agarrandole firmemente y manteniendole en el lugar. Aidan trato de quitarselos de encima, pero eran persistentes.
Dolor se rio.
– Gracias, Hermana Lyssa.
Aidan entrecerro los ojos antes de extender las manos. Usando la imaginacion, convoco magicamente una solucion pegajosa para que estallara desde sus palmas. Se enrollo alrededor de Dolor como una cuerda. El tiro bruscamente con fuerza del Dios hacia adelante para darle un cabezazo.
– Sip.-dijo el con una siniestra risa-. Gracias, Lyssa, por recordarme que estoy en un sueno.
Dolor dejo escapar un bramido de furia. Aidan se rio otra vez antes de librarse de las hierbas. Corrio hacia el lado de la pared mas proxima y manifesto una larga vara.
Cuando Dolor intento seguir, Aidan uso la vara para derribar al Dios. Dolor le disparo una carga. Aidan alzo el brazo y uso la mente para bloquearla con un escudo invisible.
– Maldito si no surte efecto, -entonces Aidan se rio.
Oh, si, esto le hacia sentirse mejor. Empezaba a pensar que despues de todo puede que tuvieran una oportunidad. Si solo pudiera encontrar un modo de matar a la bestia.
– ?Aidan!
El se volvio con la llamada de Leta para ver a ocho Dolor viniendo hacia el.
Y ademas ellos parecian enfadados.
El primero lo cogio por la cintura y lo lanzo al suelo, de espaldas. Antes de que pudiera moverse, otro hizo bajar un pesado martillo sobre su cabeza. Logro bloquearlo con el brazo, pero juraria que sintio como el hueso se hacia pedazos.
Maldiciendo, Aidan intento clonarse a si mismo, pero no podia enfocar su atencion lo suficiente en la meta para lograrlo cuando ellos le golpeaban una y otra vez y todo su ser se dolia por los ataques. Eso en cuanto a no poder sentir dolor en un sueno, ?huh? Con el cuerpo latiendo, intento manifestar un escudo, un arma, cualquier cosa.
Pero no podia.
El oyo mas risas.
De repente, Leta estaba alli, intentando separarle de los demas. Sintio como lo cubria con su cuerpo mientras los clones de Dolor seguian golpeandole con los pesados mazos.
La tierra bajo ellos intentaba tragarlos.
– Estamos perdidos -le susurro ella al oido.
– Y una mierda -fue todo lo que pudo decir.
El cielo sobre ellos se abrio dejando caer una lluvia tan fuerte que cortaba contra su cuerpo como lacerantes agujas. Sip, no se veia nada bien para el equipo local.
El comenzo a rodar con Leta, intentando mantenerla a un lado para que no la alcanzara mas danos de Dolor. Los golpes continuaron cayendo sobre su espalda, hasta que temio que se la hubieran roto.
El solo pensaba en protegerla, la acuno bajo el del mismo modo que ella luchaba por escudarle.
– Estate quieta, Leta, -le susurro al oido.-No te opongas a mi.
– Dolor va a matarte.
Extranamente, eso no le importaba. No era como si tuviese algo por lo que vivir de todas maneras.
Cansado por la pelea y rendido por la soledad, coloco la cabeza contra su hombro y espero la muerte. Pero cuando lo hizo y capto la suave esencia de su piel femenina se dio cuenta de que habia olvidado algo que dejaba en este mundo que realmente le importaba. Algo por lo que valia la pena luchar.
Leta.
Su sangre alimentada por la pelea, dejo escapar un grunido fiero y cerro los ojos. No lo derrotarian.
El ultimo hombre en pie.
Con la mente, hizo astillas los mazos y lazo por los aires a los dioses. Se puso de pie y se volvio para enfrentarse a un solo Dolor cuyos ojos estaban ensanchados.
– Aparta el culo. -Aidan le asesto un golpe en la mandibula que levanto al dios hasta dos pies del suelo. A camara lenta, el dios se arqueo por los aires antes de aterrizar sobre su espalda con un solido golpe.
Timor se lanzo contra el. La ropa de Aidan lo escudo y lo siguio al suelo con el fin de poder darle punetazos a