– Oh, oye, Phury. John.
Phury froto su cuello, tratando de volver de cualquier
– ?Asi que, Z, de donde vienes?
– De un pequeno viaje. Un pequeno viaje muy lejano. ?Que hacen?
– Vamos a ir al gimnasio para trabajar las posiciones de John.
Z cerro la puerta.
– ?Y si me uno a ustedes? O… tal vez yo deberia decir. ?Puedo unirme a ustedes?
Phury se quedo mirandolo fijamente. John parecio igualmente sorprendido, pero al menos el nino tenia la gracia de asentir con la cabeza.
Phury asintio con la cabeza.
– Si, por supuesto, hermano. Ven con nosotros. Siempre eres… bienvenido.
Zsadist cruzo el brillante piso de mosaico.
– Gracias. Muchas gracias.
Los tres se dirigieron hacia el sotano.
Cuando caminaban al centro de entrenamiento Phury miro a John y penso que a veces hacia falta entre dos coches solo algo del ancho de un cabello para evitar un mortal accidente.
A veces tu vida entera podria depender de una fraccion de una pulgada. O el latido de un nanosegundo. O el golpe de una puerta.
Esta clase de hechos hacia creer a un macho en lo divino. Realmente lo hacia creer.
CAPITULO 49
Dos meses despues…
Bella se materializo enfrente de la mansion de la Hermandad y miro el severo gris de la fachada. Nunca habia esperado regresar. Pero el destino tenia otros planes para ella.
Abrio la otra puerta y entro en el vestibulo. Cuando acciono el intercomunicador y mostro su cara a la camara, sintio como si estuviese en algun tipo de sueno.
Fritz abrio las puertas de par en par y se inclino con una sonrisa.
– ?Madam! Que placer verla.
– Hola. -Paso al interior y sacudio la cabeza cuando intento coger su abrigo-. No me quedare mucho. Solo estoy aqui para hablar con Zsadist. Por un minuto.
– Pero por supuesto. El Maestro esta alli arriba. ?Me sigue, por favor? -Fritz la condujo a traves del vestibulo a un par de puertas dobles, todo mientras charlaba alegremente, poniendola al corriente sobre las cosas igual que lo habian hecho todos por Ano Nuevo.
Pero el
– Le pido disculpas, madam, pero usted parece… ?Le gustaria anunciarse usted misma? ?Cuando este lista?
– Oh, Fritz, que bien me conoces. Me encantaria tener un minuto para mi misma.
El asintio, sonrio y desaparecio.
Respiro profundamente y escucho las voces y pasos en la casa. Algunas eran lo bastante bajas y ruidosas para pertenecer a los Hermanos, y echo una ojeada a su reloj. Las siete en punto de la noche. Debian estar preparandose para salir.
Se pregunto como estaria Phury. Y si Tohr habia regresado ya. Y como estaba John. Rodeos… se estaba andando con rodeos.
Ahora o nunca, penso agarrando la manilla de cobre y girandola. Una mitad de la puerta se abrio silenciosamente.
Se quedo sin aliento cuando miro al interior de la biblioteca.
Zsadist estaba sentado ante una mesa, inclinado sobre un pedazo de papel, un delgado lapiz en su apretado puno. Mary estaba cerca de el, y entre los dos habia un libro abierto.
– Recuerda las consonantes fuertes -dijo Mary, senalando hacia el libro-. Check. Catch. La k y la c en esas palabras suenan cerradas, pero no son lo mismo. Intentalo otra vez.
Zsadist se paso una mano por su delgado craneo. En voz baja dijo algo que no capto Y entonces movio el lapiz sobre el papel.
– ?Eso esta bien! -Mary puso la mano sobre su biceps-. Lo has conseguido.
Zsadist levanto la mirada y sonrio. Entonces giro la cabeza hacia Bella y perdio la expresion
Oh, buena Virgen del Fade, penso ella mientras bebia su imagen. Todavia le amaba. Lo sabia en sus entranas.
Espera un minuto… ?Que de… demonios? Si cara era realmente diferente. Algo habia cambiado. No la cicatriz, pero habia algo diferente.
Como sea, acaba con esto para que puedas irte.
– Siento interrumpir -dijo ella-. Me estaba preguntando si podria hablar con Zsadist.
Ella fue vagamente consciente de Mary levantandose y acercandose, de las dos abrazandose, de la mujer marchandose y cerrando la puerta tras ella.
– Hola -dijo Zsadist. Entonces se puso lentamente en pie.
Los ojos de Bella se ensancharon, y dio un paso atras.
– Dios… mio. Estas enorme.
El se llevo la mano al fornido pecho.
– Um…si. He ganado unas 80 libras aproximadamente. Havers… Havers dice que probablemente no voy a ganar muchas mas. Pero ahora estoy en dos setenta.
Asi que ese era el cambio en su cara. Sus mejillas ya no eran huecas, sus facciones no estaban tan desnudas, sus ojos no estaban hundidos. El parecia… casi atractivo, en realidad. Y mucho mas parecido a Phury.
El se aclaro la garganta.
– Si, asi que, Rhage y yo… hemos estado comiendo juntos.
Jesus… ciertamente lo hicieron. El cuerpo de Zsadist no era en nada igual al que ella recordaba. Sus hombros eran enormes y acordonados con musculos que ella podia ver bajo la ajustada camiseta negra que llevaba. Sus biceps eran tres veces el tamano de lo que habian sido, y sus antebrazos eran lo bastante grandes ahora para ajustarse al tamano de sus manos. Y su estomago… ese estomago estaba contorneado con fuerza, y su piel se estiraba sobre fuertes y acordonados musculos.
– Tu tambien has estado alimentandote -murmuro ella. Y al instante deseo poder traer las palabras de vuelta. Asi como tambien el tono de censura.
No era de su incumbencia de que vena la tomaba, aunque dolia imaginarle con otro de su clase, y eso era seguramente de quien el bebia. Posiblemente la sangre humana no podia ser responsable de ese tipo de desarrollo.
Su mano descendio desde su pecho a su costado.
– Rhage tiene un miembro de los Elegidos que utiliza por que no puede tomar la vena de Mary para sustentarse. Yo tambien me he estado alimentando de ella. -Hubo una pausa-. Te ves bien.
– Gracias
Otra pausa larga.
– Um… Bella, ?Por que has venido? No es que me importe.
– Tenia que hablar contigo.
El no parecia saber que decir a eso.
– Asi que, ?Que estas haciendo? -pregunto ella, apuntando hacia los papeles sobre el escritorio. Eso tampoco era de su incumbencia, pero estaba desesperadamente atascada otra vez. La lengua se le trabo. Estaba perdida.
– Estoy aprendiendo a leer.
Sus ojos llamearon.